Aún abiertas, las profundas heridas que dejó el cierre de listas de Unión por la Patria complican sobremanera el inicio de la campaña del oficialismo. Los cruces entre los principales integrantes de la lista para las PASO, encabezada por Sergio Massa, marcaron a fuego las primeras 48 horas del largo y difícil derrotero hacia las elecciones del 13 de agosto. Victoria Tolosa Paz, representante de Alberto Fernández en el Gabinete y en la nómina de precandidatos para la Cámara de Diputados, salió a reprocharle a Cristina Kirchner el “destrato” al que la sometió ayer, en su primera aparición, junto al jefe Economía, después de la presentación oficial de candidatos. Mientras tanto, los apoyos de La Cámpora al líder del Frente Renovador son tibios, y el Presidente intenta cohesionar a los propios después de los ruidos con Daniel Scioli.
“Sigo poniendo las dos manos en el fuego por Cristina. El destrato que ella tuvo hacia mí en el día de ayer será en todo caso un dolor que no se me va a borrar fácil, pero que voy a seguir trabajando”, dijo esta mañana la dirigente platense, que quedó segunda en la lista de candidatos a diputados nacionales, un lugar expectante, privilegiado, que la dejó satisfecha a pesar de tener que dejar a un lado sus aspiraciones a competir en la PASO bonaerense, pero que causó resquemores en el ala dura del Gobierno.
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En su entorno aseguran que quedó lastimada cuando escuchó a Cristina Kirchner el día previo, en un acto en Aeroparque junto a Massa donde se encargó de marcarle la cancha: “El Presidente de la Nación se embanderó en hacer PASO (pero) cinco gobernadores pidieron una lista de unidad, más tarde lo hicieron los intendentes de PBA, la CGT sacó un documento. La necesidad de articular era un desafío muy grande. Sin embargo hasta el viernes teníamos a la Ministra de Desarrollo Social planteando internas al gobernador de la provincia de Buenos Aires y al embajador en Brasil para Presidente”, lanzó.
No fue la primera vez que la cuestionaba. Dos semanas antes del cierre de listas, la vicepresidenta había destacado a Alicia Kirchner, desde Río Gallegos, como “la mejor” ministra de Desarrollo Social de la historia, en un tiro por elevación a la actual titular de la cartera, que responde directamente a Alberto Fernández. En ese momento, la funcionaria le había respondido con un hilo de tuits, con cierto tono de ironía, donde se dejaba entrever el sentimiento de ofensa. Pero la discusión no escaló, al menos en ese momento.
Los problemas entre la vice y la ministra son una parte de una interna compleja. Después del dardo de Cristina Kirchner, el ministro de Seguridad de Axel Kicillof, Sergio Berni, ex alfil de la ex presidenta que hoy actúa como librepensador, salió a atacar a Alberto Fernández por el “maltrato que ejerció” sobre Scioli. Y María Teresa García, otra referente bonaerense K, directamente lanzó que Tolosa Paz y Cafiero “no merecen los cargos que les dieron”.
Por otro lado, los dirigentes de camporismo y del cristinismo aún intentan digerir la nominación de Massa, que se impuso por sobre las pretensiones del soldado k Eduardo de Pedro. A pesar de que Cristina Kirchner intentó reivindicarlo y explicar la decisión que tomó a favor del tigrense y en desmedro del ministro del Interior, los silencios tallan fuerte en la fase inaugural de la campaña. Varios intendentes del conurbano afines a Máximo Kirchner y una parte del sindicalismo k crítico del acuerdo con el FMI se mantienen mudos frente al precandidato presidencial elegido a regañadientes por los líderes del espacio. Y hay quienes temen que sobrevenga un escenario de militancia acotada a los distritos que perjudicaría no sólo al massismo, sino al conjunto, en la pelea a nivel nacional.
Los reproches también enturbian al propio “albertismo” después de las versiones sobre el supuesto malestar de Daniel Scioli con Alberto Fernández y Santiago Cafiero por bajarlo de la contienda por la Presidencia y negociar un lugar para Agustín Rossi como vice; pero también por vetarle u ocultarle, supuestamente, el lugar que le ofrecía el kirchnerismo en la lista de Diputados. El propio canciller, alarmado, salió a aclarar que “no hubo traición”. Pero Scioli permanece sumido en un silencio sepulcral, a pesar de que su versión sobre las negociaciones de las que fue protagonista es una de las incógnitas del arranque de carrera proselitista.
El enfrentamiento entre Tolosa Paz, la dirigente con mayor exposición del espacio “moderado”, con la propia Vicepresidenta y líder mayoritaria del oficialismo; la desconfianza del kirchnerismo duro frente a Massa; y la candidatura de Juan Grabois y los enojos de dirigentes “de izquierda” que integran el frente, aunque de manera minoritaria (como Claudio Lozano, de Unidad Popular), auguran una continuidad de la interna en un momento delicado, donde el frente oficialista necesita empezar a sumar adhesiones para el enfrentamiento contra Juntos por el Cambio en las PASO y, sobre todo, en las Generales de octubre.
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