Fue un acto de estética peronista en donde, curiosamente, el principal dirigente peronista presente (Miguel Ángel Pichetto) lucía de impecable traje y corbata, casi un look más propio de la City porteña. Pero fue apenas un detalle menor que no opacó el clima de fervor proselitista que tuvo este mediodía el primer acto de la fórmula Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales en la provincia de Buenos Aires, realizado en el partido de Tres de Febrero, en el que se presentaron sus principales propuestas de campaña mientras el jefe de Gobierno, en un discurso encendido, prometió “terminar para siempre con el kirchnerismo” y anunció que hará “a partir de hoy una propuesta por día en los próximos 45 días” y dos veces por semana “profundizará un plan de gobierno de todas las áreas”.
En las pobladas tribunas del microestadio del Club Almagro, en José Ingenieros, donde se hizo el acto, se destacó la más numerosa, ubicada estratégicamente frente a los fotógrafos y camarógrafos, en el que se ubicaron los máximos postulantes del larretismo en el distrito bonaerense, encabezados por el postulante a gobernador, Diego Santilli, y a vice, Gustavo Posse, junto con precandidatos a intendente y otras figuras de Juntos por el Cambio. Fue una postal de la coalición ampliada que predican Larreta y Morales para diferenciarse del binomio rival, Patricia Bullrich-Luis Petri.
Así, en el sector central de la tribuna se ubicaron Pichetto, José Luis Espert, Silvia Lospennato, Cynthia Hotton, Waldo Wolff, Mónica Frade, Florencia Arietto, Mariana Stilman, Claudia Rucci y hasta un postulante porteño como Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica, más precandidatos a intendente como Toty Flores (La Matanza), Martiniano Molina (Quilmes), Segundo Cernadas (Tigre), Guillermo Viñuales (Lomas de Zamora), Noelia Ruiz (Mercedes), Maximiliano Gallucci (Avellaneda), Max Perkins (San Miguel), Sebastián Neuspiller (Pilar), Julián Amendolaggine (Berazategui), Lucas Aparicio (Malvinas Argentinas), Héctor Griffini (Luján), Mariano Castagnaro (Escobar), Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó), Dario Kubar (Gral. Rodríguez), Aníbal Asseff (Moreno) y Mauricio DAlessandro (San Martín).
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La escenificación de esos candidatos era clave para mostrar fuerza interna. De los 135 municipios, el larretismo competirá con el bullrichismo en 133, excepto en dos en donde habrá un solo postulante a intendente: Vicente López, con Soledad Martínez, y General Pueyrredón, con Guillermo Montenegro. En esa imagen también aportaron volumen político intendentes que buscarán su reelección, como Diego Valenzuela, el anfitrión; Javier Martínez, de Pergamino, y Sebastián Abella, de Campana.
En las tribunas y entre la gente que rodeaban a Larreta y Morales (ambos, también vestidos con saco sport y camisa, aunque sin corbata, e instalados en el centro de un escenario 360°, como le gusta a los estrategas de campaña del jefe de Gobierno), también concurrieron algunos funcionarios porteños como el ministro de Justicia y Seguridad, Eugenio Burzaco, y la jefa de Asesores, Julia Pomares. Como en todos los actos, también estaba Milagros Maylin, la novia de Rodríguez Larreta.
Pese a ser el primer acto de campaña de la fórmula que integra el líder del radicalismo, la cartelería en el microestadio de Almagro estuvo copada por el PRO. Hubo sólo dos pancartas de la UCR, aportadas por Posse, y dos pequeñas banderas que se enarbolaron en soledad al lado de Morales. Quizá como una concesión al gobernador jujeño, la estridente banda de bombos, redoblantes, trompetas y trombón que le dio clima futbolero al acto tocó fugazmente los acordes de la Marcha Radical.
Con Valenzuela como maestro de ceremonias, primero habló Morales y el arranque de su discurso fue contundente contra el kirchnerismo: “Estoy convencido de que el país tiene, entre sus grandes desafíos, especialmente uno: que el Frente de Todos se vaya y deje de gobernar. Nos están dejando un país en la miseria, con altos índices de inflación y con un nivel de pobreza que es inaceptable para un país tan rico, potente y con un pueblo tan grande como es Argentina. No se lo vamos a permitir”.
Enseguida resaltó que “lo que necesita la República Argentina es liderazgo, carácter y experiencia de gestión, que no es andar a los gritos ni hacerse el bravo, sino experiencia, logros y decisiones”. Se trató de una clara alusión a Bullrich, cuya resistencia a ampliar JxC le dedicó el siguiente párrafo: “No tomamos el atajo, el camino de achicarse y de convertirnos en una secta, sino de sumar voluntades que quieren lo mejor para el pueblo argentino”, enfatizó el precandidato a vicepresidente.
El discurso de Morales duró 13 minutos y cuando presentó a Rodríguez Larreta, entre elogios a su condición de “gestor”, las tribunas estallaron con el estribillo “Horacio presidente”, mientras por los parlantes sonaba “No me arrepiento de este amor”, de Gilda, en la versión rockera de Ataque 77.
Larreta, por momentos al borde de la disfonía (explicó que se debía al acto de anoche en Villa Devoto, que marcó el principio de la campaña), elogió su experiencia de gestión y la de Morales en Jujuy, pero, sobre todo, hizo hincapié en el coraje de su compañero de fórmula: “Gerardo es un tipo que se la banca -dijo. Lo vimos todos la semana pasada (por los incidentes en Jujuy), cuando se bancó con mucho temple, equilibrio y diálogo. También se la bancó cuando metió preso a Milagro Sala y a la Tupac Amaru, que tenían un gobierno paralelo. Ese es el modelo que representamos”.
También fue durísimo contra el Gobierno (como cuando prometió “terminar para siempre con el kirchnerismo”) y luego insistió en su idea de aplicar “cambios profundos y que se mantengan en el tiempo”. Allí recordó, casi a manera de autocrítica (¿o de crítica hacia Mauricio Macri?): “Ya tuvimos una experiencia donde iniciamos un proceso de cambio en la buena dirección y no lo pudimos sostener. Eso no nos va a volver a pasar. Ya nos pasó una vez, no lo vamos a repetir”.
Rodríguez Larreta apuntó a continuación a los “tres pilares” de su propuesta de campaña, que son la educación, el trabajo y la seguridad. “Con cambios de fondo, vamos a impulsar una verdadera revolución educativa, una revolución de trabajo y una revolución de la seguridad para todos los argentinos”, dijo el precandidato presidencial, en un tramo que arrancó ovaciones de la gente.
También aludió a Bullrich, sin nombrarla, cuando le pidió a los presentes: “No nos enganchemos con la politiquería, las chicanas, las críticas. Defendamos la unidad, hagan lo que hagan los otros”. Y con un segundo de demora, agregó como para que no quedaran dudas: “O las otras”.
“Nosotros venimos a cambiarle la vida a los argentinos; vamos a presentar una propuesta por día para solucionar los problemas del país”, prometió para finalizar el acto, con todo el microestadio de pie, entre aplausos de todos y con un clásico de Los Fabulosos Cadillacs a todo volumen, “Matador”, cuya letra dice: “Me dicen el matador, nací en Barracas. Si hablamos de matar, mis palabras matan”.
Cuando las tribunas ya se habían vaciado, en el escenario central sólo se quedaron Hotton y Espert para innumerables selfies con sus simpatizantes. Como estrellas de rock. O de un acto casi peronista.
Fotos: Maximiliano Luna
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