Las definiciones en las listas bonaerenses de los candidatos de Juntos por el Cambio dejaron tanto en Horacio Rodríguez Larreta como en Patricia Bullrich una sensación de conformidad y, a la vez, la certeza de que la pelea electoral en la decisiva provincia de Buenos Aires será a todo o nada.
Por un lado, el lanzamiento de la fórmula Diego Santilli-Gustavo Posse llenó de optimismo al equipo de campaña de Larreta y de su candidato a gobernador bonaerense: creen que será clave para las PASO el aporte del intendente de San Isidro y de su par de Tandil, Miguel Lunghi, dos referentes radicales que representan unos 400 mil votos y que atraerían a otros colegas de la UCR, disconformes con el acuerdo del jefe del partido en la provincia, Maximiliano Abad, con Patricia Bullrich.
En el santillismo deslizan los nombres de jefes comunales como Javier Ignacio Olaeta, de Arrefices; Víctor Aiola, de Chacabuco, y Salvador Serenal, de Lincoln, como algunos de los radicales que podrían saltar el cerco de Bullrich en supuesto desacuerdo con su drástico planteo de imponer una lista propia para todas las categorías en cada municipio y estimular la competencia directa con la nómina larretista, poniendo en riesgo la reelección de los intendentes actuales.
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En el entorno de Abad relativizan esos movimientos internos en la UCR bonaerense y sólo admiten que Aiola no buscará su reelección y su candidato a sucederlo podría surgir de un sector disidente del líder del partido a nivel provincial. De todas formas, no disimulan que están viviendo un clima de euforia: el acuerdo político al que llegaron con Bullrich le permitiría al partido un “crecimiento histórico” en el plano legislativo. “Desde octubre de 2001, en que Raúl Alfonsín ganó una banca, que el radicalismo bonaerense no tenía posibilidades como ahora de llegar al Senado de la Nación”, se entusiasman. Y agregan: “Además, conseguimos la candidatura a vicegobernador, dos lugares en la lista de diputados nacionales, varios legisladores provinciales y muchísimos postulantes a concejal”.
Para los allegados a Abad, primer candidato a senador nacional de Bullrich en provincia, cualquier disidencia interna no cambiará el mapa de la UCR en el distrito, en el que hay 32 intendentes que pertenecen al partido, de los cuales sólo 4 o 5 (Posse y Lunghi, entre ellos) se alinearon con Larreta. “Habrá un aumento de la representatividad del radicalismo bonaerense, pero no se trata sólo de espacios legislativos -aclaran-. Maxi llegó a un acuerdo político con Patricia que garantiza un rol importancia a la UCR en la estrategia electoral y en un futuro gobierno de coalición”.
Por eso los estrategas de Santilli quieren que Posse asuma un papel protagónico en la campaña para buscar los votos radicales en la provincia: está previsto que recorra los pueblos del interior bonaerense y cada rincón de la Primera Sección Electoral (donde está San Isidro, su distrito, además de Campana, Escobar, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Luján, Malvinas Argentinas, Marcos Paz, Mercedes, Merlo, Moreno, Morón, Navarro, Pilar, San Fernando, San Miguel, Suipacha, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López).
Cerca de “El Colo” admiten que Abad “controla 24 intendentes radicales, que representan el 3,4% del padrón electoral de la provincia”, pero resaltan que “con Posse y Lunghi, más los intendentes del sector Evolución, de Martín Lousteau, los superamos no sólo en cantidad de electores sino también si se considera el predicamento en el distrito de los intendentes de San Isidro y Tandil”. La incorporación de Lunghi es considerada clave: Tandil es el distrito más populoso del interior de la UCR, con 112.000 electores y la segunda ciudad con mayor cantidad de habitantes de la Quinta Sección Electoral.
Pero el santillismo apuesta a afianzarse electoralmente no sólo con la UCR: en su equipo prevén impulsar “microcampañas” en donde cada candidato fuerte del espacio asumirá un lugar específico para salir a conquistar segmentos del electorado. Además de Posse, el liberal José Luis Espert, primer candidato a senador nacional, concentrará su tarea proselitista en la Quinta y en la Sexta Sección Electoral, donde “mide muy bien”, mientras que Miguel Angel Pichetto, quien encabeza la lista de diputados nacionales en la provincia, apuntará a su perfil peronista para sumar votos en la Tercera Sección Electoral, un bastión del PJ, y Cynhtia Hotton, segunda postulante a senadora nacional, focalizará su tarea en las cabeceras de las secciones electorales y también en la Tercera para potenciar su inserción en los sectores evangelistas en procura de apoyos que serán cruciales.
El propio Santilli está ajustando su estrategia de campaña, pero ya tiene previsto acentuar desde este lunes sus recorridas por la provincia: se propuso visitar 70 distritos bonaerenses en 40 días, el doble de los que caminó en las elecciones legislativas de 2021, que ganó con el 40% de los votos.
Desde el sector de Bullrich hay confianza en que el acuerdo con Abad será determinante para triunfar en las PASO y destacan la elección de Miguel Fernández, intendente radical de Trenque Lauquen, como candidato a vicegobernador de Néstor Grindetti. Se lo considera un dirigente con llegada al interior bonaerense, conocedor de la problemática del campo (el municipio que dirige es el corazón de la industria lechera del país) y, además, tiene un plus: preside el Foro de Intendentes Radicales.
El bullrichismo también apelará a una figura que proviene del liberalismo para atraer votos de ese andarivel: se trata de María Eugenia Talerico, alineada con Ricardo López Murphy, que será segunda candidata a senadora nacional en la provincia. Es una abogada penalista, experta en temas de integridad financiera, lavado de activos y financiación del terrorismo, que se desempeñó durante el gobierno de Cambiemos como vicepresidente de la Unidad de Información Financiera Argentina (UIF).
Cristian Ritondo, primer candidato a diputado nacional por la provincia, también quedó satisfecho con el cierre de las listas bullrichistas. Logró tres lugares en esa nómina (además de él, el quinto puesto para Martín Yeza, intendente de Pinamar, y el décimo para Mercedes Joury), además de postulaciones a legislador bonaerense que siguió negociando hasta el cierre del plazo para inscribir las candidaturas. Y en el ritondismo se entusiasman porque anotaron 27 candidatos propios a intendente en municipios como Avellaneda, San Martín, Las Heras, Ituzaingó, Mercedes, Pilar, Exaltación de la Cruz, San Andrés de Giles, Zárate, Olavarría y Esteban Echeverría, entre otros.
Ya cerca de que venciera el plazo legal, los operadores de Santilli confirmaron que en la lista de candidatos a diputado nacional que encabeza Pichetto hubo incorporaciones sugestivas: en el tercer lugar figura el radical Pablo Juliano, que responde a Facundo Manes; en el quinto, Federico Suárez propuesto por María Eugenia Vidal, y en el séptimo, Emiliano Giri, que llegó de la mano de Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, que parecía equidistante en la pelea del PRO. Y Waldo Wolff, un “halcón” que actualmente es secretario de Asuntos Públicos porteño, con un activo rol como vocero político del larretismo, será precandidato al Parlasur por la provincia.
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