(Enviado especial a Formosa) La provincia aguarda con expectativa los comicios de este domingo. Aunque sin perder el ritmo de pueblo, que incluye la siesta casi en forma obligatoria, en todos los rincones se percibe el interés por ver qué final tendrá esta historia. Con una temperatura veraniega cercana a los 30 grados después de una semana donde las marcas térmicas habían descendido hasta los 5 grados, los formoseños deberán optar por la continuidad que parece eterna del peronista Gildo Insfrán al frente de la gobernación o si se terminará este ciclo histórico que supera las tres décadas en el poder, si se cuenta que en dos ocasiones fue vicegobernador de Vicente Bienvenido Joga.
Conscientes de que deberán derrotar a un oficialismo que es amo y señor en la provincia, en los sectores de la oposición todavía mantienen el optimismo en que puede producirse un batacazo. Ponen como ejemplo lo que sucedió recientemente en San Luis con Alberto Rodríguez Saá que perdió los comicios ante una alianza multisectorial liderada por Claudio Poggi. “Los sanluiseños pudieron, ¿por qué no vamos a poder nosotros?”, afirma uno de los integrantes de la principal alianza que enfrentará al actual mandatario.
El escenario presenta similitudes con San Luis y también algunas diferencias de peso. Aquí la Concertación Frente Amplio Formoseño que adoptó el naranja como color para identificar a sus candidatos, logró reunir a 7 partidos (la UCR, el PRO, el MID, Libres del Sur, el Partido Socialista, la Coalición Cívica y Nuevo País) pero no hubo acuerdo con el empresario Francisco Paoltroni, que hace dos años, entre las PASO y las legislativas de medio término en 2021, decidió incursionar en la política con la creación de un partido nuevo, como alternativa a los tradicionales, al que bautizó como Libertad, Trabajo y Progreso (LTP).
“Acá hubo una pelea de egos y terminaron haciéndosela más fácil a Gildo”, razona un comerciante del centro, Guillermo, que tiene decidido su voto por uno de ellos, aunque no brinda precisión sobre a cuál elegirá. Francisco Carbajal, de la Unión Cívica Radical, será quien encabece la lista del Frente Amplio. Paoltroni se presenta como la tercera opción.
El candidato al máximo cargo provincial por el LTP le cuenta a Infobae que “es el momento de hacer algo diferente, de cambios profundos. Sabemos que es una lucha desigual pero confiamos en sacarle votos al peronismo”. Desde que empezó en política con un motorhome y dos camionetas que lo secundaban recorrió los pueblos chicos y más postergados del oeste formoseño. Así fue sumando voluntades y escuchó las demandas de los integrantes de los pueblos originarios. También intentó convencer a los pequeños productores rurales de que debían cambiar de opción. De ese modo intentará captar, según sus proyecciones más de 30 mil votos.
Con convicción señala que “hay que demostrar que Formosa puede ser una provincia productiva y también que Gildo (por Insfrán) no es invencible. Se necesita gente nueva con ideas renovadoras porque en los últimos 30 o 40 años todos fracasaron: militares, radicales, liberales, peronistas”.
Paoltroni negoció con el Frente Amplio. Fue con una apuesta fue fuerte: pidió ser el único candidato para la gobernación. Se encontró con la negativa de Carbajal y los suyos. En 2021 el triunfo en la Capital provincial de la oposición los fortaleció. Por eso no estuvieron dispuestos a ocupar cargos secundarios como la pelea por la intendencia que actualmente tiene al peronista Jorge Alberto Jofre a la cabeza. El acuerdo se esfumó por más que al empresario le ofrecieran ir segundo, como vicegobernador.
Tanto desde la fórmula que a nivel nacional recibe el respaldo de Juntos por el Cambio -el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial por ese espacio, Horacio Rodriguez Larreta, estuvo el martes en territorio formoseño- como de la de Paoltroni saben que deberán luchar contra un adversario que va por su séptima reelección. Contra ese “aparato” es la contienda electoral, con una caja enorme que no escatimó recursos en busca de su objetivo de mantenerse en la gobernación que ostenta desde 1995. Igual confían en dar la sorpresa.
La Capital, con el 50% del padrón total de 479.879 personas habilitadas para los comicios, es apenas una muestra de todo lo que Insfrán exhibe como logro de gestión. Además de su rostro replicado en cientos y cientos de carteles junto a su sobrino, Eber Wilson Solís, que lo acompaña en la fórmula, inauguró obras hasta último momento. Su sello se trasluce en un natatorio cubierto climatizado con todas las comodidades hasta el edificio remodelado a nuevo del Instituto de Asistencia Social para los Empleados Públicos, que está sobre la calle Moreno, a pocas cuadras de la principal sede gubernamental.
Desde la oposición denuncian que el asistencialismo y el clientelismo son otras dos herramientas habituales que utiliza la gente que responde a Insfrán. “Ves cruzando por las calles camiones lleno de bolsitas con mercadería de primera necesidad y lo hacen con total desvergüenza como si pudieran comprar la voluntad de los ciudadanos con una bolsa con 4 o 5 kilos de alimento”, ejemplifica Carbajal ante la consulta de este medio.
En el peronismo, en tanto, descartan este crecimiento opositor. Creen que la Ley de Lemas, que no rige para elegir al gobernador, pero sí en las demás categorías, servirá como envión para que Insfrán gobierne, a los 72 años, por otro período más hasta 2027.
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