El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, está terminando de negociar el armado de las listas nacionales para presentar antes de la medianoche del sábado. Una vez caída la posibilidad de lograr un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta para formar una nueva coalición opositora, el dirigente cordobés avanzó en la construcción de su esquema, decidido a competir como candidato a presidente.
Aunque está enfocado en la elección en Córdoba, que se llevará a cabo el domingo y es su principal obsesión, el mandatario define por estas horas los nombres propios que conformarán la oferta electoral de la alianza “Hacemos por Nuestro País”, integrada por el peronismo cordobés, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Cristiano, el Partido Autonomista y otras fuerzas provinciales más pequeñas.
Según pudo reconstruir Infobae, el ex ministro del Interior y actual diputado nacional Florencio Randazzo lo acompañaría en la fórmula presidencial. El ex funcionario nacido en Chivilcoy fue sondeado en un primer momento para ser candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, pero finalmente ocuparía la candidatura de vicepresidente.
Las cabezas de lista de diputados nacionales por el territorio bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires son casi un hecho. El primer lugar de la lista bonaerense está asignado para Hilda “Chiche” Duhalde, mientras que en el segundo escalón estaría Alejandro “Topo” Rodríguez, dirigente de íntima confianza Roberto Lavagna.
Rodríguez ingresó a la Cámara baja de la mano del economista, cuando fue candidato a presidente en el 2019. Junto a los legisladores socialistas y cordobeses armaron un bloque de 8 diputados que les permitió ser partícipe en las negociaciones más importantes en el ámbito parlamentario. El ex ministro de Economía respalda la construcción política del gobernador cordobés.
El primer lugar de la lista de diputados nacionales por el territorio porteño será para Diego Bossio. El economista se acercó a Schiaretti y se convirtió en uno de los armadores del espacio político en Buenos Aires. Alejado de Sergio Massa, con el que supo tener una estrecha relación hasta el momento que el actual ministro cerró su ingreso al Frente de Todos, el ex titular del ANSES vuelve al ruedo legislativo en una elección donde el escenario electoral está totalmente fragmentado.
Aún resta definirse el nombre para el primer escalón de la lista de senadores nacionales por Buenos Aires. En las próximas horas se terminaría de cerrar y, de esa forma, Schiaretti tendría la primera línea armada para presentar las listas en la justicia electoral.
En la mayoría de las provincias el cordobés presentará una lista corta. En el cuarto oscuro aparecerá su boleta pegada a la de los legisladores nacionales por la provincia. No tendrá candidatos a gobernadores. Ni siquiera en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más determinante del país. Tampoco habrá candidato a Jefe de Gobierno porteño, otros de los lugares importantes en término de votos.
Hay acuerdos subterráneos con alguno gobernadores para que colaboren en el armado de listas alternativas. Esa es una realidad que todos negarán. “Hay que pasar la ambulancia”, reconoció un dirigente que está al tanto de las múltiples negociaciones. Es decir, tienen que salir a buscar a nombres propios que estén afuera de los principales armados nacionales.
Otro nombre relevante en el esquema cordobés es el de Carlos Gutiérrez, su principal armador político y actual diputado. Este año se le vence el mandato y en las elecciones de octubre ocuparía el primer lugar de la lista de diputados nacionales por Córdoba. El schiarettismo asegura que pondrá lista de diputados, senadores y legisladores del Parlasur en casi todo el país.
La expectativa que tienen en Córdoba es meter tres diputados de los nueve que suelen ingresar. Eso se podría lograr gracias a la candidatura a presidente de Schiaretti, ya que el gobernador es el que mejor mide en su provincia y alcanzaría los 35 puntos en el territorio. Claro está que su candidatura se debilita ampliamente afuera de los límites provinciales y regionales.
De acuerdo a quién sea el ganador de las PASO en Juntos por el Cambio, las negociaciones entre Rodríguez Larreta y Schiaretti pueden reflotarse. Sobre todo apuntando a generar un acuerdo de gobernabilidad antes del 10 de diciembre. Algunos creen que la negociación recién se puede reflotar después de las elecciones generales de octubre, cuando ya queden parados dos candidatos para enfrentarse en el balotaje. Todo está por verse.
Además de ganar la provincia de Córdoba, donde el domingo se enfrentan Martín Llaryora con Luis Juez, el objetivo de fondo que hay en el armado que lidera Schiaretti es poder construir un bloque de diputados con cerca de 10 integrantes. Y, en un futuro, volver a transformarse en árbitro de la negociación parlamentaria, además de abrir las puertas para que - en el caso de que el peronismo pierda - algunos legisladores den el salto a una opción alejada del kirchnerismo.
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