Después del cierre de listas rumbo a las elecciones de este año, el lunes 26 el presidente Alberto Fernández tendrá un nuevo encuentro con su par brasileño Luis Inácio Lula Da Silva. El jefe de Estado argentino viajará a Brasilia para una visita oficial al vecino país en la que se conmemorarán los 200 años de relaciones diplomáticas entre las dos naciones. Irá y volverá en el mismo día.
Lo acompañarán el canciller Santiago Cafiero, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, aunque la comitiva podría ampliarse. Cuando llegue a destino lo aguardará el embajador de nuestro país en Brasil, Daniel Scioli, quien por el momento es uno de los precandidatos de Unión por la Patria, el nuevo sello distintivo que adoptó el Frente de Todos para afrontar el desafío electoral en este 2023.
La relación cercana entre Alberto Fernández y Lula se profundizó luego del triunfo del líder petista en los comicios en los que derrotó al derechista Jair Bolsonaro. El argentino fue el primero en visitarlo luego de esa victoria.
La última vez que ambos mandatarios se vieron fue a fines de mayo cuando en la capital brasileña se realizó la reunión de presidentes sudamericanos que sirvió para el relanzamiento de la UNASUR, el organismo regional que con la llegada de Lula nuevamente al poder volvió a cobrar preponderancia. Entre el 30 y el 31 de ese mes se debatió sobre el rol que debía cumplir, con la presencia incluso del venezolano Nicolás Maduro, lo que despertó muchas polémicas debido a las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos que pesan sobre el país caribeño. Tanto el mandatario argentino como Lula mantuvieron en esa ocasión reuniones bilaterales con Maduro.
En esa última visita Fernández consiguió un acuerdo que permitiría el financiamiento para avanzar con la obra del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que conecta varias provincias argentinas, y cuyos pasos iniciales que lo pusieron en funcionamiento se dieron el 20 de junio desde Vaca Muerta.
De acuerdo con lo que precisaron fuentes del Gobierno, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) aportaría 600 millones de dólares en el proyecto, lo que permitiría la importación de productos brasileños.
De esta manera, la Argentina podría acceder a créditos para comprar tubos y láminas de acero que se fabrican en la vecina nación y que se utilizarán en la segunda etapa de la construcción del gasoducto que conectará la localidad de Tratayén, Neuquén, con Salliqueló, en Buenos Aires, pasando por Río Negro y La Pampa.
Por otra parte, los dos mandatarios además acordaron que Brasil garantice el suministro de energía eléctrica de fuentes térmicas a la Argentina en los próximos meses, también mediante una mejora en las facilidades de pago, que pasará de los 30 días actuales a los 180, de acuerdo con lo que anticiparon fuentes cercanas a las negociaciones.
Actualmente Lula se encuentra de gira por Europa. Estuvo en una audiencia privada con el Papa Francisco en el Vaticano, con la primera ministra italiana Giorgia Meloni en Roma y ahora viajó a París donde tuvo una reunión con el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. “Hablamos sobre la próxima reunión de BRICS y sobre el viaje del presidente Ramaphosa a Kiev y San Petersburgo, y las conversaciones que tuvo con Zelensky y Putin”, reflejó el brasileño en sus redes sociales.
Argentina está interesada en unirse al grupo de los BRICS, un acrónimo que representa a cinco países (integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que se unieron en una asociación económica cuyo fin es potenciar la asistencia financiera para determinados tipos de proyectos. A comienzos de junio, en la gira que el ministro de Economía, Sergio Massa, hizo por China la potencia asiática ratificó sus intenciones de apoyar esa iniciativa. También, Dilma Rousseff, la ex presidenta brasileña que ahora está al frente del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los BRICS, tras reunirse con Massa dio indicios en el mismo sentido.
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