La escalada verbal entre el Gobierno y Juntos por el Cambio no se detiene, sobre todo después de los graves incidentes entre manifestantes y policías en San Salvador de Jujuy producidos ayer, frente a la Legislatura local, durante la jura de la nueva constitución provincial.
La ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, calificó de “mafiosos” a la dirigencia oficialista de Unión por la Patria, a raíz de la advertencia del diputado Eduardo Valdés de que podría producirse una “convulsión social” en caso que la oposición se imponga en las elecciones.
“Mientras destruyen todo, con más del 100 % de inflación, altísima pobreza, violencia y destrucción, amenazan como mafiosos. Saben que van a perder el país. Conmigo, los que hacen estas amenazas terminan en cana”, sostuvo Bullrich en su cuenta personal de Twitter, al citar una nota de Infobae que reproducía las declaraciones de Valdés sobre la tensión política en Jujuy.
Ayer, el legislador nacional, cercano tanto a la vicepresidenta Cristina Kirchner como al presidente Alberto Fernández, planteó que si la oposición llega al gobierno habrá “convulsión social” como la que hoy “existe en Jujuy”.
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“Nosotros una de las cosas que garantizamos, con todos nuestras virtudes y con todo los defectos, es la paz social. Los sectores más organizados de la sociedad argentina peticionan, pero no convulsionan como está pasando en este momento en Jujuy”, aseguró el ex embajador ante la Santa Sede en una entrevista con la Agencia Paco Urondo.
En esa línea, acusó al gobernador Gerardo Morales de intentar “aprovecharse de una mayoría transitoria” para “anular derechos sociales, y el derecho a peticionar fundamentalmente y se está queriendo prohibir”. “Ese es el país que se viene, el que está practicando Jujuy”, advirtió Valdés.
Por su parte, Morales defendió el operativo en Jujuy y renovó sus críticas a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner: “Son como Trump y Bolsonaro”.
Después de dos semanas de protestas de sindicatos docentes, estatales, organizaciones sociales y pueblos originarios, ayer una multitud se manifestó con violencia durante más de cuatro horas frente a la Legislatura de la provincia de Jujuy luego de una sesión en la que participó el gobernador Gerardo Morales. Los convencionales oficialistas, junto a los del Frente Justicialista, dieron por aprobada y jurada la reforma parcial de la Constitución, la cual quedará en vigencia tras su publicación.
Los incidentes generaron numerosos destrozos con un saldo de 56 personas detenidas y numerosos heridos.
El conflicto en la provincia norteña, que se profundizó durante el fin de semana a partir de los múltiples cortes de ruta convocados por los pueblos y comunidades originarias, agravó la disputa política entre el Gobierno y Juntos por el Cambio, debido a que el gobernador Gerardo Morales pertenece a la Unión Cívica Radical (UCR) y su gestión es adversaria del peronismo.
En ese contexto, los dirigentes opositores apoyaron la reforma constitucional que terminó de sancionar ayer Gerardo Morales y respaldaron la respuesta del mandatario jujeño a la protesta social que recrudeció en los últimos días.
Durante una conferencia de prensa en el Congreso, el pleno de los partidos que integran Juntos por el Cambio hizo ayer una defensa cerrada del precandidato presidencial radical, al acusar al kirchnerismo y al Gobierno como instigadores de los hechos de violencia protagonizados en la capital jujeña.
La situación de Jujuy se da en un momento de tensión política a nivel nacional, producto de la discusión por las candidaturas para las elecciones PASO del 13 de agosto. El sábado es el cierre de listas y Gerardo Morales suena como el dirigente con más posibilidades de ser el compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta.
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