Dos crisis políticas sacuden a dos provincias en el último tramo de selección de candidatos para las PASO, mientras se celebran elecciones en el interior y correr el cronograma electoral. Y la reacción del Gobierno, en uno y otro caso, es diametralmente opuesta. Frente a los incidentes en Jujuy, los máximos referentes de Unión por la Patria salieron de manera contundente, uno por uno, por sector, por dirigente o por funcionario, a través de comunicados, tuits y declaraciones ante los medios. Por el contrario, ante la conmoción por el crimen de Cecilia Strzyzowski que salpica al oficialismo en Chaco, eligieron el silencio, o bien los intentos de relativización o desvinculación del poder político.
La principal diferencia entre los distritos del Norte Grande es el color partidario. El primero es gobernado por un referente opositor, Gerardo Morales, jefe radical aliado del presidenciable Horacio Rodríguez Larreta y de la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. El segundo se encuentra bajo el mando de Jorge “Coqui” Capitanich, uno de los jefes provinciales más afines a Cristina Kirchner, de buen vínculo con Alberto Fernández, que acaba de registrar la segunda derrota del PJ en el ámbito federal este año en unas elecciones atravesadas por la desaparición de la mujer.
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Cristina Kirchner tardó pocas horas en tuitear sobre la represión en tierras jujeñas, el martes por la tarde, con una cita a un informe de la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Mientras que el ministro del Interior, muy cercano a la vice y eventual postulante para las PASO presidenciales cuestionó a Morales por Twitter y luego lanzó un duro comunicado oficial desde la cartera.
Desde que el caso pasó a estar en la agenda nacional, el Gobierno no sólo se mantuvo en silencio, sino que buscó relativizar la vinculación entre el crimen de Chaco con el espacio político de Capitanich, a pesar de que los principales acusados de la desaparición y presunto asesinato de la joven eran candidatos de su lista y recibían fondos millonarios de parte de de la administración provincial. “No hay mayor bajeza que hacer un uso político de la desaparición de una mujer”, dijo Gabriela Cerruti el jueves a través de Twitter.
Ninguno de los dos máximos referentes del kirchnerismo hizo una sola alusión a la detención de Emerenciano Sena, que se presentaba como precandidato a diputado provincial; su esposa, Marcela Acuña, que buscaba ser la próxima intendenta de Resistencia, y Gustavo Obregón y Fabiana González, que competían para legisladores, todos apuntados por la Justicia por su vinculación con el femicidio.
La situación de Jujuy no sólo sirve como factor para contrarrestar el caos en Chaco, donde Capitanich perdió y la participación fue bajísima (sólo el 53 por ciento del electorado fue a votar). Sino que también empezaba a funcionar como eje de acercamiento en la interna de UP. Ayer, Daniel Scioli, el principal blanco de críticas La Cámpora porque se niega a bajar su candidatura, no sólo salió a encolumnarse con el resto del Gobierno, sino que lo hizo a través de un respaldo directo al comunicado de De Pedro, su eventual rival en la PASO.
Y Alberto Fernández, que también evitó referirse al caso chaqueño, salió ayer a repudiar con fuerza la reforma de la Constitución en el distrito radical, cruzó directamente al gobernador Morales, y lo responsabilizó por los disturbios protagonizados por grupos opositores vinculados a la líder social Milagro Sala, que irrumpieron en la Legislatura y provocaron destrozos. El jefe de Estado sostuvo que la reforma parcial de la Constitución que impulsa la UCR “desatiende acuerdos internacionales, no escucha a los pueblos originarios y niega el derecho a la protesta”.
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“Estamos hablando de algo netamente politico, no de un hecho policial”, argumentaron desde un alto despacho de la Casa Rosada ante una consulta sobre el contraste en las reacciones. “Estamos hablando de la reforma de una Constitución, nada menos. Como Gobierno nos parece grave una reforma que tuvo una marcha atrás de dos artículos a través de una conferencia de prensa. Estamos hablando de la Carta Magna, de la letra que maneja la vida de todos los jujeños. Viene de ahi el interés politico, es la Constitución de una provincia”, dijeron.
La oposición marcó anoche la diferencia en el tratamiento oficial de las situaciones en ambas provincias y directamente acusó a UP de “promover la violencia” para “distraer lo que sucede en Chaco, donde olímpicamente no se involucran”, según expreso el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que se encamina a competir a nivel nacional por la candidatura presidencial. Lo dijo en una conferencia de prensa en la sede nacional del PRO, a metros de la Casa Rosada, junto a su rival en el mismo partido, Patricia Bullrich, y referentes de todo el arco de Juntos por el Cambio que, a pesar del enfrentamiento interno, buscaron una foto de unidad en torno al respaldo de Morales.
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