Cuando se subieron al avión ayer por la mañana, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta no sabían que a la tarde iban a encabezar una foto de alto vuelo político. Ella iba a Córdoba, pero no pudo llegar. Él viajó a Formosa y se tuvo que volver antes. Iba a ser a las 17. Al final, acordaron a las 18. A esa hora, los dos presidenciables del PRO sellaron una tregua política y fueron el centro de una foto de unidad con todos los referentes de Juntos por el Cambio (JxC). Fue para repudiar la situación sociopolítica de Jujuy y respaldar al gobernador de esa provincia, Gerardo Morales.
Pese a las diferencias políticas que existen en la coalición, las figuras del espacio coincidieron ayer en la necesidad de mostrarse unidos. Tanto Bullrich como Larreta concordaron en que debían dar un mensaje de “fortaleza” y “marcar un límite” al kirchnerismo. En la oposición analizan que si llegan a la Casa Rosada el 10 de diciembre, la situación de la provincia del norte se puede replicar a nivel nacional.
Minutos después del mediodía del martes, la ex ministra de Seguridad almorzó junto a Damián Arabia, uno de sus armadores nacionales, en un bar de la zona del Jardín Botánico. Había llegado hacía un rato de Ezeiza, tras su fallido viaje a Córdoba, a donde tenía previsto hacer una recorrida de campaña con Luis Juez y Rodrigo De Loredo por las elecciones del domingo en esa provincia. Hubo bancos de niebla que impidieron que el vuelo aterrizara y el avión de Aerolíneas Argentinas regresó a Buenos Aires. De pronto, tomó su celular para hacer una llamada.
La llamada entre Bullrich y Larreta para organizar la conferencia
-Horacio-, saludó Bullrich.
-Hola, Patricia-, atendió Rodríguez Larreta desde Formosa.
“Ahí hablé con Gerardo y le pareció bien hacer una conferencia con todos”, le comentó Bullrich a Larreta. El jefe de Gobierno estuvo de acuerdo. Había estado en contacto con Morales durante toda la mañana y conocía lo que pasaba en Jujuy producto de las protestas en rechazo a la reforma de la Constitución local. Larreta y Bullrich resolvieron dar cita en la sede nacional del PRO, en la calle Balcarce 412. Analizaron breve la situación jujeña y propusieron redactar un comunicado conjunto de JxC.
Bullrich propuso de convocar a las 17. “Estoy en Formosa, Patricia. Puedo llegar a las 18”, pidió el jefe de Gobierno.
Larreta había amanecido en Iguazú, Misiones. Estuvo en esa provincia en modo campaña y a media mañana voló hacia Formosa para apoyar a los candidatos locales de JxC. Los formoseños también eligen gobernador el domingo. Lo acompañó una comitiva integrada por Julia Pomares, jefa de Asesores de la Ciudad, Jorge Telerman, director del Teatro Colón, y Gimena Villafruela, legisladora porteña.
Desde temprano, Larreta miraba su celular y recibía mensajes sobre la crisis en Jujuy. La Legislatura de esa provincia se aprestaba a aprobar la reforma constitucional impulsada por el gobernador Morales. A las 11 comenzó la protesta de un grupo de movimientos sociales, dirigentes de la izquierda, del kirchnerismo, pueblos originarios y docentes en rechazo a la nueva normativa. El edificio legislativo fue atacado por los manifestantes y hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad locales que trabajaban en la zona.
En una de las comunicaciones, Larreta le preguntó a Morales cómo podía ayudarlo y le preguntó si necesitaba que viajara a Jujuy. El gobernador agradeció y dijo que no hacía falta. Ambos son socios políticos y hablan a diario. A tres días de la presentación de candidaturas para las elecciones presidenciales, el líder radical es el nombre que suena con más fuerza para ser el compañero de fórmula del jefe de Gobierno. Las negociaciones políticas están avanzadas, aunque ayer se pausaron por la crisis y la violencia desatada en la provincia del norte.
El fin de semana, los sectores que resistían la reforma de la Constitución jujeña habían cortado rutas en el norte de la provincia. Las fuerzas de seguridad locales intervinieron; la situación terminó con incidentes y heridos. Ayer, los manifestantes se enfrentaron con la policía en el centro de San Salvador y la violencia escaló. Volaron piedras y balas de gomas desde las 11 hasta cerca de las 16. Hubo 68 detenidos, 170 personas heridas y 57 efectivos tuvieron que ser hospitalizados.
La previa a la foto de Juntos por el Cambio
Tras hablar con Morales y Bullrich, Rodríguez Larreta le informó la situación a su mesa chica. Eduardo Macchiavelli, secretario de Proyección Federal y armador nacional larretista, habló con Federico Angelini, presidente interino del PRO y candidato a vicegobernador de Santa Fe. Los dirigentes coordinaron detalles de la conferencia de la tarde y avanzaron en la logística.
Por orden de Bullrich, Angelini se contactó con los presidentes de los partidos de JxC. A la par, Bullrich lo llamó a Maximiliano Ferraro, diputado nacional y presidente de la Coalición Cívica, para comentarle lo que había hablado con Larreta y Morales. El dirigente estuvo de acuerdo, aunque pidió que la reunión tenga presencia de todos los referentes del bloque opositor y que no se busque “sacar rédito político” -en el marco de la interna presidencial entre la ex ministra y Rodríguez Larreta-.
Ferraro había ido a Capilla del Señor a ver a Elisa Carrió. Durante la mañana habló con Morales y le contó los detalles a la fundadora de la Coalición Cívica. Tras hablar con Bullrich y consensuar aspectos de la conferencia, el diputado se contactó con Angelini y convocaron a las autoridades de los otros partidos de JxC: Miguel Ángel Pichetto, de Encuentro Republicano, José Luis Espert, de Avanza Libertad, Margarita Stolbizer y Sergio Abrevaya, del GEN, y a Alberto Assef de Unir. Entre todos acordaron un comunicado que rubricaron y difundieron a las 16.
Algo que también coordinaron fue la ubicación de los dirigentes durante la conferencia. “Estuvo todo acordado y preparado antes”, reveló a este medio un testigo de la organización del cónclave. Bullrich y Larreta ocuparon el centro. A sus costado, las autoridades partidarias: Martín Lousteau, senador nacional y vicepresidente de la UCR, Ferraro, Pichetto y Espert. De pie, en las puntas y detrás de las banquetas, el resto de los legisladores y referentes.
También sobresalió la presencia de los legisladores nacionales María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Fernando Iglesias (PRO), Emiliano Yacobitti, Miguel Ángel Bazze y Luis Naidenoff (UCR), Juan Manuel López (CC).
También resolvieron quiénes hablarían y unificaron criterios del eje discursivo. “Esto es el kirchnerismo que promueve la violencia. Lo hacen para frenar el cambio, como no lo pueden frenar por los votos, lo hacen con la violencia”, sostuvo Rodríguez Larreta. Por su parte, Bullrich aseguró que “hay una orden explícita de no actuar de las fuerzas federales. Es una crisis grave y no vamos a permitir que se genere violencia”.
Los dos coincidieron apuntaron contra Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner por no pronunciarse sobre la crisis en Chaco, por la desaparición de Cecilia Strzyzowski. “Hay grupos manejados por Emerenciano Sena, que tienen el mismo accionar que Milagro Sala, que están siendo acusados de un femicidio”, señaló la presidenta del PRO en uso de licencia.
A las 13:30, Bullrich había hablado con Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO en Diputados, y con Humberto Schiavoni, titular de la bancada amarilla en el Senado. Ambos son dirigentes que orbitan en su armado político. Les avisó a los dos de la conferencia y les pidió que convocaran al resto de los legisladores de la coalición. Enseguida, los diputados cambiemitas labraron un comunicado para respaldar a Morales. Silvia Lospennato, diputada cercana a Rodríguez Larreta y secretaria parlamentaria del bloque, supervisó la prosa y retocó detalles del texto. Los senadores replicaron el mecanismo.
Durante la tarde, los distintos grupos de WhatsApp se intercambiaron mensajes, fotos y capturas de pantalla. En una semana de tensión política por la víspera del cierre de listas, la discusión electoral se suspendió. La situación de Jujuy acaparó el centro de la atención tanto de la oposición como del oficialismo.
A las 16:30 ya habían llegado los primeros dirigentes a la sede nacional del PRO. Hasta las 18:15 continuó el arribo de figuras de JxC. En total, 28 referentes de todos los partidos de JxC se concertaron. Por el fin de semana largo, algunos legisladores habían viajado a sus provincias y no pudieron llegar a Buenos Aires.
Entretelones de la espera en el quinto piso
Antes de la conferencia, los dirigentes se reunieron en la sala de oficinas del quinto piso. Se ubicaron alrededor de una larga mesa ovalada rodeada por 11 sillas de escritorio. La mayoría quedó de pie. “Horacio llega en cinco”, avisó Macchiavelli. Rodríguez Larreta aterrizó de Formosa y movió hacia Balcarce 412. Ya estaban Bullrich, Ferraro y el resto. Morales participó por Zoom desde su oficina en el predio Ciudad Cultural, en el barrio Alto Padilla de Jujuy. Intentaron transmitirlo desde una computadora, pero no se oía la voz del gobernador y buscaron un cable HDMI para conectarlo a un smart TV.
El mandatario jujeño habló durante 20 minutos y ofreció un informe detallado con la situación de la provincia. Acusó al Gobierno nacional por no interferir con fuerzas federales y apuntó contra el kirchnerismo. “Mandaron micros con gente de Buenos Aires”, señaló Morales”.
Durante la disertación del radical, solo intervinieron con preguntas Bullrich, Rodríguez Larreta y Pichetto. El presidente de la UCR nacional les anticipó que su equipo judicial preparaba demandas contra ministros y autoridades nacionales por “no cumplir con los deberes de funcionario público”, entre otros presuntos delitos.
Luego, repasaron cómo se sentarían para dar la conferencia. Con todo acordado, bajaron al subsuelo, donde esperaban los medios y los jefes de prensa de cada partido. La sala elegida era muy pequeña. Los dirigentes ingresaron en fila india, en medio de los periodistas, y se ubicaron detrás de un banner de JxC. Después de meses de interna, la oposición logró una foto de unidad. Acaso, la imagen política más importante que la coalición tuvo en el año.
Además, participaron Karina Banfi, María Luisa Storani, Fabio Quetglas, Alejandro Finnochiaro, Sabrina Ajmechedt, Camila Crescimbeni, Dina Rezinovsky, María Sotolano, Victoria Morales Gorleri y Garbiel Mraida.
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