La Comisión Nacional de Justicia y Paz, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se expresó este lunes respecto de las situaciones que se están viviendo en las provincias del Chaco, conmocionada por la desaparición de una joven en la que estarían involucrados dirigentes del oficialismo, y de Jujuy, en la que una reforma constitucional motivó múltiples manifestaciones que provocaron personas heridas y detenidos.
A través de dos comunicados que publicaron en sus redes sociales y en su página oficial, el organismo clerical realizó pedidos de “justicia” y de “diálogo sincero entre las autoridades y los distintos grupos” en conflicto, para que finalicen las protestas en ambos distritos.
En el primer caso, la Iglesia manifestó su acompañamiento “al pueblo chaqueño en su dolor” por la desaparición de Cecilia Strzyzowski y pidió “por su aparición, y porque se conozca la verdad y se haga justicia”.
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“Junto al Arzobispado de Resistencia y a la Comisión Diocesana de Justicia y Paz del Chaco, decimos ‘Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados’, como nos dijo Jesús. La justicia resulta particularmente importante en este contexto, en el que el valor de la persona, de su dignidad, de sus derechos y de la vida, a pesar de las proclamaciones de propósitos, se ve amenazada”.
Al respecto, la CEA remarcó que “todos podemos contribuir para procurar justicia –en especial los poderes del estado-, ya que es la única garantía para una convivencia en paz, sólida y verdadera”.
Además, el organismo citó al Papa Francisco y señaló que “la verdad es una compañera inseparable de la justicia y de la misericordia” y que “Verdad, Justicia y Misericordia, las tres juntas, son esenciales para construir la paz”, porque “cada una de ellas impide que las otras sean alteradas”.
“La verdad no puede ni debe ser camino a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos. […] Cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas”, expresó el Sumo Pontífice.
Respecto de la situación en Jujuy, la Comisión Nacional de Justicia y Paz puntualizó que “la sanción de una nueva Constitución en la provincia” ha “originado movilizaciones en todas las ciudades y pueblos jujeños, en las que se han pronunciado docentes, organizaciones sindicales, movimientos populares, organizaciones de pueblos originarios, movimientos políticos, movimientos e instituciones de nuestra Iglesia y numerosas personas”.
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“El gobierno ha prohibido esas manifestaciones y reprimido y detenido manifestantes, alegando que eran personas que estaban realizando actos de violencia. Recordamos que la Doctrina Social de la Iglesia señala que ‘consecuencia característica de la subsidiaridad es la participación, que se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece’”.
“Consideramos que toda persona que habita nuestra Patria puede y debe participar. En este caso se trata de la Constitución que regirá la comunidad jujeña en su desarrollo y desenvolvimiento y consideramos legítimo que quienes estén en desacuerdo con normas incluidas en esa Constitución reclamen ser escuchados”, opinó el organismo.
Asimismo, sostuvo que “es urgente que todos respondan al reiterado llamado de Mons. César Daniel Fernández, Obispo de Jujuy, ‘al diálogo sincero entre las autoridades y los distintos grupos de hermanos y hermanas que se encuentran en conflicto’”.
“Hay que detenerse para escucharnos pacientemente. Hay que construir puentes a recorrer para encontrarnos y no dinamitarlos. Todo se puede lograr con el diálogo y todo se pierde cuando la palabra cede el paso a la violencia. Es fatigoso el camino del diálogo, pero hay que transitarlo y escucharnos pacientemente haciendo lugar a las distintas voces de los actores de nuestra vida social”, había dicho Fernández.
“Con ese objetivo pedimos que se convoque a todos los jujeños y jujeñas a participar en un diálogo paciente y ordenado acerca de sus normas y que el resultado de ese diálogo sea sometido a un plebiscito vinculante”, cerró la Iglesia.
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