Los sindicatos y organizaciones sociales adheridas a la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) realizaron este viernes un paro y la jornada nacional de lucha, que incluyó cortes y movilizaciones en todo el país en rechazo de “las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), soberanía y justicia social y un aumento de emergencia”.
La medida de fuerza consistió en una huelga, acompañada de concentraciones y piquetes en todo el país, en el contexto de un reclamo para exigir un salario universal “que genere un shock distributivo que implique desterrar el hambre y la indignidad de tantas familias de la Argentina”.
En la zona del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) se produjeron cortes y concentraciones desde las 8 de la mañana en los principales accesos y puentes en dirección a la Ciudad. Las principales movilizaciones se realizaron en los siguientes puntos:
- Autopista Buenos Aires-La Plata;
- Puente Pueyrredón;
- General Paz y Constituyentes;
- Rivadavia y General Paz (Liniers);
- Puente El Trébol de la Autopista Richieri;
- Rotonda de Zárate;
- Paseo Colón y Estados Unidos.
La mayoría de las intersecciones estuvieron cortadas desde las primeras horas de la mañana hasta poco después de las 15:00 horas.
Hacia las 10, se produjeron cortes totales a la altura de avenida General Paz y Albarellos, sentido Provincia de Buenos Aires; y en Puente Pueyrredón, con piquetes en sentido a Capital y Provincia. En esa zona límite con el partido bonaerense de Avellaneda, la protesta de la CTA coincidió esta mañana con otra encabezada por el dirigente social Raúl Castells, del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD). Agentes ordenaban el tránsito con desvíos por Colectora y Avenida de los Constituyentes.
La circulación del tránsito estuvo obstaculizada en la zona de las calles Bernardo de Irigoyen, entre Belgrano y Moreno; y entre Hipólito Yrigoyen y Avenida de Mayo, con corte total por los manifestantes. La movilización atravesó las calles Sarmiento y 25 de Mayo.
Hacia el mediodía se realizó un acto en el Obelisco, donde hubo cortes parciales. Luego las columnas de manifestantes confluyeron en Avenida de Mayo y 9 de Julio y marcharon hacia la Plaza de Mayo pasadas las 13 horas. Luego de las 15 se levantó el corte en el lugar. Lo hicieron en reclamo de un incremento salarial de emergencia para todos los trabajadoras y rechazar “la injerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Además de los gremios adheridos a la central sindical, en la protesta confluyen organizaciones sociales y territoriales como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Frente Nacional Campesino, Movimiento Argentino Rebelde (MAR) y Movimiento 8 de abril.
Un documento de la CTA-A, que lideran el dirigente estatal Hugo Godoy el visitador médico Ricardo Peidro, sostuvo que “la situación de los sectores populares es crítica” y que “la sostenida y grave escalada inflacionaria, con epicentro en los precios de los alimentos de primera necesidad, refrenda la necesidad de modificar el actual rumbo económico”.
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La central obrera reclamó medidas de urgencia para restituir “los niveles de dignidad del pueblo”, y aseguró que “el acuerdo con el FMI legitimó la estafa de Mauricio Macri y sus socios fugadores, y desató una aceleración de la concentración y la desigualdad”.
“Existe una mayor reducción de la participación de los asalariados en el ingreso. La transferencia del trabajo al capital fue de 87 mil millones de dólares de 2016 a 2022, de los cuales 48 mil millones de dólares se trasladaron en 2021 y 2022″, puntualizó.
Para la CTA-A, el acuerdo con el organismo de crédito facilita otra vez “la fuga de capitales de las grandes empresas y de los bancos, una tasa imparable de inflación, una economía con signos de estancamiento productivo y la absoluta dependencia del ingreso de divisas para posibilitar los pagos de la deuda externa”, aseveró el documento de prensa.
“Lamentablemente el Gobierno actual aceptó pasivamente la trampa que entre el FMI y el Gobierno de Macri le dejaron con ese endeudamiento ilegal por donde se lo mire, pero que el Gobierno decidió aceptar y renegociar, en los peores términos con dicho organismo”, indicó el documento.
Y agregó: “Nuevamente entonces las fracasadas recetas del ajuste fiscal del FMI volvieron a ser parte de las políticas económicas de nuestro país. El resultado está a la vista: una tasa de inflación que no para de crecer, una economía con claros signos de estancamiento productivo, una absoluta dependencia de la entrada de divisas para posibilitar los pagos de deuda externa”.
La central obrera reclamó “la revisión e investigación de la deuda otorgada durante el gobierno de Macri, la lucha frontal en rechazo de la precarización laboral y la criminalización de la protesta, las persecuciones y los procesamientos, y un subsidio para pequeños productores, entrega de tierras fiscales, facilidades para proyectos productivos y créditos accesibles a tasa subsidiada para las pymes”, concluyeron los dirigentes.
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