La ex titular del PRO y precandidata presidencial por Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, se metió de lleno en la delicada situación que vive Chaco con el femicidio de Cecilia Strzyzowski y el ojo puesto en César Sena, hijo de Emerenciano Sena, referente piquetero de la provincia del norte argentino.
“Lo del Chaco me sugiere algo muy fuerte, hace mucho tiempo que venimos viendo los movimientos de esa escuela y esos dirigentes con una ideología autoritaria, con escuelas que enseñaban más o menos (como ser) un ejército guerrillero“, advirtió en referencia a Sena quien, con la asunción al poder de Jorge Capitanich en diciembre de 2007, se convirtió en uno de los militantes más destacados de aquella gestión y estableció una estrecha relación con el gobernador.
Bullrich luego dio lugar a la comparación al decir que “Sena ejerce un dominio total sobre la gente, como un Milagro Sala del Chaco, con lo cual esta situación (en relación con el crimen de Strzyzowski) es una prolongación de un modelo de sumisión, de autoritarismo, de utilizar a la gente como si fueran cosas”, enfatizó.
La referente cambiemista dijo que “hay que terminar de ver cómo esto se dirime en la Justicia, pero las características de Sena son absolutamente compatibles con esta lógica autoritaria”.
Nuevamente, las palabras “dominación”, “sumisión”, “esclavización”, “ideologización”, se oyeron en la entrevista con Marcelo Longobardi por Radio Rivadavia. “Él tiene una lógica autoritaria, de dominación, sumisión, casi de esclavización de la gente y de ideologización”, sostuvo Bullrich.
“Esto es peor que Milagro Sala”, apunto el periodista a lo que Bullrich agregó que “es necesario desarmar y desestructurar este modelo de dominación que iba a terminar en una situación de violencia extrema como la que tenemos en El Chaco”. Y fundamentó: “Es una tragedia que se podría haber evitado si se prestaba atención de estos modelos de dominios feudales: que el gobernador explique”, reclamó la precandidata presidencial.
Luego elevó una crítica al oficialismo diciendo que “cada vez que hay un drama en la Argentina, el Gobierno en vez de estar del lado de las víctimas se esconde, se evade de los problemas”. Y justificó diciendo que “no hablar es no involucrarse ante un modelo de poder que genera un dominio y sometimiento brutal“.
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