“La negociación está trabada en si hay PASO o no, y en los pisos para integrar las listas de candidatos”, aseguró un funcionario nacional en la tarde este martes, respecto a los idas y vueltas que hay para lograr un acuerdo en la antesala del vencimiento para presentar alianzas en la justicia electoral. Ahí reside el principal problema, pero para resolverlo aún hay tiempo.
Una de las pocas certezas por estas horas es que el Frente de Todos dejará de existir. La alianza electoral se llamará de otra forma y aún no está cerrada su composición. Hasta esta noche hay tiempo de armar el rompecabezas de partidos políticos y presentar el frente nacional en el juzgado federal N°1, con competencia electoral, que tiene a cargo la histórica jueza María Servini de Cubría.
En paralelo, los apoderados en la provincia de Buenos Aires presentarán en el Tribunal N°1 de La Plata, a cargo del juez Alejo Ramos Padilla, la composición del frente donde se inscriben los legisladores nacionales que compiten por el territorio bonaerense. Y en la Junta Electoral de Buenos Aires se presentará el frente que contiene la candidatura del gobernador, los intendentes, los legisladores provinciales, los concejales y los comuneros. Tres frentes para un mismo armado electoral.
Durante los últimos días, según pudo reconstruir Infobae, el oficialismo hizo focus group para saber el grado de aceptación de los posibles nombres. Aún no está claro cuál será el nuevo sello, pero desde el oficialismo dejan trascender que la palabra “todos” ya no estará. La marca que se formó en el 2019 y representó el regreso del peronismo al poder, dejará de existir a partir de mañana.
“Que se le saquen el Todos y se cambie de nombre es una señal para Alberto, que se queda afuera de todo. El no tendrá ningún tipo de influencia en este armado”, indicaron a este medio desde el kirchnerismo duro. Juran que el Presidente no tendrá lugar ni para poner un solo legislador de su confianza.
En el peronismo esperan presentar la nueva alianza electoral al caer la noche de este miércoles. Hay tiempo hasta las 00 horas. Lo que debe presentarse antes de la medianoche es cómo está compuesto el frente electoral, los partidos que lo integran, el nombre y el sello.
Hay cinco días más de margen para presentar la junta electoral del frente y el reglamento. La fecha de vencimiento es el 19 de junio a la medianoche. En gran medida, la discusión principal de estas horas está anclada en las reglas del juego. Sobre todo en cómo se integrarán las listas legislativas en el caso de que finalmente haya una PASO.
Esas negociaciones están estancadas. La Cámpora le planteó al sciolismo que se utilice el sistema d’hondt con un piso del 40% para que ingresen los legisladores de la minoría y que lo hagan a partir del puesto número 11. En general, en una buena elección, suele entrar entre 13 y 15 diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. La representación minoritaria sería casi nula.
Los encargados de llevar adelante la negociación por el lado de Scioli son el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el ex jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez. Ambos rechazaron de plano la propuesta camporista. En el entorno de Daniel Scioli hay mucho enojo con la jugada de la agrupación que conduce Máximo Kirchner y advierten que el ex gobernador no declinará su candidatura pese a las presiones.
“Está todo destrozado. Todo trabado y roto. Está todo mal”, resaltó un estrecho colaborador de Scioli. En el búnker naranja asumen que el camporismo está ejecutando un movimiento político que tiene como fin último bajar la candidatura de Scioli y concentrar todo el poder en el armado legislativo. Al kirchnerismo siempre le ha interesado construir un bloque fuerte en las dos cámaras del Congreso y gestionar el poder desde ese rincón de la política.
“La Cámpora está planteando una elección mirando la lista de diputados. No quieren ganar la elección nacional. Solo están viendo si pueden meter un diputado más”, fue la acusación que salió del entorno del ex gobernador en la noche de ayer. Las negociaciones están empantanadas pero nadie descarta la posibilidad de llegar a un acuerdo. “La política es el arte de lo posible”, fue la reconocida frase que se imprimió en el sciolismo.
Cerca de Scioli creen que La Cámpora está planteando un escenario donde el que gana se queda con todo y el que pierde se queda sin representación en las listas. Es decir, donde la minoría no existe. “¿Y si ganamos nosotros? ¿Qué van a hacer? ¿No van a participar del gobierno?”, se animó a proyectar un dirigente que tiene sus dos pies en el campamento que proclama la candidatura presidencial del actual embajador en Brasil.
El planteo que hicieron los delegados de Scioli es que el piso debería ser de entre el 20 y el 25%, y que las minorías deberían tener representación. Además, dejaron saber que si La Cámpora presiona con la inclusión del piso de 40%, no descartan llevar el conflicto a la justicia electoral. En el kirchnerismo están convencidos de que Scioli se bajará en un plazo breve, cuando conozca la fórmula amparada por Cristina Kirchner. “No tiene ni la estructura, ni el respaldo político, ni la plata para una campaña”, afirmaron.
En la tarde del martes la Vicepresidenta recibió en su despacho a Sergio Massa y Eduardo “Wado” de Pedro. Hubo rosca electoral en el Senado. A partir de ese momento las especulaciones sobre una posible fórmula integrada por los dos ministros del gabinete nacional aumentaron rápidamente y se esparcieron por las arterias del oficialismo.
En las oficinas del peronismo subieron las acciones sobre la dupla Massa-De Pedro. Hay quienes creen que será la fórmula y que Axel Kicillof, finalmente, buscará la reelección en la provincia de Buenos Aires. Es decir, que los tres dirigentes que estuvieron parados detrás del CFK en el acto del 25 de mayo serán quienes terminen siendo los principales candidatos del espacio.
Seguir leyendo: