-Están locos, cómo van a pedir subir el doble el piso-, recriminó un dirigente porteño de JxC.
-Hay que desalentar a los “busca”-, respondió un operador del PRO en la Ciudad de Buenos Aires.
Son días de llamadas cruzadas y reuniones a deshoras. A pocos más de 24 horas de un día decisivo para el sistema político, los dirigentes y armadores de todos los espacios luchan para manejar sus nervios. Van de un café a otro, se juntan en oficinas lúgubres con pocas personas. Zoom fugaces. Papeles y cientos de planillas. Y lo más importante: la lapicera. Esos elementos marcan el cuadro de situación en la víspera del cierre de alianzas, el plazo límite para que los partidos políticos presenten los frentes electorales ante la Justicia de cara a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
En Juntos por el Cambio (JxC) se vive con especial frenetismo. La coalición opositora llega al cierre de alianzas en un contexto de máxima tensión, desatada por la propuesta de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales de sumar a Juan Schiaretti a JxC. La idea provocó la ira y rechazo de Patricia Bullrich, Mauricio Macri y un ala del radicalismo. En tanto, el peronismo Republicano de Miguel Ángel Pichetto y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que preside Maximiliano Ferraro, se concertaron con el jefe de Gobierno y el gobernador de Jujuy para pedir la “ampliación” de la alianza. La situación se trabó y no podrá avanzar en lo inmediato.
Es en ese clima que los socios cambiemitas llegan al cierre de alianzas. Por estas horas, las autoridades partidarias y los operadores políticos de cada espacio debaten los detalles de la conformación del reglamento electoral que deberán presentar mañana a última hora a la justicia electoral. Ese debate genera especial énfasis en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires.
El cierre de alianzas implica que los partidos políticos se tienen que poner de acuerdo para constituir una Junta Electoral, integrada por los apoderados de cada partido, reunir el papelerío para validar la alianza, y lo más relevante en términos políticos: la elaboración de un reglamento electoral donde se fijan los pisos y porcentajes para la integración de las diferentes listas luego de las PASO.
Por la interna entre Larreta y Bullrich están prácticamente descartadas las listas de unidad. Eso implica que cada presidenciable llevará sus candidatos a legisladores y a intendentes, en el caso de la provincia de Buenos Aires. Si bien el cierre de listas es el 24 de junio, la presentación de alianzas es clave porque si hubiese listas divididas, hay tiempo hasta mañana para definir los pisos para repartir los espacios de poder. Es el punto que genera rispideces en este momento.
Está previsto que haya una reunión de los presidentes nacionales de los partidos fundadores de JxC, para buscar un punto de acuerdo político y aplacar las disonancias. Aún no definieron en qué momento, pero apuntan a que sea mañana, en un encuentro presencial. Asistirán Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), Federico Angelini (PRO), Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano) y Gerardo Morales (UCR).
Máxima tensión por el reglamento electoral en CABA
Este mediodía hubo una reunión entre dos representantes del PRO. Claudio Romero, legislador porteño leal a Rodríguez Larreta, y Juan Pablo Arenaza, jefe de campaña de Bullrich, se encontraron en una oficina del centro para deliberar acerca del reglamento electoral. No lograron acuerdo. El bullrichismo insiste en ir con listas legislativas divididas, tanto para la Cámara de Diputados de la Nación como para la Legislatura.
El larretismo intenta que haya una conformación de unidad. Esa misma idea defienden la Coalición Cívica y el radicalismo porteño, encarnado por el sector lidera el candidato a jefe de Gobierno de Evolución, Martín Lousteau. El bullrichismo, en cambio, puja para competir. En esa línea, Jorge Macri, candidato a jefe de Gobierno del PRO, exige aumentar los pisos para integrar las listas.
Hasta el 2021, ese umbral era de 15%. Es decir, para ingresar en el reparto de lugares para la lista de legisladores definitiva, luego de las PASO, cada partido debe alcanzar el 15%. Los espacios que no llegaran a ese piso, se quedan afuera de la boleta. Sin embargo, esta tarde escaló la tensión. Durante una reunión con representantes de JxC, el ala de Jorge Macri exigió que el piso se aumente.
“Pide entre 20% y 30%”, detalló uno de los testigos del Zoom. “A los dos grandes competidores les serviría subir el umbral para desalentar otras candidaturas”, explicó a este medio un operador político de peso en la coalición. La propuesta generó rispideces y provocó la bronca del radicalismo. “Nosotros no vamos a aprobar eso”, renegó un dirigente boina blanca. “Lo hacen para dejar afuera a López Murphy”, aseguró un legislador que frecuenta el Comité de la Ciudad de Buenos Aires.
En el radicalismo leen que se trata de una estrategia del Jorge Macri para despejar la cancha en la interna de JxC. Con un umbral alto, los partidos menores que no logren el piso establecido, quedan afuera de carrera en la lista para la elección general de octubre. Eso se interpreta como algo que “desalienta” a que esos partidos con menor representación compitan. Lousteau se mantiene férreo y presiona para que el piso electoral sea de 15%. Incluso, amenazan con romper JxC en la Ciudad si ese umbral está por encima de 20%.
Es un argumento que va en línea con el fastidio que hay en el búnker del primo de Mauricio Macri para exigirle a Bullrich que baje la candidatura a jefe de Gobierno de Ricardo López Murphy. El ex intendente de Vicente López considera que la presencia del Bulldog, por su perfil “halcón”, le disputa el voto a él. El diputado nacional liberal, por su parte, piensa seguir en carrera, pese a que fue eyectado de Republicanos Unidos, su anterior partido. Sostendrá su candidatura porteña con el Partido Demócrata Progresista, de Oscar Moscariello, y con Unir, de Alberto Assef. Y hay conversaciones para anexar un tercer sello. Ambos sellos esperan rubricar mañana su participación dentro de JxC.
López Murphy se entusiasma con las encuestas y confía que hará una “buena elección”. Ante el rumor sobre la posibilidad de que el ex ministro de Economía sea compañero de fórmula de Patricia Bullrich, el diputado liberal asegura que “sería un honor”. Aunque aclara que aún no le hicieron ningún ofrecimiento. “Es parte de una terna de posibles candidatos a vice”, deslizaron en el bullrichismo.
Aún es incierto. Si la propuesta se formalizara, López Murphy bajaría su candidatura a jefe de Gobierno.
En provincia, los intendentes buscan cuidar su territorio
En la provincia de Buenos Aires la regla es competir. Especialmente en el PRO. La Mesa provincial del partido amarillo delegó la elaboración del reglamento electoral en manos de Agustín Forchieri, ex legislador porteño del PRO y armador del larretista Diego Santilli, y Adrián Urreli, legislador bonaerense y jefe de campaña del bullrichista Néstor Grindetti.
El viernes pasado a la tarde hubo un Zoom en el que avanzaron en ese sentido. Participaron Forchieri y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, por Santilli, y Urrelli junto al legislador bonaerense Juan Pablo Allan, en representación de Grindetti.
Los intendentes habían exigido un piso sea “alto” para armar las listas. Pidieron lo mismo o más que en 2021. Es decir, pretenden que si hay más de una lista de JxC en cada distrito, el piso mínimo para ingresar en el reparto de concejales sea entre 25% y 30% de los votos de la interna. Aún no llegaron a un acuerdo. Forchieri y Urrelli intentan buscar un punto medio. A su vez, hablaron de replicar un “esquema de bandas”, para contemplar el intercalado de los lugares teniendo en cuenta el cupo de género.
El lunes, la Mesa del PRO suspendió su habitual reunión. Estaba previsto que se hiciera presencial. La tensión en la previa al cierre de alianzas desmotivó el encuentro.
-Hola, nos reunimos el lunes -, preguntó el jueves una de las integrantes de la Mesa en el chat de WhatsApp del grupo.
Silencio. Al día siguiente, uno de los intendentes del interior rompió el hielo.
-Por favor, podrá ser más tarde que la otra vez? No llego por el viaje-, solicitó el jefe comunal del PRO. No hubo respuesta.
-Suspendemos-, decretó, minutos después, un referente del grupo.
En este marco, los intendentes del PRO insisten en la necesidad de que se conceda la “V” en las 22 intendencias que gobiernan. Ese esquema implica que en esos distritos los dos presidenciables del PRO lleven candidato a intendente de unidad. Los jefes comunales consideran que es una forma de cuidar sus territorios y ordenar la estrategia electoral. Es algo en lo que están de acuerdo los 32 jefes comunales del radicalismo.
Las negociaciones seguirán hasta mañana a última hora.
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