La elección de Mendoza consolidó a Alfredo Cornejo en su proyección nacional y en su alianza con Patricia Bullrich dentro del fuerte debate acerca de la ampliación o no de Juntos por el Cambio. La ausencia de Horacio Rodríguez Larreta reafirmó el escenario de división interna: el triunfo del senador nacional en las PASO mendocinas subió las acciones del Grupo Malbec, forjado en la última Fiesta de la Vendimia entre la candidata presidencial del PRO y el sector de la UCR distante de Gerardo Morales.
Pero el jefe de Gobierno dio varios golpes de efecto con pocas horas de diferencia: foto y apoyo explícito a su proyecto presidencial por parte de Claudio Poggi, el ganador a la dinastía Rodríguez Saá en San Luis, más una definición sugestiva del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, en favor de la ampliación de JxC, hasta el guiño hacia Larreta que dio este lunes la Convención Nacional de la UCR hacia la apertura de la coalición a otros dirigentes, como Juan Schiaretti, aunque no fue nombrado.
Bullrich hizo su apuesta de estar al lado de su aliado Cornejo, aun cuando podía haber elegido viajar a San Luis, por ejemplo, donde había serias chances de que JxC diera un batacazo de la mano de Poggi, como sucedió. La foto de Mendoza fue clave para el trazado político bullrichista, que desplegó enviados especiales a cada elección que se hizo este domingo. Del Grupo Malbec, impulsado desde esta provincia, seguramente surgirá el compañero de fórmula de la ex ministra de Seguridad: un candidato firme es Maximiliano Abad, jefe de la UCR bonaerense, auspiciado por Ernesto Sanz.
El ex senador radical fogonea el acercamiento a Bullrich, aunque nadie cree que termine secundando a la postulante del PRO, como sospechan algunos. Sigue dando señales de preferir mantenerse activo en la negociación política entre bambalinas, sin sacrificar su vida familiar. Sanz no es precisamente un amigo de Cornejo en el mapa de la UCR, pero hoy coinciden en su apuesta nacional bullrichista.
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Este domingo electoral, el gobernador Rodolfo Suárez dio una sugestiva señal en el rompecabezas de JxC: en medio de las versiones de que podría ser el elegido de Bullrich como candidato a vicepresidente, reveló a los periodistas que proyecta completar el mandato de Cornejo en el Senado cuando éste lo reemplace al frente de la provincia. Suárez es senador suplente y, si Cornejo consigue volver a la gobernación mendocina, se sentará en la banca que queda vacante hasta 2027.
Instalada en Mendoza para celebrar su cumpleaños y acompañar a Cornejo, Bullrich ratificó ante sus allegados que hará todo lo posible para impedir el acuerdo de Juntos por el Cambio con Schiaretti. Considera que se trata de un error que debilitará a Luis Juez en su intento de gobernar Córdoba y, además, está segura de que desperfilará a la coalición porque aliarse al peronismo no kirchnerista, que acompañó en algunas medidas al Gobierno, diluye el rumbo del cambio.
Por eso el bullrichismo festejó los resultados electorales del “súperdomingo”: interpreta que en Mendoza, San Luis y Corrientes venció la identidad tradicional de Juntos por el Cambio antes que una expresión de extender las fronteras de la coalición como propone la mayoría de sus miembros, más parecida a un “amontonamiento” que al ingreso de dirigentes con afinidad de valores.
En el entorno de la candidata presidencial del PRO aseguran que a ella no le preocupa que la mayoría de JxC pugne por sumar a Schiaretti: “Que Horacio se quede con los dirigentes. A nosotros nos va a elegir la gente”, es una de sus frases de cabecera. Para Bullrich, tal como está, Juntos por el Cambio es una “herramienta fundamental” para hacer los cambios que se requieren en la Argentina y para fundamentar esa visión su sector enumera los triunfos electorales de este domingo, desde el de San Luis, Mendoza y Corrientes hasta los municipales de Córdoba, en Villa Dolores y Jesús María.
Bullrich, de todas formas, no descuida las fotos con los dirigentes: por algo le dio una importancia inusual a su imagen con Luis Juez y Carolina Losada, con un mensaje contundente dirigido a Larreta: “Queremos que Luis Juez sea el gobernador de Córdoba sin ningún tipo negociación rara; no queremos negocios raros un día antes de la votación ni dormir con el enemigo en Córdoba”.
De todas formas, Rodríguez Larreta tuvo un inmejorable fin de semana en materia de réditos políticos por la tanda de elecciones provinciales. Si bien resignó su presencia en Mendoza, distrito copado por el Grupo Malbec, dominado por su rival interna, aprovechó el histórico triunfo de Poggi no sólo para una foto de alto valor político en la campaña sino también porque el gobernador puntano electo dijo algo significativo: “Como candidato a presidente me simpatiza Rodríguez Larreta”.
El jefe de Gobierno también estuvo en Corrientes, donde posó con el gobernador Gustavo Valdés, otro de los grandes ganadores del “súperdomingo” de comicios provinciales, e incluso el mandatario radical apareció con su firma entre los referentes moderados de la coalición que celebraron la victoria opositora en San Luis como “un ejemplo nítido de que la ampliación y la unidad de JxC y la incorporación de dirigentes con una importante trayectoria política nos fortalece”.
Otro párrafo del comunicado confirma que Valdés, hasta ahora equidistante entre Larreta y Bullrich, apoyaría el ingreso de Schiaretti: “Gobernar esta Argentina requerirá una coalición nacional. Cuanto más ambiciosa sea la agenda de reformas, más músculo político y capacidad de gestión tendrá que tener. Por eso nuestro compromiso es seguir trabajando por la unidad y la ampliación de Juntos por el Cambio hasta el último minuto antes de asumir el gobierno”.
Antes de que comenzara la Convención Nacional de la UCR, en donde Morales promoverá la ampliación de JxC, hasta Cornejo pareció sintonizar con la idea que rechaza Bullrich: “Todos las ampliaciones son pertinentes -dijo-. Nadie puede negarse a una ampliación de Juntos por el Cambio”. Sin embargo, resaltó que “Schiaretti no tiene vocación de integrar JxC”.
Sutilezas de un complejo tablero opositor en el que Rodríguez Larreta quedó mejor posicionado desde este domingo a partir del apoyo de Poggi, la definición de Valdés y el guiño de la UCR, aunque Bullrich consolidó su alianza con Cornejo, con un liderazgo reforzado en las urnas, en una provincia que representa el 4,3% del padrón total del país, y una foto con Juez y Losada. Y el mendocino aprovechó el envión de su triunfo para nacionalizar su perfil: “El gobierno nacional se está cayendo a pedazos”, dijo luego de que Cambia Mendoza se impuso por el 45,7% de los votos.
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