El rol de los medios de comunicación en la conformación de las agendas está cada vez más en discusión. Mucho más en medio de los procesos electorales. El descalce entre los discursos políticos y la realidad de la sociedad queda reflejada en el traspaso por los canales tradicionales de comunicación.
Así quedó expuesto en las disertaciones que se desarrollaron el viernes en la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad de Buenos Aires, con motivo del seminario del grupo de investigación “@Agendas: la polémica y oscilante relación entre medios y público” que coordina el politólogo Daniel Cabrera, en honor al décimo aniversario de su creación.
En un aula del tercer piso de la sede ubicada en Santiago del Estero al 1100, en la que se intercalaban especialistas en comunicación, politólogos y alumnos que aspiran a serlo, tres paneles debatieron sobre el pase del estudiante al investigador en ciencias políticas, sobre cómo investigar la agenda mediática y, por último, sobre cómo determinar quién marca la agenda pública.
La primera parte del encuentro la abrió el estudiante de Ciencias Políticas y miembro de @Agendas, Javier Nuñez. A punto de recibirse y con un año de trayectoria en el grupo, hizo referencia al proceso de aprendizaje que significó el trabajo de campo del que participó durante los últimos doce meses.
Luego, llegó el turno de la politóloga María Ines Tula y su colega Elsa Llenderrozas. La primera, directora del grupo Elecciones, Reforma Política y Observatorio Electoral, profundizó sobre el rol que cumplen estos grupos en las universidades, los contactos entre las Casas de Altos Estudios y compartió la experiencia de su grupo como observadores de las últimas elecciones de Paraguay en la Argentina el pasado 30 de abril. Por su parte, Llenderrozas mencionó la publicación que hizo @Agendas del trabajo de investigación, señalando que “tiene todo: teoría, metodología, investigación, trabajo de campo”.
Cabrera hizo referencia en varias oportunidades a la teoría de la agenda setting, que básicamente plantea que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué asuntos poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da.
En una de las filminas que mostró, el politólogo refutó de alguna manera esa idea que se viene generando con el desacople entre los intereses de unos y otros. Un trabajo de campo demostró que desde el 2017 la economía fue el principal problema de los porteños, mientras que, si se tiene en cuenta la cobertura realizada por los medios, debería haber sido la política.
El segundo panel estuvo centrado en ese desacople y en la idea de invisibilizar realidades y agendas. Así lo fueron marcando Santiago Aragón, de la UN de Lomas de Zamora, y Natalia Aruguete, de la UN de Quilmes. En ambos casos, señalaron las diferencias que hay en los grandes medios y el ocultamiento que se hace de la particularidad del AMBA, más precisamente del conurbano.
Quien supo ejemplificar el ocultamiernto y la falta de “federalización” de la agenda de los medios fue Esteban Zunino, de la UN Cuyo, quien mostró que durante la cuarentena “en Mendoza se hacía referencia al encierro más largo del mundo y en la provincia no hubo confinamiento”.
Por último, y como cierre, fue el turno de la política, ya que el panel estuvo conformado por el ex jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; la precandidata por el nuevo MAS, Manuela Castañeira; y el secretario académico Miguel de Luca.
Aunque en los tres casos aclararon que no son especialistas en medios, Abal Medina destacó las dificultades de “construir democracia con una lógica fragmentada, fracturada”. El politólogo señaló que no era algo propio de la Argentina sino que sucedía en todo el mundo y que la solución es lograr “más democracia”.
La militante del nuevo MAS, por su parte, dijo que “la agenda está en conflicto” y que hay una discusión constante entre “la plaza y el palacio”, en relación al pueblo versus los poderes concentrados.
Seguí leyendo: