Tras las reiteradas balaceras contra las escuelas de Rosario, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, adjudicó el aumento de los ataques con el incremento de la seguridad en los penales. “Las balaceras a escuelas de Rosario responden a los límites que ponen en las cárceles”, indicó.
De acuerdo con el análisis realizado por el Gobierno santafesino, las bandas implicadas usan esta mecánica de intimidación a instituciones de la provincia para así atraer la atención y ganar una gran difusión de los mensajes mafiosos que dejan luego de realizar las balaceras.
Estos ataques son llevados a cabo, según planteó Perotti, por el descontento que generaron las nuevas medidas y protocolos de seguridad que se implementaron dentro de las cárceles de la provincia. En ese sentido, aseguró que las balaceras a escuelas públicas ocurridas las últimas semanas en la ciudad de Rosario “responden a los límites que ponen en las cárceles”, según sus declaraciones. “Buscan generar zozobra y temor para condicionar a las autoridades”, agregó durante un encuentro con trabajadores de prensa por el Día del Periodista.
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El mandatario provincial se refirió así al reciente caso ocurrido el pasado martes en el barrio Empalme Graneros, donde un alumno de primer grado de la escuela N°1.319 “José Ortolani” resultó herido en medio de una balacera a la salida del establecimiento.
El niño que recibió el disparo en una de sus piernas fue trasladado inmediatamente al Hospital de Niños Zona Norte y, afortunadamente, ya se encuentra fuera de peligro, mientras que uno de los presuntos atacantes fue capturado por el Comando Radioelectrónico después de una persecución.
Este suceso fue el último ocurrido dentro de los seis que van del año. El mes pasado ocurrió un evento similar en la noche del 23 de mayo que alertó a la policía, cuando el complejo educativo Rosa Ziperovich fue atacado.
La balacera se concretó a metros de un patrullero del Cuerpo Guardia Infantería que estaba de custodia y tenía como objetivo dejar una nota en el vehículo, para amenazar al director de la cárcel de Piñero. Incluso, en varios hechos de violencia consumados han dejado notas intimidatorias dirigidas, precisamente, a autoridades del Servicio Penitenciario provincial o a personas que se encuentran detenidas dentro del mismo penal. Esto refuerza la teoría de Perotti y de quienes llevan adelante las investigaciones.
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De acuerdo a una investigación policial que derivó en una serie de allanamientos el viernes pasado, la balacera a una seccional policial, una escuela y una prisión, tuvieron como trasfondo un “conflicto” entre presos “de alto perfil” de la Unidad Penitenciaria 11, ubicada en las proximidades de Rosario.
En este contexto, Perotti exigió más participación de las fuerzas federales al afirmar: “La dimensión de lo que enfrentamos requiere toda la presencia federal”, por lo que agregó que considera prudente tomar conciencia como país, ya que “la Argentina no puede permitir dichos sucesos en el territorio”. Además, consideró que el Gobierno nacional debería dimensionar que tiene que “dar batalla” y poner el foco en Rosario.
En relación con la seguridad provincial, destacó el apoyo cercano que brindó el ministro de seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, al indicar: “El apoyo es total porque hay un trabajo serio, profesional, contundente, que sigue marcando hechos que deberán tener mejores resultados”.“Es la parte de lo que nos corresponde: poner lo mejor de la provincia para mejorar esta situación, sin dejar de reclamar ante Nación, porque la dimensión de lo que enfrentamos no alcanza con la labor de un municipio o una provincia. Se requiere toda la presencia federal”, concluyó.
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