Son días decisivos para la política. En 27 días, los partidos políticos deberán presentar ante la Justicia Electoral las listas con las candidaturas. Y en 10, el 14 de junio, es el plazo legal para definir las alianzas que cada partido rubricará. La incertidumbre pública predomina en los tres principales espacios políticos: el Frente de Todos, Juntos por el Cambio (JxC) y la Libertad Avanza, de Javier Milei. Se conocen algunos atisbos, aunque la mayoría de los detalles de la estrategia política y la letra chica de los acuerdos de cada frente aún es un misterio. Pero en privado, todos los dirigentes y armadores políticos aceleran al máximo las reuniones políticas, que se suceden de sol a sol. Una de ellas fue la que tuvieron Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
JxC tiene definido que irá a una PASO con dos candidatos del PRO -Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta-. En tanto que están lanzados Gerardo Morales y Facundo Manes por la UCR, Elisa Carrió por la Coalición Cívica, Miguel Ángel Pichetto por Encuentro Republicano y José Luis Espert, recientemente incorporado, por Avanza Libertad. De todos modos, la incursión del economista liberal está sujeta a ultimar detalles en el partido que fundó Macri. Es improbable que la coalición llegue a las primarias con siete candidatos presidenciales. Por estas horas, cada dirigente avanza en negociaciones políticas para buscar puntos de acuerdo en la definición de candidaturas y en el armado de las listas.
En este contexto se encontraron Macri y Bullrich. El ex Presidente había aterrizado de Europa el fin de semana pasado. Venía de Inglaterra, en donde presenció el triunfo del Manchester City contra el Real Madrid por la Champions League, y se reunió luego con Pep Guardiola y Khaldoon Al Mubarak, director técnico y presidente del club británico. A su regreso, lo esperaba una agenda ajetreada, entre la política partidaria y la de Boca Juniors, donde respalda la candidatura de Andrés Ibarra para presidir al Xeneize. En lo electoral, si bien no va a ser candidato, está activo y sigue cada detalles. Quienes lo frecuentan revelan que reciben llamados y mensajes del ex Jefe de Estado todo el tiempo: con pedidos, preguntas, consejos. No se le escapa nada del proceso electoral.
El jueves por la tarde, mientras Cristina Fernández de Kirchner daba su discurso en la Plaza de Mayo, Macri y Bullrich se encontraron a solas en la casa del ex Presidente, en Acassuso, San Isidro. La reunión fue larga. Se extendió por cerca de tres horas. Ambos se habían visto en el último encuentros de la mesa chica del PRO, junto a Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, el 15 de mayo. Aquél día, los referentes del partido amarillo definieron que irían a una PASO en provincia de Buenos Aires, entre el candidato larretista y el bullrichista, y que llevarían un postulante de consenso en la Ciudad, surgido a partir de una encuesta entre Jorge Macri y Fernán Quirós.
Macri y Bullrich mensajean y se llaman semanalmente. Y cada tanto, cuando lo consideran necesario, se reúnen. Los encuentros los coordinan entre ellos mismo, aunque a veces intervienen sus asesores más íntimos para articular agendas. En el cónclave del jueves, Bullrich repasó ante Macri los detalles de su armado electoral, el trabajo de sus equipos técnicos. Hablaron de política, economía. Hicieron algunos comentarios sobre el discurso de CFK, cuyo contenido mantuvieron en reserva. Ambos se expresaron en sus redes ese día. La ex ministra de Seguridad cruzó a la vicepresidenta de forma más explícita: “Lo que comenzaron hace 20 años termina así: con un país ruinoso, pobre, descapitalizado, inculto”.
En el bullrichismo consideran que entre Macri y la ex funcionaria “hay una coordinación enorme”. Si bien tributan el respaldo del ex mandatario, aclaran eso no implica una “intromisión” en la táctica bullrichista y que se trata de “coordinación sin subordinación”. Es un modo de poner un límite. Bullrich quiere que el acercamiento con el fundador del PRO “no la desperfile” y ni le quite “autonomía”.
Ese es, justamente, un punto que toman en el larretismo para aguijonear a Bullrich. En los pasillos de Uspallata, sede del Gobierno porteño, deslizan que “Mauricio está jugando a full para Patricia” y consideran que esa proximidad es perjudicial para la ex ministra. Consideran, en esa línea, que Macri “le va a poner todos los ministros”. Bullrich se desmarca de esos presagios y los cataloga como “operaciones” que buscan afectarla en la interna presidencial.
En ese eje, Rodríguez Larreta habló esta mañana y marcó la cancha. Consultado por el periodista Ignacio Ortelli, en Radio Rivadavia, sobre si en caso de se Presidente, pensaba consultarle a Macri para armar su estructura ministerial. “No”, respondió al instante, sin dubitar, y señaló: “El Gabinete es una decisión del Presidente, va ser una decisión mía”.
En el mismo reportaje, Larreta aseguró que su relación con Bullrich “está muy bien” y que con Macri hablan y se ven. “Si en algún tema pudimos tener alguna diferencia, parte de tener una buena relación es administrar las diferencias. No tiene nada de malo”, sostuvo. La última vez que el ex Presidente y el alcalde porteño se vieron fue el 15 de mayo, en la reunión del PRO en la casa de Vidal. Esa mañana, tras la cumbre partidaria, ambos se quedaron a solas y conversaron unos minutos más. Fue con la intención de limar asperezas y aplacar la tensión política que fracturó su vínculo luego de que el jefe de Gobierno convocara a elecciones concurrente en la Ciudad.
En el larretismo cuentan que esa charla sirvió para disuadir rispideces. En cambio, en el macrismo dejan notar que el ex Presidente “no es nada indulgente” cuando habla sobre Larreta y que continúa “molesto” por la actitud política del jefe de Gobierno.
Macri está muy atento a la estrategia política de JxC. Y se lo hizo saber a Bullrich durante la larga charla que mantuvieron. El ex Presidente está preocupado por el avance vertiginoso de Milei en las encuestas y evalúa que es clave que la coalición debe armar las listas legislativas con dirigentes “muy identificados” con la idea de cambio y reformas que él pregona. Idéntica sugerencia hizo en relación con la elección del candidato a vicepresidente.
La presidenta del PRO en uso de licencia planea definir a su compañero de fórmula a mediados de mayo: según dejó trascender, será tras la Convención de la Unión Cívica Radical. Si bien tiene sus preferencias, apuesta a que los correligionarios le propongan una terna de posibles dirigentes para integrar una fórmula mixta.
Otro de los puntos que tocaron durante la reunión fue la situación del PRO en la provincia de Buenos Aires. Si bien fue una definición de ella, el ex Presidente fue un actor clave para que Néstor Grindetti sea el ungido por Bullrich para disputar la gobernación bonaerense. Lo mismo en relación con la integración de Cristian Ritondo al bullrichismo. Por estas horas, el presidente del bloque amarillo en la Cámara de Diputados avanza en negociaciones políticas para definir detalles del desembarco del ritondismo en el esquema bonaerense de Bullrich.
Macri aún no dio indicios sobre si apoyará públicamente a Bullrich o a Larreta de cara a las PASO del 13 de agosto. Quienes lo frecuentan deslizan que “será ecuánime, que no es lo mismo que ser neutral”.
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