El discurso de Cristina Kirchner en la Plaza de Mayo fue un punto de inflexión en la discusión electoral del Frente de Todos. La posterior e inmediata aparición del spot de Eduardo “Wado” de Pedro y los afiches anunciando su presencia en la cancha electoral, sumado a las sugestivas fotos con Sergio Massa en Mercedes, su ciudad natal, empezaron a esclarecer el panorama.
En el kirchnerismo están seguros que De Pedro y Massa ocuparán un lugar relevante en las listas que se cerrarán el 24 de junio. Presidente, vicepresidente, cabeza de diputados y de senadores, gobernador de Buenos Aires. En alguno de esos lugares estarán sus apellidos. El lugar en el escenario que les dio CFK fue interpretado como una clara señal de que serán protagonistas.
El sábado De Pedro estuvo en el cierre del plenario de estudiantes Terciarios y Universitarios del Movimiento Evita. Allí también se hizo presente el líder de la organización social, Emilio Pérsico. “Veníamos acá a escuchar a Wado, que es uno de nuestros candidatos, y es un compañero de esa generación, como dice Cristina, que es la que se tiene que hacer cargo de la Argentina”, dijo, según pudo reconstruir Infobae, el dirigente social. Más que un guiño para el ministro camporista.
Para el Evita fue un encuentro importante porque tuvo una continuidad con el que tuvieron la semana pasada con Cristina y Máximo Kirchner en el Congreso. Y, además, porque en la reunión de este fin de semana estuvo Patricia Cubría, la esposa de Pérsico y precandidata a intendenta de La Matanza. Si bien no fue una señal de apoyo, les sirvió para levantarle el perfil y mostrarla cerca del presidenciable más firme que tiene el kirchnerismo.
De Pedro está volcado a una campaña en la que busca generar consenso político dentro del Frente de Todos y elevar su nivel de conocimiento. Ambas cosas serán claves en la etapa final previa al cierre del listas porque lo posicionarán en el escenario electoral con más posibilidades de ser competitivo. La decisión del Movimiento Evita de abrirle las puertas fue una señal positiva para su proyecto político.
Este lunes iba a compartir una actividad con Axel Kicillof en La Plata, en otra foto política de alto impacto, pero la actividad se suspendió por cuestiones de agenda.
El fin de semana el ministro del Interior estuvo con Massa, que también se reunió con Kicillof. El ministro de Economía viajó ayer a China, en búsqueda de fondos, con Máximo Kirchner. El cuarteto de dirigentes posicionado por CFK en el último acto copó la agenda política y electoral en 48 horas. No es casualidad.
En la gobernación bonaerense parece haber más tranquilidad por el salto a la cancha nacional de De Pedro y la aparición de Massa junto a él con un discurso en clave electoral. “Nuestra generación, con Sergio y con Axel y con el resto de los compañeros vamos a repensar ideas nuevas para un mundo nuevo”, dijo el ministro del Interior el último sábado.
Kicillof sigue adelante con su plan de reelección avalado por Cristina Kirchner. “Es el candidato natural a la Gobernación por la gestión que está llevando adelante, por el nivel de conocimiento, de intención de voto que tiene”, dijo ayer Carlos Bianco, funcionario de extrema confianza del Gobernador. En el gobierno de Buenos Aires cierran filas y esperan que el teléfono no suene a último momento como parte de un cambio brusco en la estrategia electoral.
En paralelo, la dupla Daniel Scioli-Agustín Rossi está en la trinchera de la Casa Rosada dando la batalla interna para sostener las PASO como sistema para decidir las candidaturas. El embajador en Brasil habla casi todos los días en algún medio y mantiene con firmeza su voluntad de competir en las elecciones primarias. Aún falta definir la modalidad en la integración de las listas, una dura discusión que se está llevando adelante. Se encamina a que sea a través del sistema D’Hondt.
En las últimas horas aclaró que tiene los dos pies adentro del plato y que no se irá del Frente de Todos, como había sugerido cuando afirmó que iba a competir igual si el kirchnerismo intentaba dar de baja las PASO. El último mensaje público fue más incisivo y buscó marcar la cancha con crudeza.
“¿Quién dice que Cristina no quiere las PASO? Las impulsó ella. Nunca la escuché decir eso y miren que ha hablado mucho en el último tiempo”, precisó Scioli. Su planteo es una realidad. La Vicepresidenta nunca hizo alusión a la necesidad de realizar unas elecciones primarias o, en su negativa, a la posibilidad de conformar una fórmula de unidad que sea apoyada por todos los sectores del peronismo.
Scioli evita la confrontación con el kirchnerismo pero deja saber que su vocación de competir no se la van a derrumbar fácilmente. La idea de mantener a flote las elecciones primarias empezó siendo de Alberto Fernández, pero se fue diluyendo a la par de la pérdida de su poder real. A medida que ese proceso se dio, tuvieron que salir a la cancha otros actores a dar la pelea, como el caso de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.
A esa línea de trabajo se sumará este lunes Agustín Rossi, que lanzará su candidatura a presidente y resaltará la necesidad de que el peronismo dirima las diferencias y las candidaturas en unas PASO. El Jefe de Gabinete, junto a Daniel Scioli y Juan Grabois, que también pide que haya internas, conformará la terna de precandidatos presidenciales confirmados.
“Cuando miro las encuestas, cuando se miden cuatro candidatos del oficialismo, estamos en 35 puntos y cuando se miden menos candidatos tenemos menor cantidad de puntos. Tendríamos que aprovechar el instrumento de las PASO para que nuestra coalición saque la mayor cantidad de puntos”, explicó en una entrevista radial el “Chivo”. Defiende esa teoría. Está dando una batalla difícil en un momento difícil de la negociación electoral.
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