Después de pasar el fin de semana largo en la residencia presidencial de Chapadmalal junto a su familia , tras haberse quedado al margen del acto multitudinario que organizó el kirchnerismo en la Plaza de Mayo, el presidente Alberto Fernández retomó esta mañana su agenda internacional con un encuentro en la Quinta de Olivos. Allí recibió al mandatario electo de Paraguay, Santiago Peña. Luego -a las 19-, el primer mandatario tiene previsto salir hacia Brasil donde se reunirá con otros presidentes sudamericanos para el relanzamiento de la Unasur.
En ese desayuno que sirvió de presentación, el presidente argentino estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero. Por su parte, Peña lo hizo con Pedro Alliana, quien lo acompañó en la fórmula del Partido Colorado que se impuso en las elecciones de su país por poco más del 42% de los votos y también con el actual embajador en Buenos Aires, Rubén Darío Ramírez Lezcano y la doctora Lea Raquel Giménez Duarte, una ex funcionaria del gobierno paraguayo en el ministerio de Hacienda entre 2017 y 2018.
Según se informó desde Presidencia de la Nación, hubo coincidencias en “la importancia de fortalecer la relación bilateral y el proceso de integración regional”. Peña, además, invitó a Fernández a su asunción en reemplazo de Mario Abdo Benítez, el próximo 15 de agosto. Ambos resaltaron la importancia de “fortalecer las democracias y contribuir a la construcción de una zona de paz y unidad”, y en este punto resaltaron el desarrollo del Mercosur y el relanzamiento de la Unasur.
Peña, un economista de 44 años, realizó así su segunda salida al exterior tras triunfar en los comicios el 30 de abril. Su primer destino había sido Brasil, en donde se entrevistó con su par, Inacio Lula da Silva. El jueves 25 de mayo iba a verse en Yacyretá con el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, pero esa reunión quedó suspendida a último momento.
Por la tarde, a las 19, el Presidente y su canciller partirán rumbo a Brasil para participar mañana de la Cumbre de Presidentes de América del Sur que organiza Lula da Silva. Allí se anunciará el relanzamiento de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), un bloque regional que había sido desarticulado por Jair Bolsonaro y por Mauricio Macri cuando accedieron al poder en sus respectivos países. El regreso de la comitiva presidencial a tierras brasileñas del tercer periplo por tierras brasileñas desde que el líder petista asumió su tercer mandato será el miércoles por la mañana.
El jueves Fernández seguirá con su agenda internacional con un viaje a Bolivia para firmar con el presidente de ese país, Luis Arce, una obra de integración eléctrica entre las dos naciones.
En cuanto al encuentro de presidentes de los países de América del Sur en Brasilia, es una iniciativa de Lula, quien apunta a reinstalarse como líder entre sus pares a partir de la reciente reincorporación de Brasil a mecanismos regionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La cumbre de este martes promoverá un “diálogo franco” entre todos los presidentes para identificar denominadores comunes, discutir perspectivas para la región y reactivar la agenda de la cooperación sudamericana, de acuerdo a lo expresado en un comunicado por la cancillería brasileña.
Están invitadas a participar las principales autoridades de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Uruguay, Surinam y Venezuela. Por parte de Perú acudirá Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros. Por Colombia, Gustavo Petro también confirmó que estará presente.
En esta Cumbre se prevé la asistencia del dictador venezolano Nicolás Maduro, quien arribó a la capital brasileña acompañado por su esposa, Cilia Flores. Llegó en un avión de Conviasa, la empresa de aviación que está sancionada por el gobierno de Estados Unidos desde febrero de 2020 por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
El viaje de Maduro se concretó luego de varios intentos frustrados. Es que desde que Lula da Silva llegó a Planalto, en enero pasado, había intentado recibir al dictador y rehabilitarlo internacionalmente. Esta mañana, finalmente, se reunieron.
El pasado mes de enero, se especuló durante varios días que Maduro viajaría a la ciudad de Buenos Aires, para participar en la cumbre de la CELAC que se realizaba en la capital argentina. Sin embargo, a última hora anunció que no participaría del evento argumentando razones que escapaban a su “propia voluntad”.
Maduro tampoco asistió a la asunción de Gustavo Petro en Colombia en julio del año pasado.
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