El Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, lanzó este lunes su candidatura a presidente. Luego de meditarlo durante algunas semanas y evaluar si era conveniente meterse en el barro electoral del Frente de Todos, decidió postularse con el objetivo de que el peronismo tenga una PASO amplia y competitiva. Esa decisión aún no se tomó dentro de la coalición oficialista.
El dirigente santafesino confirmó su decisión con un video que fue grabado el último miércoles y publicado en las redes sociales después de un fin de semana que estuvo marcado por un sinfín de especulaciones electorales, debido a los movimientos de campaña que realizó Eduardo “Wado” de Pedro y las reuniones y definiciones de Sergio Massa en tono electoral.
Rossi dijo en su lanzamiento que lo que le “quita el sueño” a la gente son “las tres I”: inflación, inseguridad e incertidumbre. “Sé que hay días que tenés bronca, cuando pensás que te levantas todos los días a la mañana y cuando llega el final del mes, lo que recibís por ese trabajo no corresponde al esfuerzo y seguramente no te alcanza”, indicó.
El objetivo del discurso fue aceptar las limitaciones que ha tenido el Gobierno para mejorar la situación económica pero, al mismo tiempo, encontrar en el 2024 - sin sequía y sin guerra - un punto donde anclarse para transmitir una mirada positiva al electorado. Una tarea difícil en un contexto aún más difícil.
Al igual que ha hecho Alberto Fernández a lo largo de los últimos meses, Rossi hizo hincapié en las dificultades externas que tuvo la gestión y que empeoraron el escenario económico: “No nos han tocado años fáciles. La Argentina tiene la convergencia de cuatro crisis: la del endeudamiento que recibimos, la pandemia, después la guerra y ahora la sequía”.
En esa línea, dijo que esas circunstancias imposibilitaron el cumplimiento de las promesas de campaña realizadas en el 2019. “Pensábamos que rápidamente íbamos a volver a aquellos años felices que tuvimos en los gobiernos de Néstor y Cristina”, explicó.
“Quiero ser presidente para garantizar que el crecimiento económico de los próximos años va a ser redistribuido entre todos los argentinos, que va a haber crecimiento con inclusión social y con redistribución del ingreso y que ese crecimiento se va a dar año tras año consecutivamente”, indicó en el video que publicó en sus redes sociales.
El funcionario nacional auguró un cambio fuerte en la economía argentina el próximo año. “Quiero transmitir tranquilidad porque esto va a pasar. Y no va pasar dentro de 10 años. Termina este año y el año que viene el ciclo económico de la Argentina va a ser distinto, vamos a crecer fuertemente”, explicó.
Según detalló, “ya no vamos a tener los efectos de la sequía” y “vamos haber metabolizado en la economía argentina los efectos de la pandemia y de la guerra”. Además, aseguró que en el 2024 se van a “poder aprovechar íntegramente las inversiones en infraestructura que venimos haciendo como el gasoducto Néstor Kirchner que nos va a permitir equilibrar la ecuación energética en nuestro país”.
“La Argentina va a tener una balanza comercial favorable el año que viene. Vamos a tener reservas en el Banco Central, y con reservas en el Banco Central vamos a controlar el tipo de cambio y bajar la inflación”, sostuvo el Jefe de Gabinete, que buscó transmitir una cuota de esperanza en medio de la creciente inflación que golpea a la sociedad argentina.
El “Chivo” recorrió un camino sinuoso durante la gestión de Alberto Fernández. En el inicio del gobierno formó parte del gabinete nacional como ministro de Defensa. En ese cargo estuvo hasta las elecciones legislativas del 2021, cuando pidió que lo dejen competir en una PASO con Marcelo Lewandowski, el candidato respaldado por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, y Cristina Kirchner.
No le dieron lugar, Rossi se presentó igual y Alberto Fernández lo echó del Gobierno. Estuvo en el llano unos largos meses y fue convocado por el Presidente para estar al frente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Finalmente, tras la decisión de Juan Manzur de volver a Tucumán para ser candidato a vicegobernador (misión que no pudo cumplir por el impedimento de la Corte Suprema), el santafesino asumió al frente de la Jefatura de Gabinete.
Con el paso de los meses, y en desacuerdo con los ataques permanentes de La Cámpora al Jefe de Estado, Rossi se fue acercando a Fernández hasta formar parte de su círculo político. Ese movimiento le valió que el kirchnerismo duro enfríe el vínculo y tome distancia de quién fue uno de los dirigentes más leales a Néstor y Cristina Kirchner durante los tres gobiernos kirchneristas.
Una señal del distanciamiento se vio con claridad el último jueves, durante el acto que Cristina Kirchner encabezó en la Plaza de Mayo. El “Chivo” no fue invitado al escenario. Lo marginaron. Rossi se volcó a la calle y se juntó con los militantes de su espacio político que habían viajado desde Santa Fe.
Con la decisión que transmitió esta tarde, Rossi se sumó a los únicos dos precandidatos confirmados que tiene el Frente de Todos: Daniel Scioli y Juan Grabois. Ambos piden la PASO y la representación de todos los sectores en las listas. El cuarto nombre con chapa de precandidato es “Wado” de Pedro. Aunque no lo haya confirmado formalmente, su decisión de jugar está firme y sus movimientos, avalados por CFK, van en esa línea.
A menos de un mes del cierre de listas, el Frente de Todos avanza en lo que respecta a las definiciones electorales. Candidaturas como las de Rossi y Scioli exponen que el control de Cristina Kirchner sobre el peronismo no es absoluto. Ambos tendrán el desafío de resistir la presión del kirchnerismo y sostener las PASO como sistema de elección de candidatos. El 24 de cierran las listas. Aún resta mucho tiempo de rosca política.
Seguir leyendo: