El primer piso del Senado de la Nación está desolado. No hay nadie en el comedor ni en los pasillos. La férrea seguridad que suele haber en la puerta del despacho de la Presidencia se muestra relajada y la puerta de entrada que da al pasillo está abierta.
Este miércoles Cristina Kirchner decidió no ir a su oficina de la Cámara alta. Faltan menos de 24 horas para que se suba al escenario que ya está preparado en Plaza de Mayo para el acto por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner. Allí, la militancia espera que diga algo respecto de la candidatura del Frente de Todos, aunque no hay precisiones sobre el discurso de la Vicepresidenta.
Es en ese contexto que la ex mandataria tomó la decisión de aislarse para poder terminar de repasar lo que serán las palabras que dirá mañana. Las apelaciones y los recuerdos al ex presidente Néstor Kirchner, tanto desde lo personal como desde lo político, será el momento en el que empezará a bajar los mensajes para la militancia, pero también para los 300 invitados de una lista que ella mismo se encargó de armar y que buscarán desentrañar qué es lo que realmente está pensado de cara a las próximas elecciones.
No ir al Senado también tiene como objetivo evitar las interrupciones. El despacho que ocupa desde hace poco más de tres años es un incesante “entrar y salir” de dirigentes que la van a ver en busca de alguna directriz y como parte del entramado de alianzas que ya se empieza a ver de cara a las próximas elecciones dentro del espacio kirchnerista.
Es que ese lugar -que era casi exclusivo para Máximo Kirchner, “Wado” de Pedro, Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti y José Mayans, entre otros pocos- dejó de ser infranqueable y en los últimos días fue lo más parecido a una unidad básica y centro de campaña hasta entrada las horas de la tarde.
Un ejemplo de esto fue el encuentro que se realizó anoche en el Instituto Patria entre Emilio Pérsico y Cristina Kirchner. Esa reunión, que iba a ser en el Senado, se terminó desarrollando a doscientos metros porque la Vicepresidenta se había mudado para terminar de ver los últimos detalles de la organización del acto de mañana.
Con ese escenario, decidió que los contactos hoy sean solo telefónicos. El filtro es más simple: se responden los mensajes o no y, si quiere, llama. Así, entre medio del repaso de las anotaciones, se comunicó con varios dirigentes, como por ejemplo el jefe del interbloque del Senado, José Mayans. En algunos casos por el acto de mañana, en otros por el armado político para las elecciones.
Pero el punto principal es qué dirá. Cuál será el tono que utilizará, cómo se referirá a Alberto Fernández y, principalmente, si señala a alguien como el candidato del sector kirchnerista como referente para los comicios.
Quienes la conocen aseguran que sólo ella sabe que va a decir y que si alguien tiene una pista respecto hacia donde apuntará no es más allá de su círculo más íntimo. “Nadie sabe nada. Quizás Máximo tiene alguna idea de lo que puede llegar a decir, pero no mucho más”, señala un referente del kirchnerismo con muchos años al lado de “la jefa”.
Los detalles finales del evento de mañana quedaron en manos del Instituto Patria, pero ya está todo en marcha. Con o sin lluvia, el kirchnerismo busca asegurarse una convocatoria multitudinaria y en donde estén presentes todos los espacios.
Además de los referentes de La Cámpora, habrá diputados y senadores nacionales, gobernadores, intendentes del conurbano y de distintas locales del país, sindicatos afilados en la CGT y en la CTA, movimientos sociales y Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Todos con la mirada puesta en Cristina Kirchner, que hoy realizará la “previa” lejos del bullicio de la política.
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