El jueves 25 de mayo, en la Plaza de Mayo, a las 16, Cristina Kirchner aparecerá frente a una multitud para brindar un discurso del que se espera, dentro del Frente de Todos, que tenga alguna señal clara y consistente sobre el rumbo electoral que debe tomar el kirchnerismo. Lo que diga la Vicepresidenta tendrá un impacto directo en la coalición oficialista, motivo por el que todos los sectores del espacio aguardan saber el contenido.
En su última aparición pública en televisión CFK habló de la necesidad de que “los hijos de la generación diezmada tomen la posta”, y el nombre de Eduardo “Wado” de Pedro aumentó sus acciones exponencialmente. También aseguró que Sergio Massa “agarró una papa caliente” cuando asumió al frente del ministerio de Economía. La Vicepresidenta no suele abundar en elogios para el superministro. Dos señales en clave electoral.
Pero a un mes del cierre de listas y con ella - la que tenía la mayor cantidad de votos en su puño - fuera de la contienda electoral, en el kirchnerismo esperan que los gestos electorales que CFK brinde el próximo jueves sean más contundentes. Si hay que acompañar a “Wado”, hay que hacerlo ya, porque el ministro del Interior es un precandidato virtual de bajo conocimiento. Hay que instalarlo con más fuerza que la que ya tomó su apodo y su apellido en este tiempo.
Si hay que respaldar una candidatura nacional de Axel Kicillof, también hay que alinearse con rapidez sobre quien encabece el proyecto bonaerense. Que puede ser el propio De Pedro o el Jefe de Gabinete del gobierno de Buenos Aires, Martín Insaurralde, el dirigente promocionado por Máximo Kirchner para llegar a la gobernación y que tiene el apoyo de un grupo de intendentes del conurbano.
Y en el caso de que haya que encolumnarse detrás de Sergio Massa, hay que convencer a la militancia de que tendrán que apoyar uno que no es propio, pero es de los que mejor mide dentro del espacio. Para todo hace falta un margen de tiempo. Lo cierto es que todos esos movimientos se dan en el aire porque al día de hoy no hay acuerdos fuertes ni una organización electoral potente donde sostenerse.
En paralelo, de la Casa Rosada saldrá un nuevo candidato en los próximos días. El Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, tiene decidido ser candidato a presidente. Incluso ya tiene su logo: AR23. Lo que resta definir es si lo anunciará durante esta semana corta o si esperará al comienzo de la semana siguiente. Es una cuestión de timing político. Si espera el discurso de CFK o no.
Rossi se sumará al escenario electoral con la idea de que se deben realizar PASO en el Frente de Todos. El “Chivo” cree que si no hay un ordenamiento de Cristina Kirchner similar al del 2019, en el que frente a una decisión suya se alinearon rápidamente los gobernadores, la CGT, los intendentes y los movimientos sociales, las candidaturas se terminarán definiendo en unas elecciones primarias.
No cree en la candidatura única y entiende que las minorías deben tener representación dentro de la discusión y las listas. Por eso cuando anuncie su candidatura saldrá a la luz con ese discurso. “Hay que garantizar las PASO”, suele decirle a los funcionarios y dirigentes que lo van a ver a su despacho del primer piso de la Casa Rosada.
En ese sector del mapa del Frente de Todos se mueve Daniel Scioli, que el fin de semana estuvo recorriendo una feria de la economía popular en la Plaza de Mayo junto a Victoria Tolosa Paz. Funcionan como una dupla electoral, aunque la ministra de Desarrollo Social no haya definido su candidatura.
La proyección es que en unas PASO el embajador en Brasil sea candidato a presidente y la dirigente platense se postule como candidata a gobernadora bonaerense. Ambos son del gusto de Alberto Fernández, quien aseguró que no expondrá sus preferencias explícitamente y volvió a presionar para que las elecciones primarias se concreten.
Durante una entrevista que le brindó a ElDiarioAR expuso sus diferencias con CFK y se mostró en desacuerdo con la teoría de los tres tercios en las elecciones, que explicó la Vicepresidenta el último jueves y que, en gran medida, es lo que piensan en la mayoría de los sectores del peronismo. Una elección donde Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y la Libertad Avanza tengan una cantidad de votos similares.
El Presidente le envió un mensaje por elevación a su compañera de fórmula. Apuntó contra los personalismos dentro del Frente de Todos y afirmó: “No creo que el peronismo pueda seguir siendo personalista, verticalista y todas las cosas que fue cuando Perón vivía. Tendrán más capacidad de liderazgo, pero no son Perón”.
El acto de Cristina Kirchner marcará el pulso político de esta semana. Lo que diga y lo que no diga tendrá una interpretación dentro del peronismo. De Pedro, Massa y Kicillof están arriba del escenario electoral y tienen el respaldo de todo el kirchnerismo. Lo que aún no saben con exactitud es que rol tendrá cada uno cuando empiece la función final.
“Wado” está completamente lanzado a una campaña presidencial que todavía no tiene ese nombre. Es candidato sin serlo. Busca posicionarse para llegar a la Casa Rosada sin decirlo explícitamente. Su nombre apareció pintado en el conurbano el día después de que CFK se bajó definitivamente de una candidatura presidencial. Es y no es al mismo tiempo. De eso se trata el juego.
Desde la cuenta “La Remisería de la Rosada”, en alusión al nombre que lleva la oficina de prensa del Ministerio del Interior, llevan adelante una campaña sin tantos tapujos. En su última publicación subieron un video de De Pedro en que una mujer le asegura que va a ser presidente. “Hace un año, esta mujer de mirada penetrante profetizó algo que todavía tiene en vilo a @wadodecorrido”, escribieron junto al video. Dicen lo que “Wado” no dice. Claro, bien claro.
Kicillof se aferra a su candidatura bonaerense mostrando los apoyos que tiene en el territorio. Desde sindicalistas hasta movimientos sociales pasando por intendentes. Sabe que su margen de acción es limitado si la que levanta el teléfono del otro lado es Cristina Kirchner pero, mientras tanto, esquiva los empujones de Máximo Kirchner para saltar a la escena nacional. Él responderá solo a lo que le pida CFK. La que manda es ella.
“Todos los intendentes saben que no hay otro candidato mejor. No hay nadie que mida como él”, explicó un importante funcionario bonaerense. La única forma de que la Vicepresidenta avale un salto de Kicillof a una candidatura nacional es que considere que el espacio tiene el riesgo de salir tercero en la elección general y que una candidatura como la del Gobernador podría evitarlo.
En el caso de Massa, todo dependerá de su decisión y de hasta dónde llegue el acuerdo político con Cristina Kirchner. El 10 de junio se llevará adelante el congreso del Frente Renovador en donde el ministro terminará explicitando una postura más clara. Cuatro días más tarde será un día clave. El 14 se vence el plazo para presentar las alianzas y a las 16 horas se conocerá el dato de inflación de mayo. Cuatro días determinantes en la antesala del cierre de listas. Se acerca el tiempo de las definiciones.
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