El amplio despacho que ocupa Cristina Kirchner en el primer piso del Senado de la Nación se convirtió en lo más parecido a una unidad básica. En la amplia mesa contigua al escritorio que ocupa la presidenta de la Cámara alta se suelen reunir varias personalidades de la política y el sindicalismo kirchnerista para debatir las líneas de acción de cara a las próximas elecciones.
La oficina de la ex mandataria se convirtió en el lugar ideal para estos encuentros porque están protegidos de miradas indiscretas. El acceso es por el ascensor privado que comunica la planta baja con el despacho presidencial o, si se quiere “despistar” más, ingresan por Diputados y recorren los pasillos privados que comunican una presidencia con la otra.
Aunque buena parte de los encuentros que se fueron desarrollando hasta ahora tenían como objetivo principal el de convencer a la Vicepresidenta de que sea candidata, otros que suelen visitarla tienen la mirada puesta en la estrategia integral para afrontar las PASO de agosto y las Generales de octubre.
Hay un grupo de dirigentes que son los “habitué”. Entre ellos hay tres de los más cercanos a CFK y uno con diálogo fluido. Por ejemplo, es común la presencia del diputado nacional Máximo Kirchner. Luego del intento de magnicidio solía visitar el despacho todos los días, pero desde hace un tiempo las visitas los encuentros entre el líder de La Cámpora y su madre se espaciaron. No mucho, pero ya no son diarias como consecuencia de la campaña y el armado electoral. Sin embargo, es uno de los pocos que, atendiendo que además es su hijo, entra de manera cotidiana al primer piso del Senado.
Otro que, aunque no es cotidiano, está dentro de los habitué es el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. En este caso cumple un doble rol: el de mandatario del distrito con mayor impacto electoral y el de economista y ex ministro de la gestión de Cristina Kirchner.
El ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, es otro de los funcionarios que visita seguido a la ex jefa de Estado. Con su nombre cada vez sonando más fuerte como posible candidato a presidente por el Frente de Todos, los contactos son más habituales.
Un tercer fijo del despacho del primer piso es el ministro de Economía, Sergio Massa. Solía hacerlo cuando era presidente de la Cámara de Diputados y es un hábito que no se cortó con la llegada al Palacio de Hacienda. En los pasillos del Palacio Legislativo aseguran que se lo puede ver “una o dos veces” por semana.
A esta lista se le suman legisladores y sindicalista como pueden ser José Mayans, Juliana Di Tullio, Anabel Fernández Sagasti, Hugo Yaski, Sergio Palazzo y Pablo Moyano, que también suelen tener encuentros privados con la vicepresidenta de la Nación.
En este derrotero en donde parece haberse mudado la actividad del Instituo Patria y el primer piso del Senado convertirse en la versión cristinista de lo que supo ser la unidad básica “Los muchachos peronistas” -el lugar fundacional del kirchnerismo en Río Gallegos cuando Néstor Kirchner disputó la intendencia.
Es tan central el espacio que hasta miembros del denominado “albertismo” la fueron a ver en varias oportunidades. Ese es el caso del influyente Juan Manuel Olmos. El vicejefe de Gabinete y hombre cercano al presidente Alberto Fernández está dentro de la lista de quienes hablan y ven a la Vicepresidenta.
Hoy los encuentros ya dejaron de formar parte del operativo clamor. Aunque como repite un sindicalista “la esperanza siempre está”, las conversaciones giran en torno a lo que Cristina Fernández de Kirchner entiende que debe ser la próxima fórmula del Frente de Todos para competir en las próximas elecciones.
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