Fiel a su estilo, Cristina Kirchner jugó con el efecto sorpresa y sacudió a todo el oficialismo con la carta que publicó el martes por la noche para confirmar -una vez más- que no será candidata este año. La Vicepresidenta dio de baja el operativo clamor y esta vez la dirigencia parece haberlo entendido. El acto que el kirchnerismo prepara para el 25 de mayo no es para pedirle que sea candidata a presidenta.
“Con la democracia en peligro y el avance de los poderes fácticos, esta pelea y estas discusiones se definen en la calle. Vamos a reventar la Plaza de Mayo y a llenar la 9 de Julio. Ella nos está convocando a una pelea y una lucha que es más profunda de lo que pensamos”, aseguró Andrés “Cuervo” Larroque después de la reunión que los principales dirigentes K hicieron en SMATA.
Larroque fue uno de los principales impulsores del operativo clamor. Sus palabras marcan que ese pedido ya no tiene sentido. Entendieron que ya no hay margen de acción. Ahora el problema que tiene el kirchnerismo y el peronismo es que el reloj pasa rápido, las definiciones escasean y los únicos candidatos firmes son Daniel Scioli y Juan Grabois.
El albertismo presionará hasta donde pueda para que haya PASO. No se vio sorprendido por la decisión de CFK y trata de sacarle del eje central del espacio político. El kirchnerismo está recalculando y espera que el 25 de mayo Cristina Kirchner marque el rumbo con claridad. Algunos especulan con la posibilidad de que ese día le levante la mano a “Wado” de Pedro, otros con que deje el camino abierto para que Sergio Massa defina su candidatura antes de que suene la chicharra.
Por fuera de esos dos esquemas, los otros socios del Frente de Todos están ahogados por la falta de certidumbres. Especulan, proyectan, discuten hipótesis y tratan de ordenar una postura que tenga sentido común. Hay una cuenta que tiene un resultado en el que todos coinciden. Si el acuerdo final es que haya un candidato único, ese tiene que ser Sergio Massa.
Entre los gobernadores hay posiciones encontradas. Algunos creen que puede haber un candidato de unidad y otros que es indispensable que haya elecciones primarias. “Debe existir una secuencia de plan de gobierno, equipos y liderazgo elegido por primarias. No hay muchas opciones. Hoy es difícil que haya un candidato único”, sentenció uno de los gobernadores más influyentes del peronismo.
“Sea cuál sea el candidato, el peronismo va a terminar unido. Nos vamos a reunir después de las elecciones en Tucumán para ordenar nuestras posturas”, se sinceró otro gobernador del PJ. La idea que tienen es reunirse en el CFI después del 11 de junio, cuando faltan solo dos semanas para el cierre de las listas de candidatos.
Entre los gobernadores hay una pequeña inclinación a respaldar la candidatura del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Quizás sea por la relación que tienen con él debido a su rol administrativo o porque algunos intuyen que será, finalmente, el nombre propio que bendiga Cristina Kirchner. No lo saben ellos, no lo sabe nadie. Pero ante la falta de definiciones, todos arman su rompecabezas.
Diferente es la postura en la CGT, donde el que tiene las acciones más altas es Sergio Massa. “La mayoría de la CGT está con Massa. Respetamos su voluntad de ser candidato único. Si él decide jugar, nosotros lo vamos a apoyar. Es el único, además de “Wado”, que tiene una señal positiva de Cristina”, advirtió uno de los peso pesados de la central obrera.
El sindicalismo más ortodoxo espera que haya más claridad para explicitar con más fuerza el respaldo al ministro de Economía. Si Massa decide no ser, entonces entienden que el peronismo debe ir a unas PASO para resolver los liderazgos. Aunque con matices, tienen una posición tomada para afrontar el mes que queda hasta el cierre de listas.
Los movimientos sociales están en una situación similar. Si Massa decide ser y CFK lo respalda - por lo que quedaría sellado un pacto político entre ambos - las organizaciones sociales como el Movimiento Evita o Somos Barrios de Pie terminarán apostando a esa candidatura de unidad. En paralelo, defienden las PASO en las elecciones más territoriales, como las de intendentes y legisladores.
“Vemos que hay mucha fragilidad para ir a un escenario de PASO. Está todo muy tenso. Si Sergio no es, ¿Quién va a ganar? Es el único que puede mostrar alguna previsibilidad como para tener chances de ir a un balotaje con Milei”, señaló el líder de una de las organizaciones sociales más grandes del país.
En el peronismo está instalada la idea de que el escenario electoral estará compuesto por tres tercios similares que son los que representarían el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza. En esa situación, muchos dirigentes creen que la única forma de ganar es pasar a un balotaje con Milei y polarizar la elección al máximo. En esa proyección, Massa es la mejor opción para recorrer el camino hacia la Casa Rosada.
Otro dirigente social matizó su postura con el impacto de la inflación. “La única forma que haya candidato único es que sea Sergio. Eso depende de la economía. Y hoy esa situación es muy difícil. Hay que esperar. Estamos todos igual de perdidos porque no hay una solución a la vista”, analizó.
En esas cuentas no ingresa Daniel Scioli, quien sigue adelante con su precandidatura. En el peronismo entienden que no hay posibilidad de un pacto entre el embajador en Brasil y la Vicepresidenta, lo que le daría sustento y viabilidad a la candidatura. Solo lo visualizan dentro de una PASO que creen que es poco probable que se realice.
Sin embargo, Scioli mantiene su reclamo vivo de competir en unas elecciones primarias y se muestra como una opción que no tiene margen de especulación. Es un precandidato firme. La única forma de que se baje parece ser que todo el aparato peronista se encolumne, como sucedió en el 2019, detrás de un solo candidato. Un movimiento que nadie descarta porque, en el caso de concretarse, llevaría la firma de CFK.
En los próximos días se sumaría a la lista de precandidatos Agustín Rossi. El Jefe de Gabinete anunció que tiene intenciones de competir y que lo comunicará en un plazo breve. Si el movimiento político que deriva en el candidato de unidad no se concreta, entonces el peronismo irá directo a una gran PASO con final incierto.
La decisión de Cristina Kirchner volvió a modificar el escenario político y electoral. Las dificultades para llegar a un acuerdo que tienen el Presidente y la Vicepresidenta dificultan todo el armado político. Si la situación sigue de esta forma, serán las segundas y terceras líneas las que terminen ordenando las candidaturas. Parece un escenario improbable pero, a esta altura, no lo es.
Seguir leyendo: