En Juntos por el Cambio (JxC) nadie niega que esta es la peor interna que tuvieron en un armado electoral desde que existen como coalición, en 2015. En el PRO, puntualmente, no tienen antecedente partidario de una tensión política de la magnitud que alcanzaron este año por la disputa entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich contra Horacio Rodríguez Larreta.
El lunes, el partido amarillo llegó a un acuerdo sobre las candidaturas en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires. Fue una solución esperada, pero dejó consecuencias: se agitó la conformación de las listas legislativas por la interna del PRO, que obstaculiza un armado parlamentario de unidad.
Esa situación es más compleja en la provincia de Buenos Aires, pero también alcanza a la Ciudad. En territorio bonaerense, Rodríguez Larreta y Bullrich resolvieron competir en la PASO del 13 de agosto cada uno con su propio candidato. El jefe de Gobierno porteño será representado por Diego Santilli. La ex ministra de Seguridad deberá definirse por uno de sus cuatro aspirantes: Néstor Grindetti, Javier Iguacel, Joaquín De La Torre y Cristian Ritondo. Es una decisión que el bullrichismo tiene previsto que no pase de la semana que viene.
Ese esquema político dividió aguas en JxC. El radicalismo, la Coalición Cívica (CC) y el Encuentro Republicano de Miguel Ángel Pichetto están concertados para reclamar que haya listas de unidad en lo legislativo. Entienden que la unidad les garantiza sostener los legisladores que cada partido pone en juego. Además, asumen que es el modo de robustecer un bloque legislativo. La oposición conoce que el próximo Presidente asumirá en un escenario de debilidad parlamentaria. Eso obligará un complejo juego de búsqueda de consenso. En caso contrario, la Casa Rosada puede caer una virtual parálisis decisional: sin respaldo del Congreso, será imposible avanzar con buena parte de las medidas que pretendan implementar.
Te puede interesar: Los detalles de la reunión en la que los referentes del PRO acordaron nuevas reglas de juego de cara a las elecciones
La postura de los intendentes
Quienes estallaron tras conocer la decisión de Larreta y Bullrich sobre ir a una PASO a gobernador en provincia fueron los intendentes bonaerenses opositores. El PRO cuentan con 22 jefes comunales, mientras que la UCR tiene 32. La provincia se divide en 135 municipios y, además, en ocho secciones electorales que son las que eligen a los legisladores para la Legislatura bonaerense. Cada uno de esos distritos supone un cierre de listas en particular. “Cuanta más división haya arriba, más lío nos genera abajo, en los municipios”, renegó en diálogo con Infobae un intendente de JxC.
En relación con el PRO, la mayoría de los intendentes y territoriales del partido amarillo reclamaban el esquema de la “Y”: ir con un candidato a gobernador de unidad y que todos los candidatos a intendentes se acoplen a esa boleta bonaerense. Los jefes comunales tienen un consenso en torno a que esa táctica facilita, a su vez, el armado de las listas seccionales. “Va a ser un quilombo, porque va a haber interna en todos lados. El cierre de listas va a ser atroz y el cuarto oscura va a estar lleno de boletas”, analizó ante este medio un legislador bonaerense opositor.
Se recalienta la pelea por los lugares para las Legislaturas bonaerense y porteña
La Legislatura bonaerense es bicameral y este año cuatro secciones electorales eligen diputados provinciales, mientras que las otras cuatro elegirán senadores. En total, JxC pone en juego 19 escaños de la Cámara Baja y 10 senadores. Por su parte, en la Legislatura porteña, la coalición deberá renovar 17 bancas de las 30 que se elegirán en las elecciones del 22 de octubre.
La división del PRO es lo que traba los armados legislativas. Cada legislador que consigue una fuerza política supone un lugar más de representación, recursos y estructura parlamentaria. Es decir, la discusión por el armado de las listas no es otra cosa que disputa por espacios de poder. Tanto el bullrichismo como el larretismo aseguran que armarán cada uno su propia lista legislativa para las PASO.
Si se consolida la interna, la coalición deberá negociar un reglamento en donde se acordarán cómo se fusionarán las boletas después de las primarias. El gran escollo en ese punto es que las fuerzas políticas acuerdan un piso mínimo de representación: es decir, para entrar en el reparto de lugares en la lista final para las elecciones generales de octubre, cada lista debe superar un umbral mínimo de votos. Es un requisito que perjudica a los partidos minoritarios.
Otro punto que suma tensión es el ascenso vertiginoso de Javier Milei. La presencia del libertario también supone que una tercera fuerza se mete en la puja por las bancas legislativas. No sólo para el Congreso nacional, sino también en las legislatura y en los concejos deliberante de cada municipio. Eso supone que el reparto de escaños no será sólo entre el Frente de Todos y JxC, sino que también pulseará lugares La Libertad Avanza. “Cuando más nos dividamos, es un voto más y un diputado más para Milei. Es urgente ordenarnos y aclarar las reglas de juego”, exigió en respuesta a Infobae un intendente del PRO, del interior bonaerense.
El temor de la oposición ante un desdoblamiento en provincia
La puja interna se suma la incertidumbre que se desató en la provincia de Buenos Aires por la posibilidad de que el gobernador, Axel Kicillof, desdoble la elección general. El mandatario bonaerense ya convocó a las PASO para el mismo día que el comicio nacional, que serán el 13 de agosto. Sin embargo, la legislación lo autoriza a separar la elección general. “La sacó de la galera esa, no la vi venir y, la verdad, nos parte al medio si desdobla”, se sinceró un operador político bullrichista ante la consulta de este portal.
En este marco, un grupo de legisladores bonaerenses de JxC salió ayer a presionar a Kicillof para exigir certidumbre. Fue un planteo político. En la oposición aseguraron que no harán ninguna presentación judicial. “Convocó a la PASO pero no a la elección general. No hay certidumbre, no hay seguridad jurídica sobre el proceso, ni certezas para los bonaerenses. Hoy sólo hay manipulación del proceso electoral”, sostuvo ante Infobae Maximiliano Abad, diputado y presidente de la UCR bonaerense. En la misma línea, Andrés De Leo, senador bonaerense de la Coalición Cívica le dijo a este medio que “la estrategia de Kicillof da cuenta del deterioro del Frente de Todos, que los lleva a cambiar las reglas electorales porque saben que la situación política y económica nacional los hará perder la provincia”.
El gobernador tiene plazo para desdoblar la elección hasta después del cierre de listas, que será el 24 de junio. En JxC saben que con esa opción, Kicillof no mostrará antes sus cartas. Es decir, si la elección bonaerense se desdobla, la oposición se enterará cuando las listas ya estén armadas y presentadas en la justicia. Por lo tanto, los intendentes y un grupo de dirigentes territoriales opositores exigen que la estrategia electoral se arme pensando en un posible desdoblamiento.
Falta 38 días para la presentación de listas ante la Justicia. Nada indica que JxC logre llegar con orden y sin heridos políticos a las elecciones.
Seguir leyendo: