“Convocamos a movilizar el próximo 25 de mayo...”. El llamado del intendente en uso de licencia de Merlo, Gustavo Menéndez, cuando hizo uso de la palabra en el Congreso del Partido Justicialista despertó el cántico de los casi 500 congresales que este martes se reunieron en el microestadio de Ferrocarril Oeste en la Ciudad de Buenos Aires. “Presidenta... Cristina presidenta...”, empezó a contagiarse. Aplaudían gobernadores del interior y algunos sindicalistas no cristinistas. Pero el fervor duró poco.
“Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”, publicó la ex mandataria.
Apenas terminado el Congreso, llegó la noticia. Una extensa carta de la Vicepresidenta en la que ratificaba que no iba a ser “mascota de nadie”. Algunos diputados nacionales se enteraron por la prensa apenas cruzaron la puerta del estadio. “Envejeció rápido el Congreso”, se animó a decir un kirchnerista, sorprendido como la mayoría de los presentes.
“Es lo que siempre dijo, en lo personal no me sorprende. Si la conocieran un poco se darían cuenta”, decía un peronista de rol protagónico durante la presidencia de Néstor Kirchner y el primer mandato de Cristina Kirchner.
Los casi 500 congresales que se reunieron este jueves, llegaron a Ferro con pocas certezas de cómo iba a ser el acto del que iban a participar. La mayoría se fue más mareada de cómo entró.
En lo formal, el Congreso partidario definió que el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, sea el encargado del partido para negociar la constitución de frentes electorales. Una instancia que generó un debate puertas adentro y en la previa al encuentro que, incluso, hizo que su inicio se demorara casi una hora.
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La designación del formoseño corrió de discusión la participación del gobernador bonaerense, Axel Kicillof e incluso del presidente Alberto Fernández, que también habían sido propuestos para ese lugar. El Presidente, que además conduce el PJ Nacional, no participó del Congreso. “Estaba previsto que esté, tenía su silla asignada y todo”, deslizaron desde la organización del acto.
Una rápida lectura de quienes todavía sostienen el operativo clamor es que puede no ser candidata, pero sí seguir liderando y que una muestra de este diagnóstico la dió el sábado pasado su hijo, el presidente del PJ bonaerense Máximo Kirchner, cuando en su propio congreso partidario advirtió que a él no le interesaban las candidaturas y que “no se necesita ser candidato para transformar la realidad”. Antes de ese acto, Kirchner contó que había hablado “con la compañera Cristina”.
Como adelantó Infobae, el Congreso llegó con desacuerdos y tuvo como objetivo resolver formalidades. Se lograron resolver algunas cuestiones. Hubo una guiño hacia la amplitud en la designación de las secretarías y las vicepresidencias. Hay representación de La Cámpora, los gobernadores, el sindicalismo K y la CGT.
Sin embargo, no hubo decisiones de fondo. Quienes pugnan por una PASO para definir candidaturas advierten que lo expresado por la Vicepresidenta en su carta habilita esa instancia más que antes. El kirchnerismo busca ahora que Fernández de Kirchner ostente su condición de conductora del espacio y que finalmente se imponga su programa de gobierno, como planteó durante la charla en el Teatro Argentino.
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