“No quiere ser la mariscal de la derrota”, “no quiere ser la responsable de una catástrofe electoral para el peronismo”, “evitó tener que defender un gobierno con el 10% de inflación mensual y 50% de pobres”, “tiene miedo a perder”. La primera línea de Juntos por el Cambio reaccionó con estas y otras frases a la confirmación de Cristina Kirchner de que no será candidata a ningún cargo. Pero no sólo en las críticas convergieron, sino también en la jugada siguiente en el ajedrez que la Vicepresidenta mejor juega: la intriga pre electoral.
Al menos una decena de fuentes cercanas a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, el radicalismo y el peronismo antikirchnerista consultados por Infobae reconocieron que la principal incertidumbre que quedó plantada en el escenario es si el anuncio de esta tarde de CFK fue, en realidad, el aperitivo del plato principal: adelantar las elecciones en la provincia de Buenos Aires.
El propio gobernador Axel Kicillof alimentó las especulaciones días atrás cuando admitió en público que el desdoblamiento era una posibilidad. Con la confirmación de la ex presidenta de que no será candidata, las chances de que se tome esta decisión se acrecentaron aún más.
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“Cristina Kirchner no se quiere hacer cargo de este gobierno, al que no reconoce como propio. Sólo si ella era candidata a presidente o senadora nacional tenía sentido que las elecciones nacionales y las bonaerenses vayan juntas. Con la cartita que publicó, ahora Kicillof tiene el camino despejado”, reconocía una voz con fuerte predicamento en JxC.
De hecho, antes de que se conociera la bomba política del día, en la Legislatura bonaerense Juntos por el Cambio analizó esta posibilidad y emitió una declaración oficial exigiéndole al gobernador una definición urgente. En los pasillos de ese parlamento se especuló, incluso, hasta con una fecha posible: el 8 de octubre.
En lo más alto de Juntos por el Cambio saben que para Cristina y el kirchnerismo, la provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas y, sobre todo, un eventual refugio desde el cual combatir a una administración de JxC u otra liderada por el libertario Javier Milei. “Se quiere convertir en la jefa indiscutida de la futura oposición y evitar que el peronismo le facture que llevó al partido a la peor derrota de toda su historia”, explicó otro dirigente.
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¿Quién si no es ella?
“¿Estás seguro que no va a ser candidata a nada?”, esa pregunta fue también una de las coincidencias que tuvieron los dirigentes consultados apenas se conoció el anuncio que la vicepresidenta subió a sus redes sociales y que publicó en su blog personal.
Más de una vez tuvo que leer este cronista el párrafo medular del largo extenso de CFK: “Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”.
A renglón seguido se abrió una nube de nombres posibles que podrían presentarse como candidatos, con dos que se repitieron. En Juntos por el Cambio el consenso es que estarán en la línea final dos ministros clave: Eduardo “Wado” De Pedro (Interior) y Sergio Massa (Economía).
“De Pedro es Cristina-Cristina, Massa abarca a un electorado de centro, si se quiere más blando. Pero nosotros vamos a decir que este es el gobierno de ella, por más que se esconda”, consideró otra voz de la coalición opositora.
Pero lo cierto es que las chances de que haya PASO todavía no está clausurada en el Frente de Todos, sobre todo por figuras como Juan Grabois, que corre por los márgenes, o Daniel Scioli, el embajador que viene pidiendo pista para competir. “Tengo el derecho”, suele decir en público y privado.
Beneficiados y perjudicados
De todas maneras quedó abierto otro interrogante. ¿A quién perjudica y a quién beneficia la ausencia de Cristina Kirchner en las boletas? ¿A Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich? ¿A Javier Milei o a la izquierda?
En cada vivac de la oposición interpretaron la decisión de Cristina Kirchner como un guiño para su propio candidato. Para algunos, el “renunciamiento” deja un vacío en los sectores más duros del kirchnerismo, puede correr la propuesta electoral del Frente de Todos hacia el centro y generar, otra vez, una postulación “moderada”. “Van a pescar los Massa y los Larreta en la misma pecera de los votantes de centro”, decía un consultor que no mide para Cambiemos.
“Si no hay un espejo sobre el cual confrontar con Cristina Kirchner, los más duros quedan sin rival, sin enemigo perfecto. A los Bullrich y a los Milei les puede costar un poco más encontrar el tono de una campaña que puede plantearse diferente si el kirchnerismo, como hizo en 2015, con Scioli, y 2019, con Alberto Fernández, se corre al centro”, afirmó otro encuestador que mide para oficialistas y opositores de hoy.
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“Sin Cristina en el tablero, va a haber superpoblación de candidatos en el centro. Esto lo puede perjudicar a Horacio, que armó una estrategia para captar el voto blando. Si no es CFK y ella elige a alguien más moderado, se le van a ir votos con Grabois o a la izquierda. Eso puede pasarle, sobre todo, después de las PASO”, especulaban anoche en Juntos por el Cambio.
Pero en la coalición opositora había otra mirada, diametralmente opuesta: “Sin candidatos duros, las propuestas de los Bullrich y los Milei se quedan sin espejo donde mirarse. Van a tener que replantear la campaña, porque crecían en función de una polarización a la que le va a faltar su actriz protagónica”, explicó otro dirigente de primera línea de la oposición, con inocultable mordacidad.
“La estrategia y posicionamiento de Horacio no está basado en que Cristina Kirchner se presente o no. Él apunta a construir una mayoría ampliada, impulsar un plan de estabilización y desarrollo y avanzar con reformas profundas”, explicaba un dirigente que reporta a Uspallata -la sede del gobierno porteño- y consideró que el renunciamiento “convierte a los herederos de Cristina en una fuerza más nostálgica, es una minoría más enfocada en la provincia de Buenos Aires, sin posibilidad de representación nacional”.
El análisis político
Los analistas Facundo Nejamkis (Opina Argentina) y Lucas Romero (Synopsis Consultores), que en sus estudios de opinión incluían la variable para sus modelos y encuestas de que el nombre de Cristina Kirchner no iba a estar en las boletas el 13 de agosto, brindaron sus miradas sobre la confirmación que hizo la Vicepresidenta.
Para ambos, su ausencia tendrá un impacto entre los candidatos de Juntos por el Cambio y, si bien evitaron arriesgar a quién podría beneficiar o perjudicar, abordaron las consecuencias posibles de la decisión.
“A Juntos por el Cambio le convenía pelear contra Cristina Kirchner, enfrentan mejor contra ella que contra los moderados”, afirmó el director de Opina Argentina, mientras que Romero advirtió: “Esta decisión puede anticipar que la discusión se vaya hacia el centro, que sea con un candidato al estilo Massa”.
El director de Synopsis puso números en el análisis: “Larreta y Bullrich miden entre los dos entre 25 y 30 puntos, Milei está en 25 y el Frente de Todos arranca con un piso del 25. La escena que mira el oficialismo es que, partiendo de ese piso, puede terminar imponiéndose en las PASO”.
“Cristina responde al modelo típico del político argentino que tiene votos. Ellos cuidan mucho su credibilidad para con sus electores, por eso -indicó Nejamkis-, si ella dijo que no iba a ser candidata era difícil que cambiara de opinión”.
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