La decisión de la Corte Suprema de suspender las elecciones a gobernador en las provincias de San Juan y de Tucumán generó un terremoto político y provocó la reacción del gobierno nacional.
En un mensaje emitido por cadena nacional, el presidente Alberto Fernández señaló que “los jueces que aceptaron ser designados por decreto por Mauricio Macri (en referencia a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz) siguen respondiendo a sus órdenes”.
El jefe de Estado consideró además que la resolución del máximo tribunal de Justicia “deja a la democracia como rehén de un grupo de jueces que no observan criterios de justicia”.
En otro fragmento de su discurso, Fernández apuntó que “se trata del mismo Poder Judicial que persigue de forma sistemática a la Vicepresidenta de la Nación (Cristina Kirchner) con argumentos forzados, desatendiendo su derecho de defensa y dictando sentencias fundadas en relatos redactados en mesas judiciales”.
“Se han convertido en el brazo operativo de la oposición y de los grupos concentrados del poder económico y mediático”, remató el mandatario, que acusó a los magistrados de “desconocer el federalismo y la división de poderes” y reclamó mayor transparencia pública por parte de los funcionarios de la Justicia: “La degradación judicial debe concluir. No conocemos el patrimonio de ningún magistrado de la Corte Suprema”.
La figura de Rosatti fue uno de los blancos principales que eligió Alberto Fernández: “Ayer mismo, unas horas antes de esta decisión, el presidente de la Corte Suprema hizo declaraciones ante empresarios sobre qué deberíamos hacer con la emisión monetaria. En primer término, no tiene autoridad, ni facultades, ni conocimientos para opinar sobre el rumbo de la política económica del gobierno”.
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“Si tanto interés tiene por el rumbo económico del país, debería pedirle a los tribunales inferiores que agilicen todas las causas que tienen paradas sobre la investigación de la deuda que tomó Mauricio Macri sin ser tratada por el Congreso de la Nación y que denunciamos ante el Poder Judicial que sigue sin investigarlo”, apuntó el mandatario.
Luego de ese repaso general, Alberto Fernández decidió hacer un nuevo pedido para que avance una exigencia que desde hace años impulsa el kirchnerismo: “La reforma del Poder Judicial es hoy una de las grandes deudas de nuestra democracia. Estamos convencidos de que necesitamos una reforma profunda e integral de la Justicia y por eso enviamos al Congreso de la Nación las leyes para mejorar el funcionamiento de la Justicia Federal, la reforma del Consejo de la Magistratura, la designación del Procurador General y la ampliación de la Corte Suprema”.
“Es imperioso que el Congreso apruebe esas leyes porque es el único camino que tenemos para poner fin a este sistema donde un puñado de jueces se erigen en seres todopoderosos. Tenemos que conseguir las mayorías necesarias para poder llevarlo adelante. Necesitamos legisladores comprometidos a dar esta pelea contra el avasallamiento de la república”, invitó en un mensaje directo a los diputados y senadores.
En la misma línea, el jefe de Estado hizo alusión al juicio político que promueve el ala más dura del oficialismo contra los jueces de la Corte y le agregó una novedad: “Se está sustanciando en el Congreso de la Nación, donde cada día surgen nuevas pruebas, y se abren nuevos caminos de investigación ante denuncias y dichos de testigos. Quiero anunciarles que vamos a enviar los antecedentes de estas decisiones tomadas ayer para que se sumen a las causales de juicio político, para seguir demostrando cómo esta Corte viola la división de poderes y el federalismo”.
“Quiero decirle a nuestra gente que es el momento de estar más unidos que nunca, de alzar nuestras voces en todo el país para unirnos en un grito unívoco en defensa de la democracia”, concluyó el mensaje presidencial.
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