Las negociaciones políticas por los lugares en las listas electorales no son otra cosa que discusiones por poder. Cada escaño en un concejo deliberante, legislatura provincial o el Congreso nacional significa una porción de la torta del sistema político. Por eso las disputas partidarias por el reparto de la representación es puja por la gobernabilidad y, al mismo tiempo, por el músculo institucional que tendrá cada partido. Esta ingeniería electoral es la que está detrás de una pulseada que se acelerará en los próximos días en Juntos por el Cambio (JxC): la del armado de las listas.
En las elecciones de este año, JxC pone en juego 55 de sus 116 bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. Mientras que deberá 11 senadores de los 33 que ostenta en la Cámara Alta. Cabe señalar que el quorum constitucional para sesionar es de 129 diputados, por un lado, y de 37 bancas en el Senado, por le otro. En el frente opositor hay un consenso acerca de que podrán sostener -incluso superar- los representantes que ponen en juegos en la Cámara demo orientada. Y lo más importante: sostienen que este año, de forma inédita, el peronismo puede perder la mayoría en el Senado a manos de JxC.
Como sucede cada dos años, Diputados renueva la mitad de sus bancas y todas las provincias eligen a sus respectivos legisladores nacionales según la cantidad de población. En tanto, el Senado se renueva por tercios y cada dos años ocho provincias eligen tres senadores cada una. En 2023, Buenos Aires, Misiones, Formosa, Santa Cruz, La Rioja, San Juan, Jujuy y San Luis renuevan sus representantes de la Cámara Alta.
La negociación política se extrema al nivel de que se pelea cada lugar de la lista hasta altas horas de la madrugada de la fecha límite para presentar las listas ante la justicia electoral: el 24 de junio. Por este motivo, en JxC se acelera la puja para garantizar reglas de juego que permitan ordenar el armado de listas para el Congreso nacional y las legislaturas provinciales -centralmente el parlamento bonaerense y el porteño-. Es una disputa que emerge fuerte a la par de la pelea por las candidaturas presidenciales y ejecutivas en la provincia y en la Ciudad. Por estas horas, la interna del frente opositor traba las negociaciones para confeccionar las listas.
Te puede interesar: Elecciones 2023: cuántos legisladores ponen en juego los principales bloques y qué figuras de peso terminan su mandato
Este será uno de los temas que discutirán los precandidatos a presidente de JxC en una reunión que harán en los próximos días. Se espera que se encuentren de forma reservada Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Facundo Manes, Elisa Carrió (o Maximiliano Ferraro -titular de la Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto. El cónclave estaba previsto para esta semana, aunque aún no definieron fecha. Según pudo conocer Infobae, se trata de un encuentro con “carácter de urgente” para la coalición opositora. Allí buscarán fijar las reglas para conformar las listas legislativas del espacio.
La Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica y Encuentro Republicano, partido de Pichetto, están concertados en el reclamo de generar listas legislativas de unidad. Sostienen que es una forma de garantizar un bloque parlamentario que logre gobernabilidad. Aunque también es un modo de asegurarse lugares seguros en el reparto de poder.
Los tres partidos socios de JxC vienen insistiendo al interior de la coalición en esclarecer reglas para avanzar en ese sentido. Y se lo han hecho saber al PRO. Especialmente, en la reunión que martes pasado encabezaron los presidenciables de JxC con los titulares partidarios, de los bloques parlamentarios y los economistas de cada candidato. Allí, el auditor General de la Nación fue quien más enfatizó en la necesidad de arribar a consensos para generar listas de unidad en todas las provincias que se pueda. El partido de Elisa Carrió, cuyo presidente es el diputado Ferraro, está de acuerdo con esa idea. Una postura similar también tiene el radicalismo.
En sintonía con el planteo de la UCR y con Pichetto, Carrió es partidaria de que JxC vaya a una PASO con una proliferación de candidaturas en las categorías ejecutivas y una unidad en las listas legislativas. La ex diputada nacional entiende que esa estrategia genera equilibrio en la coalición y beneficia las chances electorales para la elección general de octubre.
En donde no hay consenso al respecto es en el PRO. La interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich obtura un acuerdo político en torno a la cofección de las listas para el Congreso nacional. Los cierres de listas en cada provincia que desdobló la elección respecto al comicio nacional fueron un ejemplo prístino de esas tensiones.
En el partido amarillo todo se encamina a que cada espacio integre su lista propia. “De ninguna manera le vamos a ceder media lista a Larreta ni a nadie, ¿qué incentivos tenemos para hacerlo?”, advirtió ante Infobae un operador político de la ex ministra de Seguridad. En ese eje, la mesa política del larretismo no está dispuesta “regalar ni una banca de un Concejo Deliberante” ante Bullrich. En medio de un paroxismo de la disputa por el liderazgo del PRO, Larreta y la titular del PRO en uso de licencia pujan la interna en cada distrito.
La escisión entre Larreta y Bullrich dificulta la propuesta política de listas de unidad que pretende la UCR, Carrió y Pichetto. Especialmente para la Coalición Cívica y Encuentro Republicano. Si bien ambos son espacios relevantes para JxC, los dos conocen que son socios minoritarios ante el radicalismo y, sobre todo, frente al PRO. Tanto por despliegue territorial como por volumen electoral. Por eso, la bifurcación de listas legislativas de para a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Oblitagorias (PASO) les supone el riesgo de perder espacios de poder a mano de los partidos mayoritarios del frente.
En este marco, el gobernador de Jujuy y candidato a presidente de la UCR, Gerardo Morales, junto a la Coalición Cívica y Pichetto presionan para establecer reglas de juego que organicen cuanto antes el armado de las listas. Y pretenden que eso culmine en una confección de unidad. En caso de no lograrse tal fin, los partidos de JxC deberán negociar el piso y los porcentajes que fijarán para aplicar el método D’Hont al interior de la coalición para unificarse según los votos que cada lista obtenga en las PASO. Este último es el escenario que los partidos más débiles del frente pretenden evitar.
Es una discusión que se acelera en la víspera del cierre de listas y en pleno proceso de incorporación del diputado liberal José Luis Espert a JxC. Al economista de Avanza Libertad de debe sumar el espacio de Ricardo López Murphy, que integra la coalición desde 2021. Cada partido pretende lograr sus concejales, legisladores y/o diputados. Cada banca es un espacio concreto de poder. Cuanto más actores se sumen a JxC, el espacio ganará volumen electoral. No obstante, sucederá lo contrario en términos de reparto de representación: a más cantidad de partidos para dividir la torta, menor fracción de poder para cada uno. Un dilema de difícil resolución con una sola certeza: nadie quiere quedar afuera.
Seguir leyendo: