La titular de AySA, Malena Galmarini, denunció que fue hostigada por un funcionario del municipio de Tigre en un episodio ocurrido durante una recorrida por obras que realiza la empresa estatal en la localidad.
Según la denuncia, la situación se produjo en los alrededores del Centro de Operaciones de Tigre, situado en la intersección de Madero y Tacuarí, contiguo a un predio donde AySA realiza trabajos. Hacia allí se había trasladado Galmarini con un colaborador para efectuar la supervisión de las obras.
En esas circunstancias, según denunció la funcionaria nacional y candidata a intendenta de Tigre para las próximas elecciones, un móvil del Centro de Operaciones la abordó a ella y al integrante de su equipo que la acompañaba, desde el cuál se bajó un agente municipal que los interrogó, les pidió identificaciones y hasta los filmó con su teléfono celular.
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Luego, el funcionario señalado habría compartido la imagen de la funcionaria en un estado de WhatsApp con la leyenda “por lo visto nada que hacer en la casa”. Ante todo el cuadro, Galmarini decidió realizar una presentación en la justicia, en la que denunció hostigamiento y violencia de género por el tipo de expresiones dirigidas hacia su persona, en un contexto de violencia política en el municipio.
La exposición fue realizada ante la Unidad Funcional de Instrucción, a cargo del fiscal Sebastián Fittipaldi. Tras ello, se produjo un allanamiento en el Centro de Operaciones, en dónde tuvo lugar el episodio, confiscaron la grabación de las cámaras de seguridad y el teléfono móvil del chofer, que será peritado en estos días.
Según se expresó en el escrito que disparó la investigación judicial, el agente en cuestión justificó su postura aduciendo que debía informar sobre todos los movimientos en el predio, siendo que la recorrido se dio en instalaciones que pertenecen a la empresa nacional. Durante el intercambio, además, el agente, que se desplazaba en un móvil municipal, se negó a identificarse, dijeron los denunciantes.
“Hay un intento de amedrentamiento a través de la fuerza municipal hacia una mujer candidata a intendenta del distrito. No lo van a lograr, voy a llegar al ejecutivo municipal el 10 de diciembre”, dijo en su descargo Galmarini.
“En segundo lugar hay un escenario de violencia simbólica porque junto a la foto circula una leyenda machista. Los hechos denunciados ocurrieron durante mi labor como Presidenta de la Empresa AySA. Por qué tendría que tener otra cosa que hacer en el ámbito doméstico? ¿Allí es donde les dicen a los agentes municipales que debemos estar las mujeres?”, sostuvo.
Por otro lado, la funcionaria hizo notar que durante la situación denunciada se utilizó infraestructura del municipio, desvirtuando sus fines. “Las cámaras de videovigilancia fueron pensadas para la seguridad de los y las tigrenses y están siendo utilizadas con otro fin. Recuerdo lo sucedido en una movilización de vecinos y vecinas contra la cuarentena, y ahora ¿vuelven a utilizar la misma metodología con quienes no coincidimos con su línea política?”, expuso.
“La función de los móviles del COT es realizar recorridas en prevención de delitos en todo el municipio y no permanecer detenidos en lugares puntuales, como en el caso de la obra de Tacuari y Madero”, agregó la dirigente.
Galmarini ejerce actualmente la conducción de la empresa de Agua y Saneamiento, responsable de brindar el servicio en el área metropolitana de Buenos Aires. En las elecciones del presente año competirá por la intendencia con el actual jefe comunal, Julio Zamora. A esa rivalidad es que atribuyó la dirigente el altercado que denunció ante la justicia.
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