La interna del PRO de la Provincia de Buenos Aires se puso al rojo vivo. Los máximos líderes del partido no se ponen de acuerdo en la estrategia electoral para el distrito, los intendentes apuran la presión para incidir en las decisiones y la proliferación de candidatos a gobernador conspira contra una campaña unificada de Juntos por el Cambio para enfrentar a Axel Kicillof con buenos números en las encuestas.
En medio de este clima, la Mesa del PRO bonaerense se reunió esta tarde en Lanús para avanzar con el debate interno. Asistieron las autoridades del partido y los dirigentes territoriales referentes de cada sección. Néstor Grindetti, intendente de Lanús y candidato a gobernador bullrichista, que fue el anfitrión. También estuvieron los diputados nacionales Cristian Ritondo, candidato a gobernador, Diego Santilli, candidato a gobernador larretista, Silvia Lospennato; los intendentes Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Javier Iguacel (Capitán Sarmiento), candidato a gobernador bullrichista, Soledad Martínez, de Vicente López, Guillermo Montenegro, de General Pueyrredón, Javier Martínez, de Pergamino, Ramiro Tagliaferro, ex intendente de Morón; y los legisladores bonaerenses Florencia Retamoso, Alex Campbell, Christian Gribaudo, Daniela Reich (presidenta interina del partido), Adrián Urelli y Alejandro Rabinovich.
Los dirigentes acordaron que en los próximas días se reunirán, por separado, con los presidenciables del PRO. La primera cita será este jueves con Patricia Bullrich. La ex ministra de Seguridad será anfitriona de un encuentro en el que los referentes bonaerenses del partido la escucharán y tratarán de consensuar definiciones. Luego será el turno de María Eugenia Vidal (aunque aún no decidió si se postulará) y de Horacio Rodríguez Larreta.
En la reunión de esta tarde, que se hizo en un salón en Lanús, hubo un tema clave sobre la mesa: Kicillof fijó el 13 de agosto para las PASO en al provincia, pero aún no anunció cuándo se harán las elecciones generales. La dirigencia opositora teme que desdoble los comicios como una forma de intentar asegurar su reelección. El kirchnerismo bonaerense aguarda definiciones de la candidatura presidencial. Esa especulación se convierte en otro elemento que pone más en evidencia la creciente pelea.
“Entendemos que la maniobra de Kicillof de no convocar a la elección general es un símbolo de debilidad del oficialismo que pretende especular con la elección de los bonaerenses según le convenga a su interna nacional”, expresaron los dirigentes en un comunicado en el que sintetizaron los puntos conversados esta tarde, al que accedió Infobae. Además, “reafirmamos la vocación de seguir trabajando para mejorar la performance del Pro en la próxima elección provincial con candidatos muy competitivos en distritos que hoy gobierna el FDT”, detallaron.
El cónclave comenzó a las 17 y duró poco más de dos horas. Entre café y galletitas, los dirigentes analizaron el mapa electoral del PRO en la provincia. Otro tema relevante fue que analizaron las reglas electorales de cara a la presentación de alianzas y de listas que deberán hacer en junio. Se trata de un acuerdo en el que concuerdan con los otros socios de la alianza, el radicalismo y la Coalición Cívica, cómo se intercalarán los lugares en las listas luego de las PASO, qué piso electoral exigirán para ingresar al D’Hont interno con el que se reparten los espacios de poder a elegir.
En el PRO entienden que cuentan con los “mejores candidatos” a gobernador, en relación con sus socios políticos de JxC. Lo que no logran definir ni acordar es cómo filtrar por uno o dos entre los cinco que actualmente tienen lanzados. Es uno de los puntos que estará sujeto a debate en los próximos días.
El mapa bonaerense del PRO sigue trabado. Algunos intendentes ya se definieron por algún presidenciable (Manuel Passaglia, de San Nicolás, se alineó con Bullrich y Sebastián Abella, de Campana, con Rodríguez Larreta), mientras crecen las voces de quienes reclaman que haya un solo candidato a gobernador, con la mira puesta en Santilli, el postulante de Rodríguez Larreta, que es el que mejor mide en las encuestas y tiene la ventaja de que le ganó a todo el peronismo unido en las elecciones de 2021. En esa postura están Diego Valenzuela y Ezequiel Galli, enrolados en el larretismo; y Camilo Etchevarren, de Dolores, del macrismo, entre otros, y también se sumaron dirigentes de JxC como Miguel Ángel Pichetto y Maricel Etchecoin, de la Coalición Cívica.
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Fue sugestivo un dato: en el congreso bonaerense de la Coalición Cívica, la titular del partido a nivel provincial, Maricel Etchecoin, se mostró al lado de Santilli y el titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad. “En la provincia tenemos muy en claro que la unidad es la fortaleza para un proyecto nacional y tiene que estar representada por los mejores de nosotros”.
Rodríguez Larreta y Bullrich eran partidarios de que las listas electorales siguieran el esquema de la “i latina”, que implica que cada candidato a presidente llevara en una lista a su propio postulante a intendente y a gobernador, en una apuesta a extremar la competencia interna y a que los jefes comunales se jugaran sí o sí por algún presidenciable. Ante la Mesa del PRO, Macri estuvo de acuerdo en que los intendentes vayan en todas las listas de los candidatos a presidente y gobernador.
La titular del PRO en uso de licencia mantiene su idea, pero el jefe de Gobierno hizo un viraje hace quince días para congraciarse con los intendentes de JxC que no quieren definirse por ningún aspirante a la Casa Rosada: ahora propone aplicar en las elecciones el esquema de la “v corta”, que implica dos candidatos a presidente, dos a gobernador y un solo postulante a jefe comunal. Los larretistas explicaron que se cambió para “contener” a los intendentes, pero en el bullrichismo interpretan que el alcalde porteño está tratando de evitar una fuga de adhesiones hacia su adversaria interna.
Subidos a la euforia de algunas encuestas, los leales a Bullrich quieren competir en todas las intendencias con candidatos propios y están en pleno armado de postulaciones en los municipios gobernados por el larretismo o sus aliados en JxC. “¿Horacio propone una competencia abierta en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia no quiere hacerlo? Que salgan a la cancha”, desafían.
Otro actor de peso en este escenario es Ritondo, el candidato a gobernador de María Eugenia Vidal. Es el postulante que está mejor ubicado en las encuestas después de Santilli y se considera muy probable que termine con Bullrich si la ex gobernadora anuncia que no será candidata presidencial. Eso no significa que la saliente jefa del PRO lo lance como su postulante en la provincia: “Patricia va a elegir a alguno de los que se jugaron por ella desde hace tiempo”, aseguran en su entorno.
El 10 de mayo es la fecha que manejan los bullrichistas para que su jefa decida su candidato a gobernador entre Néstor Grindetti, intendente de Lanús; Joaquín de la Torre, senador provincial de JxC, o Javier Iguacel, intendente de Capitán Sarmiento. Nadie sabe qué puede pasar, aunque algunos le dan una luz de ventaja a De la Torre: Grindetti se complicó al asumir la presidencia del club Independiente e Iguacel tendría menos lazos político y consenso interno, advierten en el comando bullrichista.
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