En forma inédita, un bloqueo sindical mantiene paralizada desde hace semana la Municipalidad de Las Rosas, en Santa Fe, e impide que se hagan la pavimentación y la recolección de residuos por un error en la liquidación de los sueldos de unos 200 empleados municipales. En realidad, les pagaron de más un aumento salarial, pero no les descontaron la diferencia sino que se mantuvo como un bono no remunerativo y el sindicato local reclama que esa suma que se incorpore al salario básico.
La inusual situación que protagonizan los trabajadores del municipio está afectando la prestación de servicios en Las Rosas, una ciudad de 15 mil habitantes ubicada a 170 kilómetros de la capital provincial, gobernada desde 2015 por el intendente Javier Meyer, de Juntos por el Cambio, quien habló a Infobae de “una bomba que instalaron para generar este conflicto” y relató que todo comenzó cuando “la paritaria del año 2022 se aplicó en forma acumulativa y no sobre los básicos de enero, que implicó un 5% adicional que se pagó a los empleados, pero cuando se detectó esa diferencia, en lugar de descontarla, quedó en los salarios como un bono fijo no remunerativo”.
Pese a que la municipalidad reconoció la equivocación, pidió disculpas al personal y dispuso que “la gente no sufra un impacto en su bolsillo”, dijo Meyer, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Las Rosas (SITRAM) rechazó el bono y exigió que esa suma se incorpore al salario básico. Ante la negativa del intendente, hace una semana comenzaron con asambleas que paralizaron las tareas y bloquearon la entrada a una sede en la que se guardan las maquinarias viales y distintos elementos para los servicios básicos de la ciudad, como la recolección de residuos y reparación de luminarias.
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Meyer advirtió que si aceptara el reclamo sindical “van a proyectar la municipalidad a un caos financiero” y denunció que el gremio “quiere desmejorar la ciudad”. En ese sentido, detalló: “Tenemos 10 cuadras de pavimento de hormigón compradas, que son más de 1600 metros cúbicos, pero están paralizando toda la obra pública. Tampoco podemos terminar la obra de cloacas y de luminarias. No miden que le hacen daño a la sociedad, no a mí”.
El intendente de Las Rosas presentó una denuncia penal ante la Justicia por el delito de turbación de la posesión de los bienes públicos al impedir la utilización de la maquinaria municipal para los servicios públicos, pero que hasta ahora no hubo ninguna orden de la fiscalía para que se levante la protesta y, por lo tanto, la policía no actúa para que se normalicen las actividades. “La protección que tiene (el sindicato) de la fiscalía y de la justicia laboral es tremenda”, consideró Meyer, quien se contactó con el Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB) para pedirles ayuda.
El conflicto laboral, explicó Meyer, comenzó por “el aumento de la paritaria de 2022 ya que, en vez de aplicarlo sobre el básico de enero, fue ejecutado de forma acumulativa y con un 5% adicional sin que existiera ningún tipo de acto administrativo de mi parte porque se hizo desde las áreas de Recursos Humanos y Hacienda del municipio mientras yo estaba internado por un problema de salud”.
“Cuando descubro esa diferencia en mi propio recibo de sueldo -agregó-, ordeno una auditoría que verificó el error y corregimos la base salarial de lo que hubiese sido la paritaria de 2022 porque, si no, se hubiera convertido en una bola de nieve que en dos años más nos habría dejado sin municipalidad. La plata que le generó como excedente no la descontamos sino que la dejamos como un bono no remunerativo dentro del recibo de sueldo para que la gente no vea un impacto en su bolsillo”.
Meyer sospecha que no se trató de un mero error administrativo: “Es una bomba que instalaron para generar este conflicto”, señaló. Y resaltó que “no puede ser que no pueda llevar adelante una corrección sobre salarios totalmente inflamados, salarios que van a proyectar la municipalidad a un caos financiero y que tuvieron un incremento adicional por un error de la liquidación”.
Para el intendente, más allá del error que fue corregido, el conflicto sindical se desató en un municipio con sus cuentas saneadas y en donde se pagan “sueldos enormes: por ejemplo, un empleado con categoría de ingreso está cobrando 160.000 pesos y hay gente que cobra 500.000 pesos”.
Según reveló Meyer, el propio titular del sindicato, Claudio Gómez, trabaja en la municipalidad con categoría de Jefe de Albañilería y División de Premoldeado, por la cual recibe 777.300 pesos de sueldo por mes, incluidos dos adicionales por “Dedicación funcional” y “Mayor jornada laboral” que representan 243.000 y 224.000 pesos, respectivamente. “Cuando asumí en 2015 tuve una batalla campal para bajar estos adicionales truchos -sostuvo-, pero a este dirigente (por el titular de SITRAM ) una jueza de Cañada de Gómez le convalidó dos sueldos apócrifos por la tutela sindical”.
“Le iniciamos un juicio hace más de 5 años porque le pegó a dos mujeres policía, hizo un desastre, y nunca le sacaron la tutela sindical para poder echarlo -relató el intendente-. Ya nos hizo bloqueos y va a seguir adelante porque es un alfil político, está bancado por la política. En su momento fue candidato a intendente del senador departamental, Guillermo Coronaglia, del peronismo”
El jefe comunal destacó que el municipio “tiene las cuentas saneadas, una administración prolija hasta este episodio, sin que le debamos un peso a nadie, con 320 millones de pesos en reservas”.
“Tiene que intervenir es Fiscalía y que se judicialice si hay algún reclamo porque básicamente estamos corrigiendo un error -pidió Meyer-. Hasta ahora, la Justicia no ha dicho nada. En realidad, la Justicia está permitiendo actuar a un sindicalista que cobra sueldos apócrifos, con denuncias penales todavía en proceso desde 2015, y lo está empoderando para trabarle los servicios a toda la comunidad”.
Verónica Razzini, presidenta del MEAB, se puso a disposición de Meyer para asesorarlo en su pelea contra el bloqueo a la Municipalidad y le dijo al sitio ON24: “Estamos hablando de un intendente que en su propio recibo de sueldo detectó que había números raros, con aumentos por fuera de lo acordado y pidió una auditoría. Meyer le viene dando pelea al gremio desde el inicio de su gestión”.
La empresaria consideró que “hay fiscales que a veces les cuesta tomar la decisión de desalojar y buscan el diálogo o la negociación, pero ya sabemos cómo funciona la mafia sindical”. Y advirtió: “El conflicto está escalando, sin miras de solucionarse en el corto plazo. Es una extorsión neta y pura”.
El intendente recordó que cuando asumió su cargo, en 2015, “la municipalidad estaba prendida fuego porque no había ningún tipo de recursos y todos tenían los sueldos duplicados, como este sindicalista (por Gómez)”. “En ese momento decidí bajar los sueldos duplicados y fue una batalla campal, tuve 3 meses consecutivos de paro. Logramos ganar porque la gente salió a la calle para apoyarnos”.
“No miden que le hacen daño a la sociedad, no a mí. Estoy tranquilo porque hice bien las cosas. No robé, vivo de un sueldo, usé el poder para darle un servicio a la gente. No puse un pariente ni un amigo en la Municipalidad. Pero cuando veo que algo está mal, lo tengo que corregir”, concluyó.
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