Las lágrimas y los abrazos de muchos de los integrantes de su equipo de campaña y de sus candidatos se multiplicaron cuando el flamante gobernador electo, Rolando “Rolo” Figueroa, llegó al búnker de su espacio en la ciudad de Neuquén para festejar el histórico triunfo que lo convirtió en el primer dirigente de la democracia que le ganó al Movimiento Popular Neuquino (MPN), que no perdía una elección desde hacía más de seis décadas.
Desde su casa, rodeado de familiares y amigos, el hasta ahora diputado nacional les pidió calma a todos los miembros de su frente Neuquinizate, mientras la Junta Electoral de la provincia informaba los primeros números que ya daban una tendencia marcada a favor suyo, razón por la cual no hubo un mensaje oficial de victoria hasta recién entrada la noche del domingo, cuando el porcentaje de mesas procesadas fue de más del 90%.
Pasadas las 20:30, ya con los números casi definitivos, hubo un breve corte de luz, momento en el cual la militancia dentro y fuera del local instalado sobre la calle Teniente Primero Ibañez al 116, donde habitual funciona el comité de Avanzar, uno de los espacios que pertenecen al frente, aprovechó para cantar “un minuto de silencio para estos que están muertos”, en referencia al derrotado Marcos Koopmann, que encabezó la boleta del MPN.
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La música, las risas y los aplausos, que al principio eran moderados, estallaron cuando se confirmó que Figueroa será el próximo gobernador de Neuquén, el primero que no pertenece al MPN desde 1962, cuando el actual oficialismo llegó al mandato por primera vez y solo lo dejó por golpes de estado.
En ese momento, un locutor le pidió a la militancia que se trasladara hasta la Casa de Gobierno, donde ya estaba montado un escenario en el que el gobernador electo y su compañera de fórmula, la intendenta de Plottier, Gloria Ruiz, se iban a presentar luego de pasar por el búnker para hablar con la prensa.
En el lugar ya estaban los principales referentes de su espacio, principalmente los candidatos de las nueve listas que presentó el frente, algunas de las cuales fueron en espejo, es decir, que un mismo aspirante a legislador encabezó dos boletas: Luciana Ortíz Luna, de Comunidad y Desarrollo Ciudadano; Lucas Castelli, de Avanzar Neuquén; Leticia Estévez, del PRO y Nuevo Compromiso Neuquino; Soledad Martínez, del Frente Grande; Violeta Acuña, del Frente Social por la Dignidad, y Nadia Márquez, de Arriba Neuquen.
Mientras la gente continuaba esperando al ganador, en la pantalla aparecían los spots que se difundieron durante la campaña y la gente, incluidas muchas familias que estaban con sus hijos pequeños, comenzaron a saltar y cantar al ritmo de “olé, olé, olé, Rolo, Rolo”.
Otros momentos de euforia se dieron cuando sonaron varias canciones populares con las letras cambiadas en tono de mensaje proselitista, como la reconocida Session #52 de Quevedo con Bizarrap, que en su versión política reza “opciones solo una, como esta ninguna, si lo penás en pausa vas a entenderlo al 100, con el ‘Rolo’ Figueroa se levanta Neuquén”.
Los minutos pasaban y mientras en la calle algunos autos pasaban tocando bocina, en la puerta del local partidario algunos de los dirigentes del espacio, como Ortíz Luna, se acomodaron en el hall de entrada para esperar al líder, que llegó pasadas las 21:30.
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Al tono con el resto de los presentes, Figueroa ingresó a las oficinas del partido con lágrimas en los ojos y abrazando afectuosamente a todo aquel conocido que se cruzaba en el camino. El flamante gobernador electo se colocó luego en el centro del establecimiento, frente a la pantalla donde previamente se transmitieron sus spots, para atender a los medios de comunicación.
Un saludo efusivo llegó cuando los vio a Estévez y Marcelo Bermúdez, cabezas de la lista de candidatos a legisladores por el PRO, quienes propiciaron los encuentros con Mauricio Macri a fines del año pasado y principios de este que derivaron en el posterior acuerdo para que el partido amarillo, al igual que un sector de la UCR, apoyara su boleta en lugar de la de Juntos por el Cambio Neuquén, que postuló a Pablo Cervi, respaldado por la Coalición Cívica y otra parte del radicalismo, quien quedó quinto.
En una breve conferencia de prensa, el futuro mandatario provincial llamó a la unidad y evitó hablar de una derrota del MPN, sino que se refirió a su oposición como “la lista Azul del oficialismo”, al tiempo que anticipó que espera reunirse en estos días con Omar Gutiérrez, quien le traspasará el mando y a quien calificó como “un hombre de Estado”, para organizar la transición.
Luego de responder algunas preguntas, Figueroa abandonó el búnker para dirigirse a la Casa de Gobierno, su espacio de trabajo desde el próximo 10 de diciembre, para agradecerle a la militancia y brindar sus últimas palabras antes de finalizar su larga jornada electoral, que tuvo el cierre que imaginaba.
Sin embargo, antes de abandonar el local, se ocupó de pasar por cada una de las oficinas, donde parte de su equipo de campaña seguía trabajando, y felicitarlos por el esfuerzo que hicieron durante las últimas semanas.
Festejo de cumpleaños y mensaje final
Cientos de personas se concentraron frente a la sede gubernamental, lo que obligó a cortar las calles La Rioja y Julio Argentino Roca. Algunos hacían sonar los bombos, mientras que otros agitaban las banderas del Movimiento Evita, de la UOCRA y del frente Neuquinizate.
Entre todos los estandartes, llamaba la atención uno violeta con la consigna “MPN Unidad”, que seguramente quedò del tiempo en el que Figueroa competía dentro de ese movimiento, encabezando la lista, justamente, de ese color, y que ahora decoraba el escenario principal.
Hasta ese lugar se dirigió el ahora gobernador electo, quien llegó caminando a través de la multitud y se subió a la tarima para que los militantes le cantaran el feliz cumpleaños, que había sido tan solo dos días antes: “A mis hijas, cuando me preguntan qué quiero de regalo, siempre les digo que una carta. A ustedes les pedí que me dieran la oportunidad de cambiar la provincia y me dieron este triunfo”.
Además, les agradeció a sus seguidores por haberlo apoyado “y en especial a aquellas personas del interior, del campo, de los pueblos más pequeños, que se rompieron el alma” para que hoy él pudiera “estar celebrando”.
“No quiero hablar mucho porque, de verdad, quiero tener el tiempo para abrazar a todos y cada uno de los que están acá. Quiero mirarlos a los ojos y darles las gracias por el trabajo que han hecho”, agregó.
*Fotos: Fabián Ceballos y Télam
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