Tras una semana cruzada por las polémicas tanto en el oficialismo como en la oposición, la diputada nacional Paula Oliveto (Coalición Cívica) advirtió que el kirchnerismo “nos ganó a los argentinos en lo cultural, en que todo sea lo mismo”, y cuestionó que “nos acostumbremos a la corrupción, la pobreza y la miseria”.
La legisladora y dirigente de confianza de Elisa Carrió habló con Infobae sobre la actualidad y, si bien enfocó las críticas hacia el Frente de Todos, también planteó cuestionamientos a las internas que se dispararon en Juntos por el Cambio después de que el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, enfrentara a Mauricio Macri por el formato de las elecciones porteñas.
“Siento que hay mucha gente que hoy está creyendo que somos lo mismo que el kirchnerismo. No se lo adjudicó solo a Macri, pero le pido a él que entienda que su rol en la historia y en el corazón de nosotros, que es mucho más que ser jefe del PRO”, afirmó Oliveto.
De todos modos, las mayores críticas las planteó sobre el Frente de Todos: “Las grandes cajas de la Argentina las maneja Cristina Kirchner y todos los ministros que ella decía que no funcionaban terminaron siendo reemplazados por gente de La Cámpora o cercanas al Instituto Patria. Hoy gobierna Cristina Kirchner, Alberto Fernández tiene un rol protocolar”.
Fustigó a Aníbal Fernández por decir que si gana la oposición en las próximas elecciones va a haber “calles regadas de sangre y de muertos”, defendió a los jueces de la Corte Suprema que enfrentan un intento de juicio político por parte del kirchnerismo, y le pidió a Javier Milei que deje de insultar a los dirigentes de la oposición.
La entrevista a Oliveto en Infobae
- Le pido una reflexión sobre esta frase tan impactante de Aníbal Fernández acerca de que las calles van a estar regadas de sangre y muerte si gana la oposición.
Autoritario, antidemocrático. La democracia implica alternancia, esto de que si yo no gobierno las calles van a estar regadas de sangre y va a haber dolor y va a haber situaciones terribles, es meter miedo. En realidad tendríamos que preguntarnos cómo Aníbal Fernández volvió a la función pública después de la responsabilidad que tuvo en distintos hechos que tanta angustia nos generaron durante el gobierno del kirchnerismo.
Toda su vinculación a las fuerzas de seguridad, todos los casos de inseguridad, todo el dolor que hoy se vive en las calles, tantas familias destruidas por la inseguridad por el narcotráfico, por el crimen organizado.
Meter miedo a una población que está lacerada, que no llega a fin de mes, que tiene miedo a que sus hijos vayan a estudiar y lleguen a la noche, o que tengan sus vínculos normales dentro de un barrio, porque estos tipos ninguno vive en un barrio. A mí me parece que es es la única forma que tienen para tratar de seguir haciendo daño. Me parece todo tan horroroso.
¿Sabés cuándo hubo en la Argentina sangre en las calles? Cuando gobernaba la oposición. Cuando gobernaba la oposición y ocurrieron esos golpes de Estado que se le hicieron a De la Rúa, que se le hicieron con manifestaciones que venían desde el Conurbano. A mí, lo de Aníbal Fernández, me sonó a amenaza.
- ¿Cree usted que fue un aviso de lo que puede pasar en el futuro?
O de las prácticas que hicieron en el pasado y cuentan en su poder para hacer en el futuro. Igual, hay que transmitir esperanza en la sociedad: nosotros no les tenemos miedo, vamos a estar en el Congreso, en nuestras bancas, votando a las leyes que nuestro gobierno necesite para sacar a la Argentina hacia el futuro, hacia la prosperidad, hacia la seguridad.
Con el cuero curtido que tenemos, no nos va a asustar Aníbal Fernández ni vamos a dejar de hacer lo que tengamos que hacer, conforme a la propuesta para sacar a los argentinos de este gobierno que tiene estos planteos de violencia y de agresividad. Nosotros queremos paz.
- Otro tema también de coyuntura importante fue la marcha para protestar en contra de lo que se denomina la mafia judicial y para apoyar a Cristina Kirchner. Le pido una reflexión.
Todo muy patético, son patéticos. Se defiende a las personas dentro de una causa judicial y con pruebas, no con argumentos políticos. Ninguno dice que Cristina es inocente. No pueden justificar nada.
No pueden justificar ni sus millones, ni sus empresas, ni sus contactos con empresarios enriquecidos. No pueden justificar en una causa judicial, entonces, para no asumir las consecuencias de sus malas acciones llevan a los militantes a hacer lío a la puerta de Tribunales. Es más de lo mismo, quieren ganar en la calle lo que no ganan en los expedientes judiciales.
- Le pregunto sobre la ofensiva del kirchnerismo contra la Justicia y la decisión de enjuiciar a todos los miembros de la Corte Suprema.
Solo los autoritarismos quieren destituir a las Cortes Supremas. Si incluso fallos de la Corte Interamericana, con relación a Perú, a Nicaragua, en Venezuela, Cuba advierten que eso se fija en los gobiernos autoritarios, en aquellos gobiernos que quieren condicionar al Poder Judicial, en general, y a la máxima institución, en particular. Tratan de correrlos para poner jueces que, de alguna manera, sentencien conforme a lo que el régimen necesita o el régimen quiere que pase.
- Conforme a sus intereses…
Eso es lo que está pasando acá. No les gustaron dos fallos y le hicieron un juicio político a toda la Corte con argumentos que no se sostienen, ni desde el punto de vista constitucional, ni desde el punto de vista procedimental, ni desde el punto de vista legal. Son todas conjeturas políticas, conjeturas que tienen que ver con prueba de difícil legalidad o de dudosa procedencia.
A los testigos se los indaga sobre su vida personal, sobre sus relaciones familiares, sobre los avisos fúnebres que pusieron o sus relaciones de juventud o, si van a una cena, con quien se sientan. Es para meter miedo y de un estado policíaco que estamos viviendo mucho de los que participamos todas las horas en la pelea en esa comisión de juicio político. Se trata para mí de una comisión histórica, porque se ve allí la actitud de un político.
En un tiempo en el que se denosta tanto a la política hay que preguntarle a los que se sientan ¿qué hiciste cuando pasaron determinadas cosas? ¿qué hiciste cuando se votó el presupuesto, cómo argumentaste? ¿qué hiciste en el juicio político a la Corte? No necesariamente hay que ser miembro de una comisión para dar la pelea.
Soy miembro de la comisión de juicio político, pero hay muchos diputados que están ahí dando la pelea y debatiendo. El Parlamento es debatir ideas y hay que estar en las sesiones, estar atento, presentar proyectos de ley. Y como representante del pueblo, hay que rendir cuentas.
Este juicio que algunos lo dejan como si fuera una tontería, está dejando antecedentes muy complicados. No se puede enjuiciar a un juez por su sentencias ni por sus relaciones ni porque sos hijo de, pariente de aquel. Esto se asemeja al “por algo será” de la dictadura. En la democracia se debe respetar a la Corte, aunque no nos gusten los fallos, porque yo he presentado juicio político a determinados jueces que no podían explicar su patrimonio.
Ahora a toda la Corte y sin un motivo, me parece que no es republicano y es peligroso. ¿Quién va a venir a invertir en la Argentina, cuando el político quiere subordinar al Poder Judicial? Se rompe la seguridad jurídica y no hay inversión viable.
- Vinculado a esto, hay una cuestión práctica. Por más que quieran enjuiciar a la Corte el kirchnerismo no tienen los votos. Es una ofensiva entre comillas inútil. ¿O sí tienen mayoría para aprobar el juicio político?
No. No tienen mayoría. Pero ¿sabe qué genera? Miedo. He visto a secretarios letrados sentarse como testigos y llorar.
- A ver…
Sí. A un secretario letrado le empezaron a hacer preguntas y linkeó con la muerte de su madre y se puso a llorar por la presión. Y algo consiguieron, porque la Corte dejó trascender que no va a firmar ningún fallo con trascendencia política. En algún punto lograron lo que querían, retrasar algunas sentencias que pueden ser importantes para la Argentina.
- Para que se adapten, eventualmente, a los tiempos políticos.
Sí.
- ¿Cómo cree que se va a mirar desde una perspectiva histórica el juicio político a la Corte?
Estamos defendiendo mucho a la Corte, más allá de las personas, porque es la última garantía de que se respete la Constitución en un país. Es la columna vertebral de lo que nosotros enseñamos en la Facultad del cumplimiento del orden social justo, de que nadie, por ninguna mayoría circunstancial, o por ser una facción, puede atentar contra la vida, contra la libertad, contra los bienes, contra los derechos.
Y la Corte tiene un rol de ordenador en este sistema de convivencia o de contrato social. A mí me parece peligroso y me parece que hay que poner el cuerpo. Desprecio a los políticos que se hacen los bravos en televisión, pero después se levantan rápido de sus bancas. Para mí es un momento donde todos tenemos que poner el cuerpo.
- ¿Cree usted que falta más compromisos?
Lo digo en general, de todos los sectores. La sociedad se compromete poco y la política es un reflejo de la sociedad. Si da lo mismo el que labura que aquel que no labura, el que presenta proyectos, que aquel que no presenta. Quien denunció la corrupción jugándosela, que aquel que no hizo nada, también tira. A la noche uno se pregunta ¿por qué hacer estas cosas?
- Quiero consultarle, en este marco, sobre lo que pasó con el ex ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, y el espionaje ilegal. No sólo a él sino también a jueces y fiscales los espiaron.
Es un caso de espionaje ilegal terrible, donde se metieron en la intimidad de las personas. En la misma medida en que se metían con el teléfono de un ministro de Seguridad, también lo hacían con jueces que tenían que fallar en el caso de Cristina Kirchner. Es de una gravedad institucional inusitada y nos estamos acostumbrando a esas barbaridades.
Lo relatamos normal, pero en otro país sería un escándalo, que un hacker contratado vaya a saber por quién, que tenga relación con servicios de inteligencia legal o ilegal -porque se va a llegar a saber por lo menos quién es el contacto- avance sobre la intimidad de las personas para después condicionarlos en su hacer, condicionar sus fallos para sacar una ventaja en una causa judicial o salvar a la vicepresidenta.
- ¿Usted detecta una conexión, el tema de la Corte, el tema de la marcha, el tema del espionaje? ¿Hay una lógica o son eventos aislados que no tienen una relación?
No sé si tienen un hilo conductor. Ahora, sí lo que los une a todos es la impunidad de Cristina. El juicio a la Corte Suprema busca que los jueces no fallen en causas que tengan que ver con Cristina Kirchner, de hecho a partir del juicio político, la defensa de Cristina los recusó a todos los jueces de la Corte Suprema, buscando jueces más benévolos a la posición de la vicepresidenta. La marcha patética tuvo que ver con una falsa proscripción, que no es.
- Me interesa que hablemos de eso después…
Esas actividades de espionaje ilegal se hicieron sobre funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta, pero también sobre jueces que tenían que fallar sobre Cristina en la causa de obra pública.
Proscripción y juicio a la Corte
- Sobre el tema de Cristina proscripta. Lo que plantea el kirchnerismo es que, en términos jurídicos, no está proscripta, pero la condena implica que tenga la proscripción a tiro de sentencia.
Es que no es una proscripción, tiene que ver con la condena. Si usted robó, siendo funcionario público, robó la plata de los argentinos no podés volver a ser funcionario. Parte del delito lleva consigo la inhabilidad para seguir siendo funcionario público, no es una proscripción política, tiene que ver con una sentencia, con un delito que está aprobado y que, de la mano de ese delito, va que nunca más puedas ser funcionario público porque porque defraudaste al Estado y defraudaste a los argentinos.
No hay proscripción y, además, no está firme la sentencia. Ya apeló o va a apelar. Menem murió sin condena firme, en causas gravísimas, como puede ser el atentado en Río Tercero.
- Murió en su banca de senador.
Y murió en una banca kirchnerista en el Senado. Lo que sí quiero decirles a los argentinos es que cuando alguien roba y el delito es robar a la administración pública, va de suyo que no se puede permitir que el condenado o la condenada cumpla la condena y vuelva a algún cargo para seguir robando. Es lógico y va de la mano con el delito.
- ¿Qué piensa de los que plantean que llevar a juicio a un presidente o a una presidenta afecta el equilibrio del sistema político?
Les diría que lean la Constitución Nacional. Acá no hay prerrogativas, ni de sangre ni por ser presidente. Todos somos iguales ante la ley. Cristina tuvo todos los derechos y todas las oportunidades para defenderse en las causas judiciales y lo único que hizo fue alegar políticamente, hacer discursos políticos. Podría haber presentado pruebas.
Lo que no puede probar nunca ella es cómo su socio, que era monotributista, terminó siendo multimillonario, teniendo toda la obra pública de Santa Cruz, siendo su amigo y proveedor del Estado y a su vez su inquilino, su socio, a quien le prestaba servicio, a quien le alquilaba las propiedades, a quien le alquilaba los hoteles. Eso en cualquier país del mundo, se llama corrupción y acá se pone en duda.
- El kirchnerismo plantea como antecedente el caso Lula. En Brasil estuvo condenado por corrupción, con condena firme, y luego la Justicia lo dejó libre y anuló el proceso. Hoy es presidente brasileño. ¿Se puede hacer una comparación?
En cuanto a lo que es la investigación del delito penal, a Lula se lo investigó por un departamento en una playa y a Cristina por 8.900 millones de pesos. La diferencia es muy grande.
- Es una diferencia de escala…
Sí, de escala. Pero el Partido de los Trabajadores seguía teniendo mucha incidencia en Brasil. Estaba Jair Bolsonaro y Lula como líder del Partido de los Trabajadores, pero gran parte de los brasileños creían que Lula no había robado o no le importaba el hecho de que Lula estuviera imputado.
Creo que los argentinos, en su mayoría y eso lo muestran las encuestas, saben que Cristina robó, saben que semejante fortuna no se puede hacer siendo presidente de la Nación o habiendo trabajado toda la vida en el Estado. La gente los ve como viven, los ve cómo usan los bienes del Estado como propios, los vieron manipular distintas situaciones a lo largo de sus casi 20 años de gobierno.
Lula representa un gran sector del Brasil aspiracional: un obrero que trabajó en la fábrica, que se esforzó, que llegó a representar a los trabajadores de Brasil, que trabajó para que esos trabajadores tuvieran mejores condiciones, en un Brasil totalmente asimétrico. La historia de vida, la fortuna, la violencia de Cristina, no tienen nada que ver con Lula.
- Hay entre 25% a 30%, al menos, de gente que le sigue creyendo, y que sigue a Cristina Kirchner. ¿Por qué la condena por corrupción no afecta su imagen?
Soy consciente de que Cristina tiene la presunción de inocencia, porque no tiene condena firme de la Corte Suprema. Más allá de que somos sus denunciantes y que creemos en las pruebas que hemos aportado. ¿Por qué hay gente que todavía cree en ella? Porque es una persona que tiene un buen discurso, que tiene al peronismo detrás, que es una fuerza popular que no se la puede negar en la Argentina, porque el primer gobierno de Néstor Kirchner igualó derechos y eso es una realidad.
Después hemos vivido situaciones durante el gobierno de Cristina del “vamos por todo” y de lo que estamos viendo en este último tiempo, como la liberación de los presos, el cambio de que la víctima era victimaria y el victimario víctima, el cambio de valores, el quiebre cultural de esa Argentina, donde parece que el mérito no vale, el estudio no vale, el esfuerzo no vale.
Es lo mismo el que se levanta a las 4 de la mañana y llega a las 10 de la noche después de laburar todo el día, que el de la casa de al lado que vive de planes sociales. Creo que ahí se rompió ese vínculo, creo que por eso los pobres no la votan. Estuve en distintos barrios de la ciudad y no es lo mismo el amor al kirchnerismo que tenían hace unos años.
Y además, el fracaso del gobierno de Cristina y Alberto que está generando mucho dolor en las casas de los trabajadores.
- ¿Cree que alguna vez Cristina puede determinar presa, con condena firme?
No. Tiene más de 70 años, le falta un gran proceso para tener condena firme. Falta Casación y después falta la Corte Suprema. No, no lo veo.
- ¿Pero sí condenada, con condena firme?
Sí, con condena firme puede ser, pero presa no.
- Amado Boudou tuvo condena firme, hasta de la Corte Suprema y ahora está libre y en programas de televisión.
Es un sinvergüenza. No tiene vergüenza. Un tipo que puso como domicilio un médano, que se enriqueció, que ahora vive en una casa multimillonaria y es columnista de TV. Y anda libre por la vida, como el que se levantó a laburar y no llega fin de mes.
Lo que duele de este país es que todo es lo mismo. Como el tango Cambalache, todo es lo mismo. Es lo mismo el que se fuerza y el que no, es lo mismo. El que labura es igual al que no labura, el que se esforzó es igual que aquel que no se esforzó.
O Felisa Miceli, la ex ministra a la que le encontraron miles de dólares en el baño de su despacho. Sinvergüenza. El problema es también aquellos que los escuchan. Porque chantas hay en todos lados, pero escucharlos, es una decisión. Poner a Boudou en la televisión y no cambiarlo es una decisión.
¿Cuál es el ejemplo? Podés robarte, afanarte la máquina de hacer dinero y no pasa nada. Es como el que se quiso robar la fábrica de chocolate, es la fábrica de hacer dinero y no pasa nada. Y siguen hablando y dando clases de economía, gente que fundió la Argentina, que nos dejó totalmente pobres, que examinan si este es o no es un buen gobierno. Hablan de cómo se tiene que resolver la economía cuando todas las nacionalizaciones las hicieron re mal y hay un montón de fallos en contra de la Argentina que nos van a salir un montón de dinero, beneficiando a empresarios amigos. El caso YPF es un escándalo. Pero pasa porque estamos tan acostumbrados.
¿Sabés dónde nos ganó el kirchnerismo a los argentinos? En lo cultural, culturalmente. Todo es lo mismo y nos estamos acostumbrando a que haya gente que no trabaje y cobre, y que marchen para pedir seguir cobrando sin trabajar.
Nos acostumbramos a que los sindicalistas paren cuando es un gobierno opositor y cuando es un gobierno oficialista desconocen que el salario está perdiendo terriblemente y se callan la boca. Es más, se sacan fotitos con los que están generando estas condiciones tan perjudiciales para los trabajadores.
Nos estamos acostumbrando a que un ministro diga que si gobierna la oposición va a haber sangre en las calles, amenazando. Nos estamos acostumbrando a que los derechos humanos sean de algunos y no de todos.
Nos estamos acostumbrando a que nos digan que el mérito no importa, que la facultad no es algo aspiracional, que es lindo ser pobre: hay una romantización del pobre, el pobre nace pobre y tiene que morir pobre. No, nosotros venimos de una Argentina que nacíamos pobre, pero queríamos ser de clase media. Eso también nos fuimos resignando a entregarlo. Y ellos hacen todo un discurso de los barrios, los pobres, pero viven todos como millonarios. Y nos acostumbramos a eso y a no rebelarnos.
Nos acostumbramos a la política que insulta y no debate, nos acostumbramos a las marchas donde llevan a los chicos con frío, con lluvia. A la pobreza y a la miseria. Y a la gente que duerme en la calle. Nos vamos acostumbrando. A que los presos sean liberados y anden por ahí este matando, violando, robando porque un juez lo liberó en un acuerdo entre el kirchnerismo.
- ¿Eso lo achaca al kirchnerismo como responsable de ese cambio cultural?
Sí, al kirchnerismo. Y a nosotros por no haberlo combatido, porque cuando combatíamos la corrupción kirchnerista era Carrió como una loca y ahora son todos grandes comunicadores y se indignan.
Yo no creo en la indignación selectiva, a uno la corrupción le tiene que doler siempre y si es del partido propio tiene que doler más. Nosotros hemos denunciado de todo.
- Con este comentario como antecedente le pregunto ¿hay una cultura política de la corrupción? ¿Es posible hacer política sin dinero negro y sin corrupción?
Nosotros somos un ejemplo de eso. Lilita nunca aceptó dinero empresario y salimos segundos en las elecciones, en el 2007. Sí, se puede.
- Hay una diferenciación dentro del oficialismo. Lo mencionaba usted cuando habló de la reunión de Cristina Kirchner con sindicalistas. Los cristinistas dicen “este no es mi gobierno”.
Es su gobierno, porque muchos de los que se sacaron las fotitos son funcionarios de Alberto Fernández. En las principales unidades ejecutoras de las políticas de Alberto Fernández está gente de Cristina Kirchner. Si se mira el ANSES, el presupuesto de la ANSES, el presupuesto del PAMI, el presupuesto de Aerolíneas Argentinas, las empresas públicas.
Las grandes cajas de la Argentina las maneja Cristina Fernández de Kirchner y todos los ministros que Cristina decía que no funcionaban, terminaron siendo reemplazados por gente de La Cámpora o cercanas al Instituto Patria. Hoy gobierna Cristina Kirchner.
- ¿Seguro?
Sí. Alberto Fernández tiene un rol protocolar y Massa, que puede ser la parte económica. Pero si vos te pones a pensar en materia de salud, en materia de justicia. Soria y Mena son personas de Cristina Kirchner. En materia de tecnología, de innovación es toda gente de Cristina Kirchner. En materia de medios también.
La interna de Juntos por el Cambio
- ¿Qué piensa del choque que hubo entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri por la convocatoria a elecciones concurrentes?
Horacio cumplió con la ley. Primero porque le otorga facultad al jefe de gobierno de llamar a elecciones. Segundo, en la ciudad de Buenos Aires la ley establece que la elección se debe hacer con boleta única. Y así es la propuesta histórica de Juntos por el Cambio. La boleta única electrónica evita las listas sábanas, lo que se esconden abajo de la lista, el puntero, el voto en cadena. No entiendo por qué se discute un sistema electoral. Tendríamos que estar discutiendo ideas.
Lo que a mí me dolió es que Macri no es el líder del PRO. Macri es una persona importante para todos nosotros, para todos Juntos por el Cambio y él habla de la lapicera, del PRO, de que se tenía que haber consultado con el PRO. Y se olvidó de todos nosotros, que lo queremos, que lo respetamos, que lo bancamos mucho en su gobierno y que hubiésemos preferido que no hiciera este daño, porque esta semana fue muy triste para Juntos por el Cambio.
La interna del PRO parecía que era la interna de todos nosotros. Y también muy triste, esa forma de relacionarse entre personas que hace más de 20 años que hacen política juntas.
- ¿Y por qué pasó esto?
No entiendo por qué, por qué respetar la ley enfurece y por qué no se le respeta al Jefe de Gobierno decidir cuál es la mejor estrategia con Juntos por el Cambio. Porque en la ciudad de Buenos Aires Horacio sacó el 54% con Juntos por el Cambio, no sólo por el PRO. Recuerdo que en el 2015 votamos seis veces en la ciudad de Buenos Aires cuando Macri fue presidente. Y fue la base de la construcción de Juntos por el Cambio y nadie lo criticó.
- ¿Y el apoyo que le da a Jorge Macri? Tan abierto y tan comprometido y en contra de todo el resto.
Eso es lógico. Él confía en una persona, que aparte de ser su primo es un dirigente de su partido.
- La oposición porteña cuestiona que Jorge Macri se postule para ser jefe de Gobierno y todavía es intendente de Vicente López en uso de licencia.
Todo lo que pasó esta semana es polémico y es doloroso. Porque estamos comentando femicidios, casos de inseguridad, colectiveros que se rompen el alma y la inseguridad los está matando. Estamos hablando de que los laburantes no llegan a fin de mes, de un montón de situaciones que afectan la vida real de los argentinos y que tienen esperanza en Juntos por el Cambio y nosotros tendríamos que estar en vez de discutir todas estas cuestiones, de ver quién impone a quién y encima por Twitter.
Por Twitter… ya la vivimos y nos está yendo como nos está yendo. Tenemos que estar comentando cuáles son las propuestas, que las tenemos y son muchas para que la Argentina salga adelante. Tendríamos que estar hablando hoy de cómo funcionan la fundaciones, de los maravillosos técnicos que están haciendo la propuesta, de los equipos que vamos a tener cuando gobernemos. Pero bueno, se ve que rinde más la pelea de la lapicera y es lamentable.
- ¿Macri dañó esta semana a Juntos por el Cambio?
Siento que hay mucha gente que hoy está creyendo que nosotros somos lo mismo que el kirchnerismo. Yo no se lo adjudicó solo al presidente Macri, pero le pido que entienda que su rol en la historia y en el corazón de todos nosotros es mucho más que ser el jefe del PRO.
- ¿Qué lugar va a tener por delante Elisa Carrió?
Es una política recontra importante, a nivel nacional. En la historia argentina y dentro de la alianza. Ella tiene relación política y personal con el radicalismo, con el PRO, con otros sectores que integran Juntos por el Cambio, porque Juntos por el Cambio es más que el PRO, son muchos partidos, y creo que ella hoy tiene un rol, así como fue de pelea durante muchos años, hoy es de unir y de buscar la concordia. Y también de trabajar mucho con los equipos, porque lo que necesitan los argentinos, más que nos peleemos unos con otros, es la propuesta concreta, el diagnóstico de cómo estamos ahora y cómo vamos a sacar a la Argentina adelante.
- ¿Javier Milei?
Grita mucho, agrede mucho. No se construye desde la descalificación al que piensa distinto. Ni los que lo siguen a él son argentinos de bien y los que no lo siguen a él son malos. Le pido que no insulte, que la democracia implica aceptarnos como distintos que somos y tratar de trabajar juntos por una Argentina mejor.
Desde el insulto no se construye. La forma es autoritaria, la descalificación personal, el desconocimiento del otro como actor de una sociedad me preocupa, porque es muy autoritario. Ayer lo escuchaba que él decía que si el ganara y el Congreso no le votaba sus leyes iba a ser una consulta popular. Impracticable si por cada ley vas a hacer una consulta popular es como muy impracticable. Además las consultas populares en la Argentina no son vinculantes. ¿Y qué pasa si no le sale lo que él quiere? Es un interrogante, porque no tiene senadores, porque tiene dos diputados.
Él tiene que dejar de pensar que el que no piensa como él es un enemigo, porque eso enfrenta a los argentinos y tiene que ver con que existe el diálogo y que, seguramente, si conociera más de la historia personal de cada uno nos dejaría de descalificar de la manera en que está descalificando. Y que respete la historia, porque cuando la Argentina callaba muchos pusimos el cuerpo.
Creo que Milei es un candidato de la democracia, lo respeto como candidato de la democracia, pero no me gustan los insultos. Pienso que si alguien insultara un compañero mío de espacio, como insulta Milei a muchas personas del PRO que le desagradan, yo no sé si diría que tengo tanta empatía con él.
- A partir del 10 de diciembre, supongamos que ganan, ¿qué país se va a encontrar Juntos por el Cambio? ¿Este pronóstico de que vuelven las piedras, los paros y la violencia, es una posibilidad?
Seguramente, pero somos una fuerza con experiencia, con muchos diputados, con muchos intendentes, con muchas fuerzas vivas que integran Juntos por el Cambio, muchos senadores. Y vamos a resistir en las bancas como lo hemos hecho otras veces. Ya nos bancamos muchas manifestaciones con piedras, con cosas, pero cuando tenemos un objetivo y un gobierno para defender, un gobierno en el que creemos, nosotros vamos a resistir desde nuestras bancas. Estamos acostumbrados a hacerlo y ya lo hicimos acompañando al presidente Macri.
Y vamos a seguir haciéndolo, cualquiera sea el candidato de Juntos por el Cambio que gane en la interna.
- ¿Si tuviera que elegir un candidato a presidente?
Carrió.
- ¿Y si no es Elisa Carrió?
Por ahora es Carrió.
Seguí leyendo