(Enviado especial) La estatua de un sonriente Felipe Sapag, referente casi indiscutido en Neuquén, le da la espalda al parque central de la capital de la provincia, que en estos momentos se encuentra empapelada con propaganda política debido a las elecciones que se desarrollarán el próximo domingo.
Prácticamente en cada esquina de la Avenida Coronel Olascoaga y de su continuación, Avenida Argentina, una de las principales de esta ciudad, hay un cartel de alguno de los seis candidatos que van a competir en estos comicios.
En su gran mayoría, los afiches corresponden al Movimiento Popular Neuquino (MPN), espacio que fundó el fallecido ex gobernador, hoy dividido por dos dirigentes que se atribuyen a sí mismos la defensa de su legado: por un lado, está Marcos Koopmann, quien encabeza la única lista que presentó el partido, y por el otro, Rolando “Rolo” Figueroa, quien decidió romper con la estructura tradicional y armar su propio frente.
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Ambos buscan suceder al actual mandatario local, Omar Gutiérrez, de quien en su momento fueron compañeros de fórmula, en 2019, el primero de ellos, que sigue siendo su vice, y en 2015, el segundo, que estuvo cuatro años en ese cargo.
Lo cierto es que el MPN, si bien sigue siendo fuerte en la provincia, ya no entusiasma a todos y hay quienes reniegan de los actuales representantes del movimiento que está en el poder desde hace más de seis décadas y que, según algunos, “no tienen nada que ver con Felipe Sapag”.
Algunas de las principales preocupaciones de la gente hoy son, por ejemplo, la falta de viviendas y el precio de los servicios públicos, como la electricidad, aunque la mayoría reconoce que la nafta sigue estando barata en comparación con otros lugares del país, gracias a que cuentan con un gigantesco yacimiento petrolífero.
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“Todo el mundo cree que Vaca Muerta es una mina de oro, pero no es tan así. El otro día llevaba a una persona que había llegado de Córdoba y que planeaba quedarse a vivir, para cambiar el aire. Me dijo que era operario de máquinas pesadas y que se iba a Añelo a ver si le daban trabajo, pero nadie tiene en cuenta que en Añelo la gente vive sin conexión de gas en su casa”, cuestionó Carlos, un taxista que hace 15 años reside en la capital provincial.
Actualmente, la industria del petróleo es uno de los sectores más importantes para esta ciudad, que permanece en constante crecimiento, como queda demostrado con la llegada de importantes cadenas de hoteles que abrieron una sucursal neuquina en el último tiempo y los modernos colectivos que circulan por el centro, que pertenecen a las compañías Koko y Tigre Iguazú, las cuales en enero último renovaron su flota y agregaron nuevas líneas.
Tan presente está el negocio petrolero en esta ciudad, que incluso entre todas las placas que adornan el arco de hierro que rodea a la estatua de Felipe Sapag, solo dos no pertenecen a un organismo del estado provincial: la que colocó el Consejo Nacional Unión Cultural Argentino Libanesa y la del sindicato que agrupa a los trabajadores de ese rubro.
Todavía con una temperatura agradable que lejos está del frío patagónico, que solo se siente en las primeras horas de la mañana, este domingo miles de neuquinos irán a votar para decidir qué rumbo tomará la provincia durante los próximos cuatro años.
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