El anuncio de que las elecciones en la ciudad de Buenos Aires serán desdobladas sacudió el escenario político y enardeció la interna de Juntos por el Cambio. Sin embargo, la decisión de Horacio Rodríguez Larreta también influirá en la performance electoral del Frente de Todos. Lo llamativo es que no todos los sectores de la coalición peronista coinciden en el diagnóstico: mientras algunos creen que se verán beneficiados, otros preferirían votar con la tradicional boleta “sábana”.
El FDT porteño sigue a la espera de definiciones a nivel nacional para avanzar con la conformación de las listas. Sin embargo, ya comenzaron a perfilarse distintos sectores internos que podrían competir entre sí. Por un lado, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, junto con el diputado nacional Leandro Santoro y al sector referenciado en el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. Por otro lado, La Cámpora y el PJ porteño, donde se destacan las figuras del senador Mariano Recalde y el gremialista Víctor Santa María. También presentaron sus precandidaturas el humorista Pedro Rosemblat y la legisladora Ofelia Fernández, que tienen el respaldo de Juan Grabois; y la ex ministra de la Mujer Elizabeth Gómez Alcorta, por la “izquierda popular”.
El lunes pasado, el jefe de Gobierno anunció que los porteños votarán el mismo día a los candidatos nacionales (presidente y diputados) y locales (jefe de Gobierno, legisladores y comuneros): el 13 de agosto serán las PASO y el 22 de octubre las generales. No obstante, la novedad será que dos sistemas diferentes funcionarán de forma concurrente. Por un lado, los cargos nacionales con las tradicionales boletas de papel y el resto con la boleta única electrónica.
Tanto Macri como Bullrich acusaron a Larreta de querer beneficiar al radical Martín Lousteau ya que al haber boletas diferentes se anulará el “efecto arrastre” de la fórmula nacional. Esto ocurre porque el líder de Evolución será candidato a jefe de Gobierno, pero no tiene un candidato presidencial fuerte del cual “colgar” su boleta.
En las filas del Frente de Todos coinciden en que los principales perjudicados serán los libertarios, ya que su referente, Javier Milei, encabezará la boleta nacional y no podrá “arrastrar” votos para el legislador Ramiro Marra, que será el candidato a jefe de Gobierno de La Libertad Avanza. “Si Milei no está en la misma boleta, no creo que Marra supere el 20%, no tiene el mismo nivel de conocimiento”, explicó un hombre del albertismo local.
Luego hay dos interpretaciones. El desdoblamiento llevó algo de tranquilidad a los más pesimistas, que consideran que “Milei no tiene techo” y hasta podría arrebatarle el segundo lugar al FDT y entrar al balotaje. Para ellos, el desdoblamiento le quita potencia a los libertarios y hasta permitirá que el peronismo se quede con algunas bancas más en la legislatura porteña.
En cambio, otros confiaban en que Milei le restaría apoyo preponderantemente a Juntos por el Cambio y ayudaría a “dividir el voto de la derecha”. “No veo que un votante de Milei en las nacionales elija nuestra opción local”, explicó un referente que compitió en 2019.
Ante la consulta de Infobae, un legislador que renovó su banca en 2021 aseguró que el desdoblamiento “no perjudica al FDT en lo más mínimo”, pero por otras razones. “Todos sabemos las dificultades que estamos teniendo a nivel nacional. ‘Desenganchar’ las elecciones te permite discutir puntualmente sobre la ciudad, y eso va a beneficiar a los que tenemos un discurso más local y va a perjudicar a Jorge Macri”, evaluó.
En la misma línea, otro legislador destacó que todo dependerá de que la propuesta electoral del FDT tenga un “fuerte anclaje local”, y tomó distancia de “los compañeros que creen que primero hay que resolver lo nacional”.
Desde La Cámpora se limitaron a reclamar que las elecciones se hagan con boleta de papel porque “es el único sistema comprobado que garantiza la transparencia del resultado”. “Nos parece mal que se manosee el sistema de acuerdo a la conveniencia coyuntural de unos u otros”, dijo uno de sus máximos representantes locales. La agrupación fundada por Máximo Kirchner sigue a la espera de que Cristina Kirchner defina si será candidata y evita hacer públicos los cálculos electorales.
Los sectores del FDT que impulsan la candidatura presidencial de Cristina Kirchner creen que su figura podría potenciar la lista porteña, así como sucedió en 2019, cuando Matías Lammens llegó al 33% debajo de la fórmula Fernández-Fernández.
La oposición porteña también se mantiene expectante ante el fallo de la Justicia que podría frenar la candidatura de Jorge Macri. La mayoría entiende que el ex intendente de Vicente López tiene un perfil más duro que realza los contrastes entre ambas coaliciones y favorece cierta polarización. Asimismo, reconocen que candidatos más moderados como el senador Martín Lousteau o el ministro de Salud Fernán Quirós disputan más los votos del centro y complican el escenario.
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