El 5 de mayo todos los dirigentes del Frente Renovador, que lidera Sergio Massa desde su fundación en el 2013, se reunirán en el congreso del espacio. A ese encuentro partidario, los legisladores, intendentes y funcionarios que son parte de la fuerza política llevarán un pedido concreto para debatir de cara a las próximas elecciones.
Le pedirán al ministro de Economía conformar listas con candidatos propios en todas las categorías, incluso a presidente. Es decir, que haya candidaturas de diputados, senadores e intendentes propios. Y que en el caso de que las PASO se concreten, que un dirigente del Frente Renovador sea candidato a presidente.
En esa primaria irían con una lista propia en paralelo a la del kirchnerismo y el albertismo. Podría terminar siendo una PASO de tres postulantes, en vez de dos, como había sugerido el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. La dirigencia del Frente Renovador quiere competir con un sello político propio y no asociado al kirchnerismo, como esperaban que fuera en la fuerza política que conduce Cristina Kirchner.
En el mundo K imaginan las elecciones primarias con dos sectores enfrentados. De un lado una alianza entre el kirchnerismo, el Frente Renovador y los intendentes peronistas del conurbano bonaerense, y del otro Alberto Fernández o el candidato que respalde, como podría ser Daniel Scioli, quien tiene el apoyo del Presidente y está completamente lanzado como candidato.
El ex motonauta cree que hay que cerrar la grieta interna y ampliar el espacio, dejando de lado las cercanías que tiene cada dirigente con el Presidente y la Vicepresidenta. En el massismo consideran que es importante que haya una PASO competitiva para equiparar el volumen político que tendrá la disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
“Somos una fuerza política que integra el Frente de Todos. Por eso, si hay PASO, vamos a proponer candidatos en todas las categorías”, resaltaron en el entorno del ministro de Economía, que se encuentra en Estados Unidos donde esta semana se realiza la reunión de primavera del Fondo y el Banco Mundial.
Hay miradas distintas en las terminales peronistas. El Frente Renovador busca consolidar una postura propia por fuera del proyecto kirchnerista. Una jugada política que, en el caso de ser convalidada por Massa, cambiará el escenario electoral del oficialismo y podría generar cambios en los acuerdos previos al cierre de listas.
Massa se enteró de la propuesta en Washington, pero no bajó ninguna orden contraria a ese postulado. “Tengo un ejército de problemas que resolver. Falta una eternidad para las definiciones”, le aseguró a uno de los funcionarios que lo acompañó al viaje después de enterarse del pedido de los dirigentes.
En el Frente de Todos está decidido que, ante las enormes diferencias que atraviesa la alianza política, las PASO deben ser el mecanismo elegido para dirimirlas. Discutir las candidaturas con los votos arriba de la mesa para resolver los nombres propios que competirán en los comicios de este año.
Además, según lo que analizan en la Casa Rosada, servirán también para discutir si el liderazgo de Cristina Kirchner sigue siendo intocable o comienza una nueva etapa en la que ella tenga menor influencia. En Balcarce 50 creen que en estos comicios, además de las candidaturas, se ponen en juego los liderazgos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
En los últimos días la virtual candidatura presidencial de Massa volvió a tomar volumen. Pese al complejo contexto inflacionario, en distintos sectores del Frente de Todos volvieron a poner en consideración la posibilidad de que el ministro termine siendo candidato. Incluso después de que se conozca el dato de inflación de hoy que, según estiman las consultoras privadas, estará cerca del 7%.
Dentro del espacio hay dos hipótesis que lo tienen a Massa como protagonista. La primera es que sea candidato a presidente y que Axel Kicillof busque su reelección en la provincia de Buenos Aires. Una boleta peronista con dos nombres propios de peso y volumen político para afrontar una elección que consideran que será muy compleja.
Una segunda hipótesis cambia los roles de ambos dirigentes. Lo pone a Axel Kicillof como candidato a presidente y a Sergio Massa como candidato a gobernador. Una variable que le permitiría al líder del Frente Renovador tener más margen de acción respecto a su cargo actual y una posible postulación electoral.
Massa cree que no puede ser candidato a presidente estando al frente del Ministerio de Economía. Lo ha dicho en varias reuniones con dirigentes políticos, empresarios, sindicalistas y banqueros. Lo ve incompatible. En su entorno aseguran que su salida del Palacio de Hacienda podría tener impacto en las variables económicas que intenta acomodar con paciencia y pragmatismo.
En cambio si ven posible que siga al frente del ministerio y compita por la gobernación de Buenos Aires, donde el Frente Renovador tiene su base de dirigentes. Simplificaría los riesgos. Son especulaciones que atraviesan al oficialismo frente a la falta de definiciones y que son parte de los diferentes escenarios posibles que se analizan.
“En el Frente Renovador todos quieren que sea presidente, pero aceptarán lo que él decida”, reconoció un dirigente de peso dentro de la fuerza política. A diferencia del 2019, cuando el espacio se dividió entre quienes consideraban que había que hacer una alianza con el kirchnerismo y quienes entendían que había que seguir cultivando la vía del medio, en esta oportunidad todos anhelan una candidatura presidencial de su líder.
Quedan poco más de dos meses para el cierre de listas. En ese tiempo Massa debe definir si es candidato o no en estas elecciones. El Frente Renovador ya decidió que le pedirá autonomía absoluta en las PASO del Frente de Todos. Una jugada riesgosa que podría cambiar el mapa del oficialismo. Sobre todo porque en el kirchnerismo daban por descontado que ambos sectores iban a confluir en una sola lista de unidad para enfrentar a Alberto Fernández.
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