Mientras intenta recuperarse de los coletazos del crimen del chofer en La Matanza, que irrumpió en medio de la fuerte crisis económica, las organizaciones del kirchnerismo duro, incluida La Cámpora, ultiman detalles de la marcha programada para mañana frente a los Tribunales de Justicia para defender a Cristina Kirchner y pedir por su candidatura. Sin embargo, entre divisiones sobre la estrategia política de cara a las PASO, los principales referentes de La Cámpora, Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro, no participarán del acto. Sí confirmó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que hasta el momento aparece como la figura de mayor peso de la jornada.
Cerca del hijo de la Vicepresidenta adelantaron primero, sin brindar motivos, que no era seguro que se sumara a la movilización. Y luego se confirmó que no estará por una agenda previamente establecida: hoy estará en Trelew y mañana en Monte Hermoso, en un acto de la sexta sección electoral del PJ bonaerense. Los organizadores, directamente, ya daban por sentado que no asistiría. “Ya nos avisaron”, revelaron. En tanto, cerca de “Wado” de Pedro informaron que el jueves estará en Catamarca para inaugurar una planta de Adidas junto al gobernador, Raúl Jalil, por lo cual tampoco formará parte.
Ambos habían estado en la primera manifestación de la saga, hace un mes y medio, en Avellaneda, titulado “Luche y vuelve, Cristina 2023″. Pero sus ausencias despiertan suspicacias en el espacio, donde perciben su renuencia al “operativo clamor”, que tendrá su tercera edición mañana, en el centro porteño. “Todavía estamos viendo el tema del escenario, los oradores, porque todavía no tenemos los datos de los que vienen. Esto está atravesado por candidaturas posibles, por tensiones, que obviamente están. Pero cuando Cristina decida si es o no es candidata, se terminan todas las discusiones”, dijo un referente K.
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Esta vez, la actividad estará centrada, principalmente, en las críticas a la Justicia, y en particular a la Corte Suprema, que se reúne en el cuarto piso del palacio de Tribunales. Pero la dirigencia no dejará de recordarle a Cristina Kirchner que siguen bregando por su candidatura, aunque sea como táctica para darle centralidad en la escena política. Esto más allá de que muchos creen que ya tomó la decisión de no presentarse.
La ausencia de ambos líderes camporistas evidencia, una vez más, la división que viene manifestándose desde hace meses en las entrañas kirchneristas. Mientras que un grupo empuja la estrategia “Cristina 2023″ con denuncias sobre la proscripción, el otro defiende la inocencia de su jefa política, pero está en desacuerdo con el operativo clamor por su postulación.
Los primeros se esmeran en mostrar un perfil muy alto -el lunes lanzaron la convocatoria formal a los Tribunales con una publicitada conferencia de prensa- y tienen base, mayormente, en la provincia de Buenos Aires, en las figuras de intendentes, legisladores nacionales y funcionarios bonaerenses, con Kicillof a la cabeza.
Los segundos mantienen firmes y sostenidamente su postura crítica, pero son discretos con los cuestionamientos. Habitan el Senado, donde manda Cristina Kirchner; el Instituto Patria; y la Cámara de Diputados, pero ninguno quiere aparecer en público negando su adhesión al plan. Explican que no quieren que se malinterprete su remisión como un mensaje de distanciamiento con el liderazgo de la jefa del espacio. Pero marcan matices sobre el sentido del pedido de una candidatura y reclaman al resto que se enfoque únicamente en la defensa de la Vicepresidenta. Sólo Máximo Kirchner lo deslizó, aunque sutilmente, cuando dijo que “no creía” que CFK fuera a jugar. Y, a diferencia de varios de sus compañeros, nunca se lo pidió explícitamente.
Conscientes de las diferencias y los faltazos de la cúpula K, los partidos y agrupaciones de la “mesa de Ensenada” están decididas a marchar mañana desde las 15. Irán algunos funcionarios nacionales, como los titulares de AFIP, Carlos Castagneto (Kolina); y de Acumar, Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro); bonaerenses, como el ministro de Desarrollo Comunitario, Andrés “Cuervo” Larroque (La Patria es el Otro); y de Trabajo, Walter Correa; y referentes sindicales como Héctor Amichetti (Gráficos); Sergio Palazzo (Bancarios), la diputada Vanesa Siley (Judiciales); Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores); Roberto Baradel (Suteba); así como representantes del Movimiento Nacional Alfonsinista y Unidad Ciudadana.
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De los intendentes probablemente estén Jorge Ferraresi (Avellaneda), que fue anfitrión del primer encuentro; Mario Secco (Ensenada), uno de los principales artífices del operativo, y Pablo Zurro (Pehuajó). Secco y Castagneto fueron los dos únicos referentes de peso que viajaron a Chaco al acto de Jorge Capitanich por Cristina Kirchner y su propia candidatura, hace dos semanas. El resto decidió quedarse en Buenos Aires, la primera señal de que perdía fuerza el operativo clamor. “Quisimos dejarle la centralidad a Coqui”, contraargumentan hoy.
Mañana, cada organización tendrá un punto específico para agruparse sobre la 9 de Julio. Y cerca de las 16 avanzarán hacia la plaza Lavalle. El acto está previsto para las 17 e intentarán que sea puntual. “La idea es que no se haga eterno como en Avellaneda. A las 19 va a estar cerrado”, explicaron, recordando aquella jornada infernal de 40 grados al sol.
Mientras tanto, las agrupaciones ya empezaron a discutir las fechas de los próximos actos. Para ganar territorio con su reclamo en los meses que preceden al cierre de listas, plantearon realizar una actividad por el aniversario del triunfo de Néstor Kirchner, el 27 de abril de 2003; y una “gran movilización” el 25 de mayo para recordarlo el día de su fallecimiento. “Sería la gran coronación del laburo que estamos haciendo”, dijo uno de los dirigentes que participan de los encuentros quincenales, que se transformaron en semanales, en un camping de Punta Lara.
Todavía tienen pendiente confirmar y fijar fecha para el segundo acto del operativo “federal” por CFK en La Rioja (el primero fue en Chaco). Inicialmente apuntaban al sábado 16 de abril, pero se decidió postergarlo cuando se bajó la orden de marchar a Tribunales el jueves 13. Y ahora está en duda si se hará. “Quedaba muy pegado, había que pasarlo”, explicaron los organizadores de los mítines, atentos al calendario político propio.
Mientras el kirchnerismo le pide que se presente, Cristina Kirchner posterga su respuesta. Y del otro lado de la grieta del FDT, en la Casa Rosada, Alberto Fernández estira el enigma sobre el rol que adoptará en el año electoral. Sin otras definiciones, se retrasa, también, la convocatoria al Consejo Nacional del PJ, la próxima instancia de debate del fracturado oficialismo después de la conflictiva “mesa política” del 16 de marzo. Sostienen que se realizará hacia el fin de abril, pero la definición de un momento claro no llega, en medio del desacuerdo en el Frente de Todos por las PASO, entre otros temas, por los nombres para encabezar, y por la cantidad de listas en la provincia de Buenos Aires.
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