La postergada visita de Sergio Massa a la CGT ya tiene fecha: será la semana próxima. Así lo revelaron fuentes oficiales a Infobae y la definición sobre ese postergado encuentro -se iba a hacer en febrero- no es casual. El ministro de Economía llegará la sede de Azopardo 802 luego del anuncio de que más de 600.000 trabajadores dejarán de pagar el Impuesto a las Ganancias por una serie de adicionales de convenio. Algunos sindicalistas visualizan que la llegada de Massa al edificio cegetista en medio de la unánime aprobación sindical será el primer paso hacia la candidatura presidencial del líder del Frente Renovador. En el massismo, por el momento, no confirman ni desmienten nada.
Lo cierto es que la medida que dispuso el ministro fue el resultado de múltiples conversaciones reservadas con dirigentes de distintos sectores sindicales para anticiparles lo que se analizaba, en las que también se habló de nuevos fondos para las obras sociales: aunque está contemplado en el presupuesto nacional, el sistema sindical de salud aún no recibió los aportes extraordinarios para pagar prestaciones de alto impacto económico. Según fuentes sindicales, de los 23 millones de pesos mensuales que recibe el Fondo Solidario de Redistribución (FSR) para los reintegros de las prestaciones de alta complejidad y medicamentos, 16 millones se destinan sólo al rubro discapacidad. Ahora, en las charlas con Massa se acordó que el Estado girará fondos para evitar un mayor déficit financiero.
Entre los anuncios oficiales, de acuerdo con la CGT, también se podría incluir en breve el pago de una suma fija para los trabajadores municipales de todo el país. Lo admitió el cotitular de la CGT Héctor Daer (Sanidad): “Estamos conversando. Hay trabajadores municipales que cobran $60.000 en el país. Hay una contradicción muy grande hacia dentro de la propia de la administración, no nacional o provincial, sino de los municipios. Son trabajadores que realizan tareas, cumplen horario. Hay que buscar establecer un valor mínimo y, sobre todo, en una coyuntura donde la inflación, producto de la especulación de los problemas que tenemos en la macroeconomía, tiene los valores que tiene”.
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A partir de la confirmación del alivio en Ganancias, la decisión de Massa derivó en un amplísimo abanico de respaldos gremiales, como pocas veces se dio ante cualquier medida del Gobierno, a través de una inédita cantidad de declaraciones de los líderes de los principales sindicatos.
“Una vez más resaltamos el compromiso del ministro de Economía a los reclamos y dar rápida solución a un problema histórico del movimiento obrero”, afirmó, por ejemplo, la poderosa Confederación de Sindicatos Industriales de la Argentina (CSIRA), que encabeza Ricardo Pignanelli, el secretario general del gremio de mecánicos (SMATA). Lo mismo hizo Pablo Moyano, quien destacó eque “apoya y acompaña el proyecto del ministro de Economía para que los trabajadores no paguen Ganancias en los diferentes rubros” y que la iniciativa “tiene como objetivo el cuidado del salario”.
El anuncio fue precedido de diversas reuniones de Massa: primero estuvo con Héctor Daer y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), secretario de Acción Social de la CGT, y después hubo encuentros por separado con Pablo Moyano (Camioneros) y Mario Manrique (SMATA), Hugo Moyano (Camioneros), Ricardo Pignanelli (SMATA) y Abel Furlán (UOM) y con otros referentes de la CGT como Carlos Acuña (estaciones de servicio), miembro del triunvirato de conducción; Andrés Rodríguez (UPCN) Gerardo Martínez (UOCRA) y Jorge Sola (seguro). Massa también tuvo un contacto con Sergio Palazzo (bancarios), quien fue el primero que logró que los adicionales quedaran eximidos de Ganancias gracias un dictamen de la Subsecretaría de Ingresos Públicos, que depende de Economía.
En realidad, además de la Asociación Bancaria, desde comienzos de año hubo gremios que habían logrado un alivio en sus adicionales que tributaban Ganancias, como docentes y aceiteros, a partir de dictámenes individuales que consiguieron por sus reclamos efectuados ante la cartera económica.
El acuerdo alcanzado entre Massa y la CGT se basa justamente en la decisión de generalizar ese beneficio a otros 600.000 trabajadores, que implicará, según fuentes oficiales, una mejora salarial de bolsillo de hasta el 16%, a partir de que no sufrirán descuentos, entre otros, adicionales como los bonos por productividad, fallo de caja y conceptos del mismo tipo; movilidad, viáticos y otras compensaciones análogas, y horas extras, adicionales por turno rotatorio y similares.
Entre quienes se verán favorecidos por la medida oficial, de acuerdo con el Ministerio de Economía, se encuentran 135.657 empleados del sector público, 101.325 trabajadores del sector industrial, 81.504 del sector de la salud, 74.925 del transporte y 50.078 del comercio. Se suman, además, otros 46.666 trabajadores de empresas de servicios, 22.909 de los bancos y del sector asegurador, 18.201 de la enseñanza privada, 12.632 de la construcción y 56.103 de otras actividades.
En la CGT se acumula el malestar por las señales económicas negativas, que incluyen el alza inflacionaria y el aumento de los precios. La semana pasada, en una reunión ampliada de la “mesa chica” cegetista se acumularon los cuestionamientos contra el Gobierno: una veintena de dirigentes acordó que se difundirá un documento de la GT que graficará los reclamos al oficialismo y a la oposición como responsables de la situación actual y, además, se convocará a un acto para el 1° de mayo, en un estadio cerrado, en el que la central obrera confirmará su postura crítica.
La visita de Massa a la CGT se iba a realizar en febrero como una forma de que los sindicalistas le dieran una señal explícita de respaldo en medio de un incierto panorama del Frente de Todos en materia de candidaturas presidenciales, pero quedó suspendida sin fecha por la intensa agenda del ministro y también porque el costo de vida no cedía. De por sí, la inflación de febrero marcó 6,6% y el acumulado interanual,102,5%, el máximo en los últimos 32 años. Esta semana se anunciará la inflación de marzo y los consultores económicos estiman que rondaría el 7%. Pese a esas cifras, el massismo entiende que los anuncios sobre Ganancias permitirán que haya un fuerte aval cegetista.
El ministro no podrá eludir hablar sobre la inflación en su inminente visita a la CGT. Cerca de Massa admiten que aún no está claro qué podrá decir sobre el tema ante la dirigencia sindical que lo recibirá en el salón Felipe Vallese de la central obrera: “Veremos”, fue la lacónica respuesta en Economía.
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