Mauricio Macri dejó en la mañana de hoy un mensaje claro: está en contra de un cambio en el sistema de votación en la ciudad de Buenos Aires. Ese mensaje fue dirigido al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y también al radicalismo, que presiona para mantener el acuerdo político con Martín Lousteau a través de una forma de votación concurrente. Es decir, un sistema mixto, donde las candidaturas nacionales (presidente y diputados nacionales) se votarían con boleta sábana tradicional; mientras que para las candidaturas locales (jefe de Gobierno, legisladores y comuneros) se usaría la Boleta Única Papel o electrónica.
Así, las candidaturas nacionales estarían desconectadas de las categorías porteñas, y los candidatos no tendrían el efecto de arrastre del postulante presidencial.
“No creo que Horacio haga eso, sería ir en contra de los vecinos. Es más gasto del Estado, más tiempo de votación, más filas; sería ir en contra de todo lo que estuvimos trabajando estos años”, indicó Macri hoy en radio Rivadavia. Y agregó: “No hay que cambiar reglas electorales en el mismo año y no hay que hacerlo por especulaciones de una parte pensando que va a cambiar en algo complicándole la vida a la gente”.
Pese a este fuerte cuestionamiento, desde el entorno de Rodríguez Larreta señalaron que esta posibilidad no representa un “cambio en las reglas de juego” porque respeta el código electoral vigente que aprobó por amplia mayoría la Legislatura en octubre de 2018. “La decisión le corresponde por ley al Jefe de Gobierno; es su potestad, y es una muestra de autoridad, independencia y autonomía”, señalaron desde la sede de Uspallata ante la consulta de Infobae.
“Los que como Macri promueven la votación unificada a la nacional no se dan cuenta que la boleta sabana (enganchada a la nacional) puede hacer que se pierda la mayoría en la Legislatura, ya que (Javier) Milei arrastraría la lista de legisladores y a su candidato a Jefe de Gobierno y, entonces, hagan ingobernable la Ciudad que creen tener escriturada. Contrario al argumento de que se quiere beneficiar a Lousteau que intentan instalar, lo que se busca es cuidar el voto PRO”, agregaron.
Más allá de esta postura, la decisión de Larreta y sus funcionarios más cercanos será no responderle a Macri de manera abierta, sobre todo para no agrandar la interna en el PRO y en Juntos por el Cambio en tiempos de definiciones de cara a las elecciones. “La decisión que tome no es en contra de nadie, todo lo contrario”, insistieron.
Macri quiere imponer a su primo, Jorge, como sucesor en CABA. Rodríguez Larreta se encargó de impulsar a sus funcionarios Fernán Quirós y Soledad Acuña, aunque la semana pasada confirmó que habrá un solo candidato del PRO para las PASO.
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En otro pasaje del reportaje, Macri enfatizó que una elección concurrente “nunca se hizo antes en la ciudad” y afirmó que “si la política piensa que por cambiar reglas electorales los porteños van a elegir en un sentido determinado es no conocer a los porteños, que son autónomos, independientes”.
Según lo establece el Código Electoral Nacional y local, la ciudad de Buenos Aires tiene un plazo de 120 días antes de la realización de la elección para hacer la convocatoria. Es decir, aún está dentro de los plazos legales para desdoblar los comicios, como sucedió en 2015. En aquel entonces, las PASO se realizaron un 26 de abril, el 5 de julio la primera vuelta y el 19 de julio la segunda vuelta, donde Rodríguez Larreta le ganó a Lousteau por una mínima diferencia.
Otros dirigentes contra el desdoblamiento concurrente
En sintonía con sus cuestionamientos, otros dirigentes del PRO se plegaron al discurso de Macri. “En el PRO siempre nos opusimos a manipular las reglas electorales para favorecer a cualquier candidato en particular. No creo que se cambie eso en un año electoral”, sostuvo el ex senador Federico Pinedo.
El ex secretario general de la presidencia, Fernando De Andreis, añadió: “Por favor no hagamos lo que tanto criticamos! la concurrencia electoral es un gasto injustificado para el gobierno de la ciudad en uno de los momentos sociales y económicos más sensibles de la historia de nuestro país”.
En tanto, el vicepresidente del PRO, Federico Angelini, cercano a Patricia Bullrich, indicó: “La ambición no puede estar por encima de los valores de Juntos por el Cambio. Un cambio de reglas no se puede hacer en un año electoral, sin planificación, sin antelación y generando más gasto ineficiente”.
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