La agresión que sufrió el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, generó distintas reacciones dentro del Frente de Todos. Casi 48 horas después de los violentos hechos que se registraron en La Matanza con los compañeros del chofer de la línea 620 que fue asesinado, solo su par en el ámbito nacional, Aníbal Fernández, se manifestó sobre lo ocurrido.
Alberto Fernández no se expresó para repudiar lo sucedido, como tampoco lo hizo algún otro funcionario de primera línea. La Portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti, esquivó el tema y evitó hacer un repudio público de la agresión recibida por el ministro de Axel Kicillof.
En la Casa Rosada no importa demasiado lo que le sucedió a Berni, sino que la inseguridad se vuelva el detonante de una crisis social. Es decir, que el hartazgo por tantos homicidios y robos, principalmente en el conurbano bonaerense, termine dando lugar a una explosión de enojo imposible de descifrar con antelación.
El único que se expresó, en forma terminante sobre lo sucedido, fue Aníbal Fernández. “De ninguna manera se puede tolerar una agresión de este tipo. Nadie puede negar que Sergio es alguien que le pone el cuerpo a la situación; trabaja como se debe hacer”, fue la defensa pública del ministro, que mantiene una tensa relación con Berni.
Por ejemplo, cuando se pone sobre la mesa el envío de la Gendarmería al conurbano, las diferencias aparecen y comienzan las acusaciones cruzadas. Eso viene ocurriendo desde hace más de un mes y sucedió también en las horas posteriores al ataque que sufrió Berni.
El ministro de Kicillof tildó de mentiroso a Aníbal Fernández por desconocer que le pidieron gendarmes para la provincia de Buenos Aires, además de recalcar que es un reclamo que le hizo al Presidente antes del comienzo de la pandemia y que nunca tuvo una respuesta concreta desde la Casa Rosada.
“La gente de Berni nunca nos pidió un efectivo. No hemos recibido nunca un pedido sobre este tema. No tengo necesidad a salir a dar explicaciones cada vez que aparece un problema”, sostuvo Aníbal Fernández ayer. Es un ida y vuelta inagotable que expone con claridad las diferencias que existen entre nación y provincia en materia de seguridad.
La situación respecto al ataque a Berni es bien diferente en el kirchnerismo, donde cerraron filas detrás del ministro, pese a que no lo hicieron en público. Cristina Kirchner lo llamó ayer luego de la agresión recibida. Lo mismo hizo Máximo Kirchner. Ambos con el objetivo de solidarizarse y consultar sobre su estado de salud.
Berni es uno de los funcionarios que más ha tensado la cuerda dentro del kirchnerismo. Al punto de afirmar en octubre del año pasado que se iba de ese espacio político “porque se apartó del proyecto de país que teníamos”. Sin embargo, es esa fuerza política la que hoy lo respalda después de quedar en el ojo de la tormenta.
Axel Kicillof no solo lo respaldó en el cargo, sino que avaló la decisión del ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, de realizar una presentación ante la justicia nacional para que se esclarezcan los hechos ocurridos en la intersección de la Avenida General Paz y Ruta 3.
Si bien Berni aseguró en las ruedas de prensa que protagonizó el lunes que no iba a denunciar a ninguno de los que lo agredieron, en La Plata la postura fue diferente y avanzaron en realizar una denuncia. Alak consideró que los hechos sufridos por Berni configuran los delitos de atentado contra la autoridad, lesiones graves e intimidación pública.
“La gravedad institucional de lo sucedido justifica la intervención de la justicia”, expresaron desde el ministerio que conduce de Justicia. Según explicaron, la presentación ante la justicia nacional responde a que los hechos tuvieron lugar en la General Paz y la Avenida Juan Manuel de Rosas, ámbito jurisdiccional de CABA, y “la calificación jurídica de los hechos excede la competencia de la justicia contravencional porteña”.
“Las agresiones dirigidas contra Sergio Berni cuando este se encaminaba a dialogar con los manifestantes en busca de una respuesta a su reclamo no solo constituyen delitos que afectan personalmente al funcionario, sino que son hechos que, por su gravedad institucional, obstruyen el normal desenvolvimiento de las instituciones bonaerenses”, indica la denuncia.
En la gobernación bonaerense no piensan lo mismo en que otras terminales del Frente de Todos, donde ven que la reacción de los colectiveros fue consecuencia del hartazgo por los hechos de inseguridad. “Desconfiamos de una reacción tan violenta”, explican en La Plata.
En sus últimas apariciones públicas Berni apuntó contra el PRO y, en especial, contra Patricia Bullrich. La explicación que dan en su entorno es que vieron que “muchos de los que aparecen en charlas donde está Patricia con choferes en La Matanza, también aparecen en los disturbios”. De esa forma asocian la intervención de la oposición en los graves incidentes del lunes.
En la Gobernación son más moderados y aclaran que si bien pueden existir conexiones, es necesario investigarlo en profundidad. Lo cierto es que Berni apuntó a la coalición opositora y la acusó de estar detrás de las agresiones que sufrió cuando intentó hablar con los choferes de colectivo.
El respaldo al funcionario también llegó desde La Cámpora. La intenta de Quilmes, Mayra Mendoza, aseguró que: “Es entendible el dolor de los compañeros de trabajo, de la familia y de los amigos de la persona que falleció, pero reconozco que el ministro Sergio Berni estuvo presente en el lugar dando la cara, y eso le pasa a las personas que no se esconden detrás de un escritorio o en un set de televisión”.
“Desde el primer día, ante las situaciones más dolorosas, cada vez que lo llamamos al Ministro se hizo presente. La actitud de tres o cuatro violentos en el día de ayer no representa el dolor o las formas en las que se debe reaccionar ante el flagelo de la inseguridad”, indicó la intendenta durante la entrega de 30 patrulleros en el municipio que gobierna, actividad que compartió con Berni.
El mensaje final generó suspicacias. “Lo que le pasó a Berni también hay que investigarlo porque lo podrían haber matado, como intentaron hacerlo con Cristina, han habilitado una violencia muy preocupante y nada es casualidad, hace pocos días Patricia Bullrich estuvo en ese lugar”, sentenció. El escenario político es un enorme barrial.
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