En medio de la puja por las candidaturas de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, volvió a mostrarse con el senador nacional Martín Lousteau, postulante del radicalismo para el sillón de Uspallata. El alcalde fue la figura estelar de un evento reservado en el que participaron todos los candidatos porteños del larretismo. Se trató de la cena anual de La Generación, organización de dirigentes sub 40 que trabaja para la renovación de cuadros en JxC.
Fue un cocktail distendido, pero con alto contenido político. El mitin se desarrolló en la terraza de un bar ubicado en Avenida de Mayo al 500, con vista a la Casa Rosada. Postal sugestiva en temporada electoral.
Estuvieron Soledad Acuña, ministra de Educación; Fernán Quirós, ministro de Salud; Emmanuel Ferrario, vicepresidente 1° de la Legislatura. También asistieron dirigentes como los diputados nacionales Diego Santilli, alfil bonaerense de Larreta, Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, y Silvina Lospennato, del PRO. Por la pata liberal de la coalición participó el legislador Roberto García Moritán.
La foto de Rodríguez Larreta y Lousteau se da luego de la presión que ejerció Mauricio Macri para que el candidato para la Jefatura de Gobierno porteño sea su primo Jorge. Lo hizo a luego de la renuncia a sus aspiraciones presidenciales. El renunciamiento del líder del PRO generó más tensión en la interna presidencial entre el alcalde de la Ciudad y Patricia Bullrich.
El cónclave estaba convocado a las 18:30. Cerca de las 19 ya habían llegado Santilli, Ferraro y los legisladores porteños Hernán Reyes (CC) y Claudio Romero (PRO). También estaban los legisladores bonaerenses Alex Campbell y Sergio Sicilliano, dos dirigentes ligados a María Eugenia Vidal. Quien también llegó temprano fue Jorge Faurie, ex canciller de Mauricio Macri y actualmente uno de los asesores en política exterior de la Mesa de Internacionales del plan presidencial de Larreta. En el ingreso al salón quien recepcionaba a los invitados era Manuel Vidal, jefe de Gabinete de Acuña y presidente de La Generación.
Entre Camparis, Cynars y Aperols, los dirigentes se distribuían en conciliábulos para intercambiar charla sobre temas que iban desde gestión y armados electorales hasta el renunciamiento de Macri.
No obstante, la interna porteña de JxC acaparó el grueso de las conversaciones. En CABA, el PRO tiene tres candidatos a jefe de Gobierno. Mientras que Lousteau es el postulante de la UCR ala Evolución. De los candidatos “amarillos”, Quirós y Acuña son los postulantes larretistas, mientras que Jorge Macri es el contendiente que respalda Macri y Patricia Bullrich.
En el PRO coinciden en que tienen que llegar a la PASO con un solo candidato para enfrentar a Lousteau. Es algo que tiene consenso universal en el partido amarillo. Lo que genera disonancias son dos puntos: cómo definir el postulante. Y, por otro lado, de qué forma generar reglas de juego “parejas” con la UCR. Esos puntos son los que producen cortocircuitos en el PRO y entre el macrismo y Lousteau. Este dilema discurrió en las conversaciones que se daban en el cocktail de esta noche.
Macri siempre rechazó el acuerdo entre Rodríguez Larreta y Lousteau en CABA. Para el ex jefe de Estado, cederle el gobierno porteño a la UCR es intolerable. De hecho, esta semana Macri se lo dijo textual a Jorge Lanata en un reportaje en Radio Mitre: “Con todo el respeto que le tengo, la verdad que no me imagino a Lousteau como jefe de Gobierno”, sostuvo el ex presidente. Inmediatamente, presionó a Larreta para que respalde la candidatura de su primo: “Horacio se va a jugar por Jorge Macri porque al final, las cosas caen por su propio peso”, sentenció el fundador del PRO.
Todo lo que Macri antes le decía a su círculo en privado, desde que anunció que no será candidato lo dice en on the record. El ex Presidente obtura un entendimiento con Lousteau y también rechaza la candidatura de Quirós, postulante predilecto de Rodríguez Larreta. Es cierto que tiene una relación histórica y empatía con la ministra Acuña. Empero, su candidato en Ciudad es Jorge Macri.
La pelea por la sucesión porteña está trabada por la disputa nacional entre Rodríguez Larreta y Bullrich. Ambos pretenden sacar tajada para su molino presidencial. También es cierto que en la batalla de JxC por la Ciudad, Macri, Bullrich y María Eugenia Vidal están concertados en presionar para que el jefe de Gobierno ordene la puja en el PRO: Que de los tres candidatos actuales quede uno solo para enfrentar a Lousteau.
El ex ministro de Economía sospecha que Macri pretende impedirle que Larreta y Bullrich le den su boleta presidencial: el intendente de Vicente López en uso de licencia teme que Lousteau pueda imponerse en las PASO de JxC si el economista radical también tiene el arrastre de los candidatos nacionales del PRO. La UCR porteña considera que eso es “competencia desleal”.
Desde hace semanas que el larretismo analiza la posibilidad de desdoblar las elecciones para evitar esos dilemas. Lousteau es el principal impulsor de ese esquema. No sólo eso, pretende que el voto sea con Boleta Única (electrónica o papel).
Como anticipó Infobae, Rodríguez Larreta empezó a analizar una alternativa novedosa: hacer elecciones “desdobladas concurrentes”. Así, la elección nacional y la de la Ciudad serían concurrentes -es decir, el mismo día- pero con sistema de votación mixto: Las candidaturas nacionales (presidente y diputados nacionales) se votan con boleta sábana tradicional; mientras que para las candidaturas de la Ciudad (jefe de Gobierno, legisladores y comuneros) se usaría la Boleta Única Papel o electrónica.
El Código electoral de la Ciudad permite esa posibilidad. Se trata de una forma de desdoblar la elección sin hacerlo. De esa manera, las candidaturas nacionales estarían desconectadas de las categorías porteñas. Por un lado, la boleta presidencial y, aparte, la boleta única con los candidatos a jefe de Gobierno.
Otro argumento que esgrime el larretismo para defender las elecciones “desdobladas concurrentes” es que de esa manera le quitan el arrastre al candidato que lleve Javier Milei a jefe de Gobierno. “Es una forma de garantizar la gobernabilidad del próximo jefe de Gobierno”, analizó un dirigente de la mesa chica de Larreta.
Mientras tanto, Quirós y Acuña seguirán adelante con sus respectivas candidaturas. El sanitarista considera que en abril el PRO deberá decidir por un candidato para las PASO. Anhela que Larreta puje por él, aunque conoce que la discusión está atada al plan nacional de cada uno. La ministra de Educación, en tanto, compartirá mañana un anuncio educativo con Larreta y reafirmará su candidatura.
Si bien hay algunos días más para decidir, existen plazos legales que deben respetarse. En ese sentido, de desdoblar la elección y generar un esquema mixto de votación, el deadline es a mediados de abril. En esa fecha conoceremos más detalles.
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