En los países con un diseño institucional de tipo presidencialista, el liderazgo político cobra especial preeminencia. Cómo convertirse en el líder de un espacio, sostener ese rol y, eventualmente, transmitirlo son preguntas estructurantes de la dinámica de poder en un país de esas características. Argentina es uno de ellos. Por eso el anuncio de Mauricio Macri acerca de no ser candidato en las próximas elecciones sacudió la arena política. Su decisión liberó el horizonte para la disputa por el liderazgo opositor: sin el ex Presidente, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal buscarán ganar esa pulseada.
Todo Juntos por el Cambio (JxC) esperaba una definición próxima sobre el futuro electoral de Macri. En el caso de Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño necesitaba el anuncio para consolidar su plan presidencial. Para el alcalde de la Ciudad no resultaba indistinta la decisión que tomara el fundador del PRO. De los presidenciables del espacio, es el único que siempre sostuvo que su candidatura no dependía de la voluntad política de Macri. No obstante, su estrategia de campaña no hubiese sido exactamente la misma si le tocaba enfrentarse al ex jefe de Estado en unas PASO.
La intriga política que cultivó Macri hasta ayer obturaba acuerdos provinciales y generaba incertidumbre sobre el liderazgo en JxC. Este paso del ex Presidente consolidó el escenario opositor: El PRO irá a una PASO al menos con dos candidatos. A su vez, a partir de ahora se profundizarán los realineamientos entre los socios de la coalición. ¿El radicalismo llegará a las primarias con Gerardo Morales y Facundo Manes candidatos a presidente? ¿O definirán por un esquema de fórmulas cruzadas con el PRO?
Rodríguez Larreta intentará sostener sus acuerdos con parte del radicalismo. El jefe de Gobierno defiende las fórmulas cruzadas y ve con buenos ojos formar un tándem con la UCR, así como también con la Coalición Cívica. De momento, en la CC sigue en carrera la candidatura presidencial de Elisa Carrió.
El jefe de Gobierno de la Ciudad no conocía que Macri iba a anunciar ayer su decisión. Ambos se habían reunido el viernes en un encuentro de 45 minutos. Luego se volvieron a ver el sábado por la noche, en el casamiento de María Eugenia Vidal con el periodista Enrique “Quique” Sacco. Larreta intuía la definición del ex mandatario, aunque desconocía cuándo la haría pública.
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En el campamento de Bullrich analizan que la decisión de Macri beneficia a la ex ministra de Seguridad. “Es natural que haya un traslado de los votantes de Mauricio a los de Patricia”, sostuvo en diálogo con Infobae un operador bullrichista. En Uspallata rechazan esa hipótesis. El larretismo observó el anuncio de Macri como un “gesto de grandeza” y consideran que será un “primus inter pares”.
“Es el paso previo para acompañar a Horacio”, reflexionó ante la consulta de este medio un dirigente que habla todas las semanas con el alcalde porteño. La misma fuente sostiene que la llegada del ex ministro de Cultura Pablo Avelluto al equipo de Rodríguez Larreta es un “indicio” en ese sentido. El ex funcionario es cercano a Macri y uno de los principales asesores del ex Presidente en la escritura de sus libros.
Tiempo de decisiones
Despejado que Macri no será candidato, la pregunta que sobrevolará la interna en el PRO es el cómo. “Para qué”, como sugiere el título del último libro del presidente de la Fundación FIFA. De qué forma cada presidenciable planea ejecutar su programa de gobierno si se impone en la contienda electoral. Las fundaciones de todos los partidos de JxC trabajan en un plan conjunto. En general, hay consenso sobre los temas. La principal diferencia reside en los tiempos y plazos para implementar esas políticas.
El larretismo enfatizará su estrategia en diferenciarse de Bullrich. Apelarán a exaltar la figura de Larreta como el “mejor gestor” para administrar los desafíos económicos que afrontará el próximo presidente. A su vez, insistirán en la idea de “cerrar la grieta”. Larreta cree que el anuncio de Macri empatiza con su mensaje en su spot de lanzamiento presidencial. “Me gustó mucho que Mauricio diga que no es tiempo para líderes mesiánicos. De alguna manera, dije lo mismo en mi lanzamiento de campaña”, sostuvo ayer el jefe de Gobierno en declaraciones a Radio Rivadavia. Patricia Bullrich insistirá en que tiene el “coraje” y el “carácter” para ejecutar el “cambio” que la oposición promete. El alcalde porteño se desmarcará de esa idea y apelará al concepto de “gestión” y “trabajo en equipo”.
Otro punto medular dentro del PRO es la figura de Vidal. La ex gobernadora lanzó su candidatura presidencial y está dispuesta a sostener su campaña. Si única condición era que si Macri se postulaba, ella bajaba su candidatura. Es un interrogante que se diluyó. La inquietud que emerge es si el PRO llegará a las PASO con tres candidatos presidenciales. ¿A quién en JxC le disputa electorado la candidatura de la diputada nacional? En caso de que uno de los tres postulantes desista de competir, ¿inclinará la balanza para alguno de los dos que lleguen a la PASO? Son interrogantes que delibera la mesa política larretista.
El búnker de Rodríguez Larreta en la calle Olazábal analiza minuciosamente encuestas y trabajos de opinión pública. Lo hacen a diario. En los últimos meses del 2022 notaron una meseta en los números del jefe de Gobierno en los sondeos. Desde este año observan que esa tendencia se revirtió. “Volvió a crecer. Lento pero consistente”, aseguró uno de los integrantes del círculo chico larretista.
“Va a ser tiempo de decisiones. Estamos trabajando para consolidar el mejor posicionamiento de Horacio”, argumentó en ese eje otro de los interlocutores de mayor confianza del jefe de Gobierno porteño. Larreta está convencido de que es el “candidato más nítido” para un ballotage. Asimismo, sostiene que debe mejorar su intención de voto y profundizar la “cercanía con la gente” para ganar la pulseada con Bullrich en la interna.
Una apuesta central para la usina política del alcalde porteño es seguir construyendo acuerdos en el interior. “Apostamos a fortalecer alianzas territoriales”, detalló otro operador político larretista. Larreta entiende que sin Macri candidato, su estructura territorial se mantendrá en su esquema.
Dos dilemas claves en ese intríngulis son cómo resolver la puja interna de JxC en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires. En el larretismo sostienen que a mediados de abril se ordenarán esos frentes. Larreta buscará la táctica que le permita salir fortalecido dentro de la disputa opositora. Su objetivo central es sostener a los candidatos distritales que le permitan ganar la elección presidencial.
Esta mañana, Rodríguez Larreta reunirá a su mesa política. Es el encuentro habitual que hace cada lunes con los dirigentes y funcionarios de su mayor confianza. Allí diseñarán los pasos a seguir de cara al sprint final de la carrera electoral. Con Macri afuera de la carrera electoral, hay una pregunta que ya no deberán responder.
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