Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se enteraron que Mauricio Macri iba a dar esta mañana su mensaje de renunciamiento minutos antes de que se difundiera en las redes. No fueron los únicos: Fernando de Andreis, uno de sus principales colaboradores, llamó a una serie de líderes del PRO y de Juntos por el Cambio para anticiparles la noticia entre 10 y 20 minutos antes.
Hasta entonces, Larreta y Bullrich tenían dudas: el ex presidente les había sugerido que no quería postularse, pero tampoco fue terminante en descartarlo. Los 7 dirigentes del PRO que fueron anoche como invitados al casamiento de María Eugenia Vida no tuvieron ningún anticipo, pero en los corrillos el comentario era que el fundador del partido no debía postergar más su decisión para contribuir a que se ordenara la interna y unificar los esfuerzos para ganarle al kirchnerismo en las elecciones.
El último en reunirse a solas con Macri fue el jefe de Gobierno: compartieron este viernes un desayuno en el Tenis Club Argentino, en Palermo. Al comienzo hubo una charla descarnada sobre los motivos por los cuales su vínculo de más de 20 años quedó atrapado por la distancia y la desconfianza. Pero no le dio ninguna certeza acerca de la resolución que finalmente anunciaría 48 horas después.
Te puede interesar: El video y el mensaje completo con el que Mauricio Macri anunció que no participará en las próximas elecciones
Macri volvió a sacudir el tablero. En su momento de mayor exposición y centralidad política, con señales de que volvía a meditar su candidatura, el ex presidente convirtió su impactante anuncio en un acontecimiento que ayudará a pacificar la dura interna opositora y le dará otro peso a su figura: todos coinciden en que su gesto de renunciamiento afianzará una suerte de liderazgo moral en el espacio cuando la mayor parte de la dirigencia política se muestra a los codazos por las candidaturas.
Fue su mejor manera de diferenciarse de Cristina Kirchner, quien todavía juega con los tiempos y no termina de desestimar su candidatura en medio del “operativo clamor” de sus más fieles.
No es lo único que aportó Macri con su mensaje: muchos referentes del PRO interpretaron que su referencia a que “nunca más vamos a tener una marioneta que nos represente” fue dirigida a advertir que su papel en un futuro gobierno de JxC no será el mismo que ejerce la Vicepresidenta en la gestión que encabeza Alberto Fernández. “Mauricio nos está diciendo que va a dejar gobernar libremente al presidente y que no interferirá como Cristina”, resaltó un dirigente.
Para Rodríguez Larreta, Bullrich y Vidal, el anuncio de Macri fue un enorme alivio. En cada reunión que tenían con miembros del Círculo Rojo, había un ruido casi permanente porque antes de comenzar a hablar surgía invariablemente una pregunta que no podían responder: “¿Mauricio se presenta o no?”.
Una vez que la dirigencia de JxC termine de asimilar el renunciamiento macrista, algunos imaginan que el gesto puede producir un efecto dominó: más pasos al costado y señales que ayudarán a que el mapa del PRO y de la oposición en general se despeje y abandone la beligerancia actual.
Rodríguez Larreta se anticipó: pocas horas después de su desayuno con Macri, le pidió a Emmanuel Ferrario, uno de sus candidatos a jefe de Gobierno porteño, que se bajara de la postulación. En realidad, el vicepresidente de la Legislatura iba a anunciar esa decisión el jueves pasado, pero le pidieron que esperara hasta después de la cumbre en el Tenis Club Argentino. Lo hizo el viernes a las 19. Hasta ahora, los otros candidatos larretistas, Fernán Quirós y Soledad Acuña, siguen adelante.
El gesto de Macri será un paraguas para que la dirigencia del PRO busque replicar una señal similar sin el miedo de pagar las consecuencias de bajar candidaturas y ceder espacios de poder. Seguramente tendrá efectos en la interna porteña, donde Jorge Macri, sostenido por el ex presidente y Bullrich, procura ser el único candidato del PRO a jefe de Gobierno mientras Larreta sostiene -por ahora- a Quirós y Acuña. Y también en la pelea bonaerense: el larretista Diego Santilli compite hoy por la postulación bonaerense para las PASO con 4 rivales internos del PRO: el vidalista Cristian Ritondo y los bullrichistas Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel. El que festeja ante la dispersión opositora es Axel Kicillof, con un terreno allanado para su reelección en un distrito sin ballotage.
Cerca de Bullrich advirtieron que todavía no está claro qué decidirá la líder del sector: sabe que tiene que elegir uno de sus 3 candidatos a gobernador para concentrar la pelea con Santilli y no ceder espacios ante el kirchnerismo. “Patricia está analizando el nuevo escenario en el PRO”, dijeron.
El mensaje de renunciamiento electoral quizá sea un final perfecto para el documental sobre la vida de Macri que está filmando una productora inglesa. En las últimas semanas se apuró el rodaje de algunas escenas con la idea de estrenarlo antes de fin de año. Por eso algunos especularon con un anuncio inminente del ex presidente sobre su futuro político. Aun así, su demora ponía nerviosa a toda la dirigencia del PRO. La falta de precisiones condicionaba el armado electoral de la oposición.
Había señales encontradas. Mientras Macri daba a entender que no se postularía, sus allegados advertían que él creía que podía ganar las elecciones, pero que le resultaría imposible gobernar porque no iba a encontrar consenso político para hacer las reformas estructurales que predica. Parecían indicios de que no competiría, pero hubo algunos en sentido contrario: uno de sus dirigentes más próximos estuvo visitando a sindicalistas importantes para preguntarles cómo verían un regreso al gobierno del ex mandatario. En el entorno macrista insinuaban que iba a postergar su anuncio hasta mayo porque volvió de Europa con dudas sobre su futuro y ya no descartaba una candidatura. En muchas de sus reuniones con referentes opositores, como Miguel Angel Pichetto, le pidieron que compitiera en las elecciones. Lo mismo hicieron miembros del Círculo Rojo que antes lo cuestionaban.
Macri tomó una de las decisiones más trascendentes de su carrera política corriéndose de la pelea por las candidaturas y criticando los “liderazgos mesiánicos”. Falta saber cuál será su nuevo papel en el armado político de la oposición y en un eventual gobierno de JxC. Hoy se ubicó por encima de todos.
Seguir leyendo: