Mauricio Macri anunció este domingo que no será candidato en las elecciones de este año. La definición no abarca sólo a la carrera presidencial: el “no seré candidato” alcanza a todos los cargos electivos que se votarán este año.
“¿Vos lo ves a Mauricio siendo diputado o senador después de haber sido Presidente? No necesita fueros y tampoco entiende la política desde esa lógica”, explicaron en su entorno ante la consulta de Infobae.
La decisión fue masticada durante meses. Macri se había convencido el año pasado de que no sería candidato, pero no fueron pocos los emisarios del círculo rojo que le pidieron que lo meditara mejor. Esas voces -que se repitieron hasta el último fin de semana- lo llevaron a hacer algunas pruebas en el territorio.
A mediados del 2022, llamó al intendente Néstor Grindetti y le pidió que le organizara una recorrida por Lanús. Le fue mucho mejor de lo que esperaba en virtud de lo que aseguran las encuestas sobre su imagen en el Conurbano. Fue dispuesto a recibir insultos, pero sólo escuchó pedidos de fotos. Eso lo animó a realizar “bajadas” a Tres de Febrero y a otros municipios. El ex Presidente alimentó entonces las esperanzas de quienes querían verlo en la boleta con recorridas y actos típicos de una campaña electoral, muchas veces sostenidas en la presentación de su libro “Para qué”, donde había evitado definiciones sobre su futuro.
Sin embargo, luego de analizarlo nuevamente durante su último viaje a Europa y hablarlo con referentes de distintos ámbitos, llegó a la misma conclusión. Siente en términos personales y políticos que puede liderar un proceso sin estar atado a las obligaciones y el desgaste de un cargo que ejerció (y sufrió) entre 2015 y 2019. Está cómodo así. Cree que encontró su lugar como referente y guía del espacio.
La confirmación de que no será candidato fue comunicada con un video de seis minutos y ocho segundos de duración publicado en Youtube y difundido por redes sociales en donde asegura que promoverá la competencia interna en Juntos por el Cambio entre los candidatos que ya anunciaron que irán a las PASO. Las imágenes se grabaron el pasado viernes en el jardín de su casa de Acassuso.
Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y otro selecto grupo de dirigentes del PRO conocieron media horas antes el contenido del anuncio. Algunos recibieron el llamado del propio Macri, otros lo escucharon de la boca de Fernando De Andreis. El ex jefe de Estado prometió que continuará activo en la campaña, irá a las provincias y no se jugará (al menos públicamente) por ninguno de los postulantes anotados en la carrera. No obstante, en conversaciones reservadas con su entorno advirtió: “Si siento que alguno de los candidatos traiciona el espíritu histórico y las ideas del PRO lo voy a expresar en público”.
El mensaje parecería estar orientado al jefe de Gobierno porteño, que plantea un discurso antigrieta y de acuerdos con otros espacios. Macri nunca le perdonó a Larreta que no lo hubiera acompañado a Dolores en octubre de 2021 cuando fue citado a declarar por el espionaje a las familias de las víctimas del ARA San Juan. Quien sí estuvo ese día a su lado fue Bullrich, quien se ilusiona con lograr al menos desde lo gestual el respaldo del ex mandatario. Para Uspallata -término con el que se suele aludir a los cerebros de la campaña larretista- no cambia mucho: Rodríguez Larreta ya lanzó su candidatura y estaba dispuesto a competir incluso contra Macri.
Paradójicamente, Macri apeló al mismo recurso que su principal rival política, Cristina Kirchner, para dar precisiones sobre su futuro electoral. El 18 de mayo de 2019, cuando la política especulaba con una postulación presidencial, CFK publicó un video para informar que sería vice de Alberto. La jugada desde el punto de vista político fue impecable y le permitió al peronismo volver al poder. La víctima de aquella maniobra fue el propio Macri, que ahora sueña con tener revancha y ayudar al partido que fundó a volver a la Casa Rosada.
Sueña además con otra reivindicación. Ya anticipó que el fin de año lo tendrá activo con el objetivo de recuperar el poder en Boca. “Va a jugar a full y va a hacer lo que haya que hacer”, prometen. La empresa es difícil. Su candidato, Andrés Ibarra, no seduce a los socios que en su gran mayoría parecieran dispuestos a darle a Juan Román Riquelme (o a quien él pida votar) un segundo mandato.
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