Pocos menos de seis meses restan para las elecciones en Santa Fe, pero Pablo Javkin se niega a hablar de candidaturas. El intendente de Rosario tiene otra urgencia: detener, o al menos, suavizar la extrema violencia que se desparrama con números récord en los barrios -desde las cárceles- y que él mismo sufrió en carne propia. Sucede que la amenaza a Lionel Messi -que dio vuelta al mundo- también lo mencionaba: “Javkin no te va a proteger”, le advirtieron al 10 de la Selección.
El rosarino remarca que su situación es intrincada, puesto que no cuenta con poder de Policía y no cree en la conformación de una fuerza comunal. Por eso, apunta al acuerdo político de la Casa Rosada con el gobernador Omar Perotti para sumar más fiscales y enderezar el comando unificado que actúa en la ciudad santafesina, con la llegada de más fuerzas federales.
—¿Cómo quedó Rosario después de lo que pasó con Lionel Messi y la amenaza a la familia?
— Me parece que estos hechos lo que buscaban es una repercusión internacional. Yo no tengo duda - en ese caso en particular- que al menos contó con colaboración de fuerzas de seguridad por las características del hecho y por la forma en que estaba escrito el mensaje. Este es un problema nacional grave, la Argentina tiene un déficit estatal muy fuerte a la hora de combatir una economía criminal como la del narcotráfico. Hay cambios en la geografía del negocio del narcotráfico que está impactando en América Latina y que Argentina no está siguiendo con atención.
Obviamente Rosario es un foco logístico para el narcotráfico. No sólo viene droga desde la frontera, sino que viene cocaína desde el conurbano y evidentemente va a Rosario para salir, no va a Rosario para quedarse. Rosario es una víctima de la confrontación violenta que se da en el territorio. ¿Cómo está ahora la ciudad? Más convencida de que este es el momento de quebrar una inercia, en la cual la Nación mira a Rosario como si estuviera fuera de la Argentina.
— ¿En lo personal fue un quiebre este cartel que lo nombra?
—No. Lo que tenemos que hacer es poner esto en el lugar más arriba posible y tratar que la Argentina entienda que si no acordamos en serio políticas en relación a esto, si esto no sirve para tener un gran acuerdo democrático de la Argentina, no vamos a estar en condiciones de administrar este problema.
— ¿Cambió algo en su vida cotidiana? ¿Tiene miedo?
— A nadie le gusta recibir esas cosas. Pero lo que reciba lo voy a canalizar por donde se debe canalizar, que es en una Fiscalía y ahí estará el trabajo que la Justicia hará para esclarecer. No me gusta hacerles el juego de hacer públicas cosas que, a lo mejor, tienen como objetivo hacerse conocido. Yo vivo en Rosario de la misma manera que viví toda la vida, todo el mundo sabe dónde vivo, cómo vivo. Camino mucho la ciudad y no voy a cambiar eso.
—Lo que se habla siempre es de las fuerzas federales y la falta de fiscales federales, pero ¿Qué pasa en los barrios? ¿Cuál es la asistencia que tienen?
— Acá hay un fenómeno muy claro, que es el 95% de nuestros hechos están ordenados de la cárcel. Hay una ciudad de la Argentina como Rosario que tiene este problema: una manzana determinada donde se han instalado y donde se enfrentan a tiros cotidianamente ¿No tenemos recursos? Nos tienen que sobrar los recursos para entrar ahí pero que nadie se acostumbre a creer que este es un problema de una ciudad. ¿Pasa más gravemente en Rosario? Sí en términos de homicidio porque en las cárceles no hacemos inteligencia criminal y los capos narcos líderes están en la cárcel.
—¿Los capos narcos le están ganando a lo que puede hacer la Municipalidad en los barrios?
—No, no es a la Municipalidad porque la Municipalidad está ahí. Yo nunca dejo de estar ahí. Nosotros estamos todos los días ahí, a lo que le gana es a la fuerza que tienen armas y que pueden usar la ley, porque esa es la discusión. Acá los municipios no tenemos armas. Yo no tengo armas, ni siquiera tenemos Policía propia. No tenemos personal armado.
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—¿Qué cambios necesita Rosario para avanzar en una solución al problema?
— Nosotros planteamos que nos den a los intendentes potestades al menos para designar a los jefes policiales. Ahora tenemos un buen ministro, un ministro que fue coordinador de las fuerzas federales. Es una persona capaz y conoce el territorio pero se necesitan policías. Rosario padece la porquería que nos meten, nadie discute eso, pero parece que el problema somos nosotros y la violencia que vive Rosario es por la disputa territorial para vender la porquería que nos meten. Estoy harto de que se comente sobre Rosario.
—¿A quién se refiere?
—Me refiero a la idea de creer que Rosario está afuera de la Argentina. Rosario tiene esta situación porque es el polo logístico de la Argentina. Esa ventaja logística hoy la utiliza el narcotráfico. En esto la política argentina no tiene que joder.
—¿Qué opina sobre la denuncia de Elisa Carrió sobre la vinculación de algunos partidos que hoy integran el Frente de Frentes en Santa Fe con el narcotráfico?
— El narcotráfico tiene un poder económico incalculable que penetra todo. No me gusta hacer de intérprete de sus palabras, pero esto excede cualquier cuestión electoral. No puede haber campañas caras en la Argentina. Quienes seamos candidatos, hagamos un acuerdo. No puede haber en la Argentina formas de hacer o de financiar publicidad política que no esté transparentada. Son esos acuerdos. Yo es algo que compartí toda mi vida con Carrió. Si las campañas no tienen límites en el financiamiento -y eso tiene algo de legal y algo de autorregulación -y es probable que vos tengas en algún momento influencia del dinero del narcotráfico en la campaña, porque es otro de los mecanismos de lavado. Mecanismos dobles: lavan dinero y ganan influencia.
—¿Es posible conocer de dónde proviene ese dinero?
-A veces sí, según cómo vos lo hagas. Argentina se tiene que aferrar de las instituciones que tenemos -que no son tantas- que pueden funcionar, y en serio acordemos que eso funcione.
—Hablando de campaña: ¿Va a ser candidato en su provincia como gobernador o tiene alguna otra aspiración?
—No lo sé todavía. No quiero en este debate hablar de eso. No voy a soltar en esta discusión la posibilidad de que alguien te diga eso de “vos lo haces porque sos candidato”. Yo soy intendente de mi ciudad y sí te digo lo siguiente: si la política no discute esto va a ser muy difícil hacer campaña electoral. Ojo con creer que esta va a ser una elección normal.
—¿El destino de Rosario cambia con las elecciones?
—No. No vamos a depender nunca de una elección porque nuestra ciudad nunca dependió del poder institucional pero sí hay una cosa que, por lo menos en mi caso, la siento como una obligación: se terminó la época en que aceptemos pasivamente que nos traten como si fuéramos nosotros el problema. Somos víctimas de un problema, Rosario padece una situación que es la facilidad con la que llegan al principal complejo portuario de la Argentina la droga y las armas.
¿De verdad creen que el dinero que genera en la exportación del narcotráfico en Argentina se queda en Rosario? ¿De verdad creen que no está en los sectores financieros la ciudad de Buenos Aires? No acepto más la ingenuidad con la que se tratan los temas a veces en la Argentina.
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