La situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner atomizó el tradicional mensaje de cada una de las marchas de los 24 de marzo: esta vez, al sentimiento de siempre alrededor del ejercicio de la memoria y la verdad respecto de los 30 mil desaparecidos durante la última dictadura -en el contexto de los 40 años de la recuperación de la democracia- se agregó el clamor en favor de la actual Vicepresidenta argentina y la crítica al Poder Judicial.
“Si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar”, el hit se escuchó ya desde los vagones del subte entre la multitud que copó Avenida de Mayo, las diagonales Sur y Norte, la Plaza de Mayo y las calles adyacentes. Miles de personas pidieron por “el fin de la proscripción” de la Vicepresidenta a 47 años del Golpe.
Los grupos económicos y mediáticos y la “corporación judicial” fueron los sectores más apuntados no sólo por militantes encolumnados en alguna organización, también por los que llegan cada 24 de marzo sueltos, que son miles.
Sola llegó, por caso, Miriam Bazán, de 66 años, hija de Avelino Bazán, minero y sindicalista desaparecido en 1978 en San Salvador, la ciudad capital de Jujuy. “Yo tenía 18 años, mi papá salió a ver la cartelera del cine porque iban a ir con mi mamá pero nunca volvió. Quedé shockeada pero consciente del peligro. Nunca te lo esperás. Que salga a pasear y no vuelva más”, contó emocionada sobre su padre, que este marzo hubiera cumplido 93 años y cuyos restos jamás fueron hallados.
Miriam marcha todos los 24 en Buenos Aires, donde vive desde hace casi 20 años. Llega siempre sola, con un cartel que exhibe la cara de su papá, su nombre y la fecha de la desaparición. “Todos los años son especiales. Voy a seguir la lucha hasta que sepa qué pasó con él”, comentó, aunque admitió que además, la situación político judicial de Cristina Kirchner la motivó a marchar. “Ella nos sacó de muchas cosas. El país se va a recuperar con ella, no la pueden perseguir más porque eso es lo que hacía la dictadura”, comentó mientras caminaba al costado de la tradicional bandera azul con los rostros de los desaparecidos.
La propia Cristina tuiteó pasadas las seis de la tarde de este viernes al respecto: “La democracia peligra cuando la concentración económica y de poder profundiza cada vez más las desigualdades sociales. Hoy, en calles y en plazas, cientos de miles marchan por Memoria, Verdad y Justicia para defender la Democracia y decirle Nunca Más a la Corporación Judicial”.
La marcha comenzó cerca de las 14 con actos referenciados en las agrupaciones de izquierda mientras iban llegando integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, entre otras.
“Estamos acá no solo por lo que le pasó a nuestras familias sino también porque queremos una Argentina más justa y libre”, comentó Charly Pisoni, referente de H.I.J.O.S. Sobre Avenida de Mayo colgaban pasacalles con mensajes como “Defender a Cristina es volver a Perón” o “30.000 razones contra el FMI”.
“Nos llena de esperanza, nos motiva, que todavía haya millares y millares de argentinos que este 24 de marzo lo tomen no solamente como un día para conmemorar, para homenajear a los 30 mil sino también para defender a la democracia”, agregó Pisoni.
El documento que leyeron y firmaron las organizaciones de DDHH en el segundo acto, el que representa a las agrupaciones vinculadas al peronismo y a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, remarcó el rol de a Justicia en los crímenes de la dictadura.
“Hubo una corporación judicial al servicio de la persecución política del terrorismo de Estado y de la apropiación de niños, niñas y bebés, dirigida por grupos económicos que financiaron el terror, se beneficiaron con él y además armaron mecanismos para garantizarse la impunidad. Décadas después, las estrategias de persecución y violencia política e institucional han cambiado sus metodologías y protagonistas. Los grupos de poder ya no utilizan a las Fuerzas Armadas para condicionar según sus intereses y necesidades a los sectores populares y al sistema democratico, sino directamente al sistema judicial, transformado hoy en una corporación más, a través de una feroz estrategia de persecución contra la oposición política y luchadores sociales”, es un fragmento del documento leído desde el escenario, montado delante de la Casa Rosada.
“Por eso exigimos que se investigue de manera responsable y hasta todas las terminales políticas y económicas el intento de magnicidio de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y reclamamos que se termine el proceso de proscripción en su contra”, agregó el comunicado.
Graciela, con un gorro piluso con las iniciales de CFK, caminaba por Avenida de Mayo, del brazo de su pareja, Edgardo. Llegaron desde el barrio porteño de Belgrano. Dicen que vienen todos los años. “Siempre estamos por la Memoria, la Verdad y la Justicia, pero lo que están haciendo con Cristina es parte de lo mismo, una violación sistemática a los Derechos Humanos por parte de la derecha. Condenaron a una persona inventando una causa”, remarcó Graciela. Edgardó recordó su infancia durante la dictadura: “Tenía un barrilete con la cara de Perón que mi papá no me dejaba sacar a la plaza”.
La marcha estuvo llena de familias, con niños muy chiquitos que llevaban en sus cabezas el pañuelo blanco de las Madres y Abuelas y carteles que pedían hacer memoria. “Venimos siempre en familia y por el compromiso. Antes eran los milicos, ahora es la Justicia, los medios, me preocupa que vuelva la derecha”, comentó Enrique, de 50 años, que llegó desde Bella Vista con su esposa Milena y su hija Paula, de 10 años.
“El miedo está en que vuelva a gobernar la derecha, no por nosotros, que no nos va a cambiar mucho, pero sí por el país. Vienen por todo”, agregó el hombre, del brazo de su hija: “Ella nació en democracia y queremos que este país siga así”.
María Dolores Vera Amate Perez, Silvia Alvarez y María Castro son militantes sociales en la Mesa de Discapacidad de la provincia de Tucumán, desde donde llegaron para participar del Foro por los DDHH y de la marcha del 24. Llevaban unas cartulinas artesanales donde pedían el fin de la “proscripción” de Cristina Fernández de Kirchner. ˝Ella está proscripta porque es la única que defiende al pueblo trabajador, y es la que se sigue enfrentando a los poderosos”, dijo María Dolores.
“Corporación judicial nunca más”, expresaban algunas banderas colgadas entre los postes de luz de Plaza de Mayo mientras una parte de la multitud marchaba al Palacio de los Tribunales, a unas 15 cuadras de allí.
La marcha, históricamente, se divide en dos: la primera, que arranca pasado al mediodía tiene a las agrupaciones de la izquierda como protagonistas. Allí no hubo ningún tipo de apoyo a Fernández de Kirchner. “Rechazamos todo intento de convertir esta fecha con fines electoralistas menos aún cuando el Gobierno instala programas de hambre del FMI”, leyeron voceros del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.
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