Juntos por el Cambio sigue convulsionado en Salta. La provincia tiene elecciones el 14 de mayo y la coalición opositora atraviesa frenéticas negociaciones para resolver las candidaturas. La UCR y el PRO no se ponen de acuerdo para definir quién disputará la gobernación contra el actual mandatario, el peronista Gustavo Sáenz. El sábado es el cierre de listas.
La situación de ese distrito es un espejo de otras provincias del país, donde la disputa presidencial entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich obtura las negociaciones subnacionales. En este contexto, anoche hubo un nuevo Zoom del PRO que tensionó más la interna feroz entre los dos campamentos amarillos.
Por la tensión política, el PRO estaba intervenido en Salta. Los interventores designados son Antonio De Marco, por el larretismo, y Alejandro Ávila Gallo, en representación de Bullrich. Tras una comunicación con el senador radical Martín Lousteau, Bullrich instruyó a Ávila Gallo a firmar el acuerdo con la UCR y el Frente Popular. Lo hizo mediante su armador en el interior, Damián Arabia.
Inmediatamente, Rodríguez Larreta movió fichas para frustrar el pacto Bullrich-Lousteau. Al mediodía, ordenó a De Marco, su operador en Salta, a que presente una acción para impugnar la alianza entre el PRO, la UCR y el Frente Popular. Rápida de reflejos, la presidenta del PRO no lo dudó: tomó su lapicera y firmó una resolución para correr a De Marco de la intervención.
Un dato curioso: Aunque en esta negociación están en veredas antinómicas, De Marco y Ávila Gallo son amigos y tienen excelente relación.
Ante esa jugada, el alcalde porteño revisó sus cartas y cantó “retruco”. Eduardo Macchiavelli, Secretario de Proyección Federal de CABA y armador larretista en el interior, convocó a una reunión del Consejo Directivo nacional del PRO. Lo hizo en su rol de secretario general del partido. El órgano se reunió anoche por Zoom a las 20:30. Bullrich no estuvo y los bullrichistas ingresaron y se desconectaron inmediatamente.
El larretismo, no obstante, logró quórum para desarrollar la reunión. El órgano partidario resolvió designar nuevamente a De Marco como interventor en Salta y desconoció el nombramiento del diputado Federico Angelini como interventor del partido en Tierra del Fuego. Además, estableció que las decisiones respecto a las intervenciones en las provincias se definirán por votación del Consejo Directivo y no “a sola firma” de la presidenta del PRO.
Larreta ejecutó una jugada dentro del reglamento partidario para frenar el acuerdo de Bullrich con el radicalismo. De esta manera, todo se retrotrajo: a 72 horas de la presentación de listas, la ruptura de JxC en Salta se consolida. “A menos que lleguemos a un acuerdo, el PRO va por un lado, y la UCR por el otro”, le dijo a Infobae un dirigente de peso en el partido fundado por Macri.
El acuerdo entre Bullrich y Lousteau que descolocó a Larreta
El lunes por la noche, Bullrich y el líder de Evolución radical habían sellado un pacto para destrabar la interna salteña. Empero, fue un acuerdo que molestó a Rodríguez Larreta y a los dirigentes salteños alineados con el Jefe de Gobierno de la Ciudad.
En el caso de Salta, el 15 de marzo había sido el cierre de alianzas y en JxC no hubo consenso. Tras arduas discusiones, la UCR y el PRO habían encontrado un punto común. Pero el acuerdo se desmoronó. El diputado radical Miguel Nanni sería candidato a gobernador e Inés Liendo, respaldada por parte del PRO ligado al larretismo, diputaría la intendencia de la capital.
Sin embargo, el radicalismo propuso sumar al Frente Plural a JxC y el PRO puso el grito en el cielo. Larreta reaccionó rápidamente y envió a Macchiavelli a Salta para intentar destrabar el intríngulis.
Como contó Infobae, el domingo por la noche hubo un Zoom para buscar una salida política. Participaron Mauricio Macri, Federico Pinedo, ex senador nacional, Angelini, Bullrich y Liendo.
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Allí, Bullrich explicó la situación y cuál era su posición. Macri se molestó y la cruzó. “Patricia, jugás más para los radicales que para nosotros”, reclamó el ex Presidente. Macri se enojó con la presidenta del PRO. Consideró que la ex ministra de Seguridad puso por encima los intereses de su candidatura presidencial por sobre los de JxC. El Zoom duró cerca de tres horas y las discusiones fueron tensas. Así y todo, Bullrich perseveró en su idea.
El descontento entre el PRO y la UCR en Salta surge porque el larretismo alega que el Frente Plural, presidido por Matías Posadas, es un partido ligado al gobernador. En consecuencia, Liendo y una parte del PRO se niegan rotundamente a aceptar esa alianza.
Posadas fue funcionario de Juan Manuel Urtubey y también de Sáenz. Además, su hermano, Federico Posadas, es ministro de Cultura y Turismo de Jujuy. Ese lazo hace sospechar al PRO que Gerardo Morales estuvo detrás de las negociaciones en Salta. En el entorno del gobernador jujeño alegaron que ese vínculo no tiene “nada que ver” con el acuerdo político en Salta.
Luego del Zoom del domingo, Bullrich llamó a Lousteau. El lunes acordaron que el PRO integrará la alianza con la UCR y el Frente Popular. En ese esquema, Nanni sería candidato a gobernador, secundado por un vicegobernador del PRO En tanto que Posadas quedaría como candidato a intendente por la capital y el partido amarillo encabezará la lista de legisladores provinciales. Larreta, Liendo y una parte del PRO salteño estallaron al notificarse del pacto Bullrich-Lousteau.
Lo llamativo de ese acuerdo es el entendimiento entre Bullrich y Lousteau. Fue una jugada que desconcertó a Larrera y a otros dirigentes de JxC. Es que en la puja nacional, el economista, junto a Morales, mantiene cercanía con Rodríguez Larreta. De hecho, Lousteau y el gobernador de Jujuy fueron los dos grandes ausentes de la foto que un grupo de radicales hizo con Bullrich en la Vendimia. Fue una postal que ofuscó tanto a Larreta como a Morales.
Cerca de Lousteau y de Bullrich explicaron que con el acuerdo en Salta se “salvó la unidad” de JxC. El ex ministro de Economía sostiene que medió para evitar una ruptura. Sin embargo, Liendo y un grupo de dirigentes del PRO se niegan a rubricar una alianza con Posadas.
Hasta el sábado habrá negociaciones políticas de alta tensión. Liendo persistirá en competir por afuera y tiene el respaldo del larretismo para hacerlo. Bullrich sostiene que su táctica es para “buscar la unidad” y acusa a Larreta de “romper” JxC. En Uspallata contradicen esa versión y se resisten a firmar la alianza con Posadas. Es un círculo vicioso en el que nadie se quiere ir al mazo.
Salta se suma a una serie de provincias en las que JxC tiene trabadas las negociaciones o, bien, lograron acuerdos con altos costos políticos. Mendoza, Tierra del Fuego, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Chubut son otros ejemplos. La interna feroz entre Larreta y Bullrich no da síntomas de tregua.
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