Alberto Fernández anunció que Argentina volverá a formar parte de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), la organización regional que surgió en 2008 con la firma de su Tratado Constitutivo, pero que recién entró en vigencia en 2011. El país había suspendido su participación junto a otras naciones a mediados de 2018 “debido a la falta de resultados concretos”. El anuncio lo hizo el Presidente en la Casa Rosada, donde esta mañana mantuvo un encuentro con los integrantes del Grupo de Puebla, entre los que se encontraban los ex presidentes de Ecuador, Rafael Correa, de Colombia, Ernesto Samper, de Bolivia, Evo Morales y de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
Para este retorno a la UNASUR fue clave el rol que desempeñó Lula da Silva, quien ya desde la campaña electoral que desarrolló en Brasil el año pasado y que derivó en el triunfo sobre Jair Bolsonaro, lo incluyó como prioridad.
“En América Latina estamos todos en el mismo bote, y la construcción de la unidad debe dejar de lado la utilización política, porque eso nos condena a más postergación. Por eso debemos revitalizar cuanto antes a la UNASUR”, afirmó el mandatario argentino en el cierre del encuentro que se desarrolló en el Salón de los Pueblos Originarios de la Rosada, donde anunció la reactivación de los derechos y obligaciones de la Argentina ante el organismo regional.
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Fernández convocó a “ponernos de acuerdo en la necesidad de construir un bloque regional como mecanismo de autodefensa porque nadie se salva solo”, y consideró también que “si Brasil y Argentina estamos adentro, la UNASUR tendrá otra potencia y tendremos que avanzar para que todos los países hermanos vuelvan a encaminarse” hacia este bloque regional.
Argentina se sumará así a los 5 países que permanecían como miembros activos: Bolivia, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Samper, en conferencia de prensa, expresó este mediodía que “hay una buena noticia para la integración latinoamericana que es el regreso de Argentina a la UNASUR”.
Correa, por su parte, manifestó que “la integración va mucho más allá de la ideología”, y recalcó que “hoy más que nunca va a ser necesaria la UNASUR ante una crisis económica muy grave que nos va a llegar más temprano que tarde por seguir dependiendo de una moneda extra-regional”.
Sus integrantes estiman que con este relanzamiento tendrán, además, mayor protagonismo que a través de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que este año bajará su exposición pública ya que la presidencia recayó en Ralph Goncalves, mandatario de la isla caribeña San Vicente y las Granadinas.
El objetivo cuando nació la UNASUR era “construir una identidad y ciudadanía suramericana y desarrollar un espacio regional integrado”.
La UNASUR se creó cuando varios gobiernos progresistas predominaban en varios países de América, sobre todo bajo el influjo del venezolano Hugo Chávez, de Lula, de Néstor Kirchner y de Samper. Cuando unos años más tarde unas cuántas naciones de la región cambiaron de signo político con una preeminencia de presidentes de centroderecha la organización empezó a desmembrarse y surgió la PROSUR.
En abril de 2018, hubo seis países que decidieron suspender su participación por tiempo indefinido. Así Argentina (donde gobernaba Mauricio Macri), Brasil (con Bolsonaro), Chile, Colombia (con Iván Duque al mando), Paraguay y Perú decidieron alejarse. Macri tuvo que hacerlo por decreto ya que la adhesión argentina se había concretado a través de una ley del Congreso Nacional.
En la PROSUR (Foro para el Progreso de América del Sur) argumentaron que se agrupaban con el objetivo de despojar de ideología a ese espacio y también para impulsar el regreso a la democracia en Venezuela. El colombiano Duque afirmó el 14 de enero de 2019 en su lanzamiento que proponían “un mecanismo de coordinación suramericana de políticas públicas, en defensa de la democracia, la independencia de poderes, la economía de mercados, la agenda social, con sostenibilidad y con debida aplicación”.
El 16 de marzo, Lula, en un acto en Foz de Iguazú donde compartió escenario con el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, por obras en la represa hidroeléctrica de Yaciretá sostuvo que “vuelvo con la firme voluntad de reorganizar la UNASUR, para hacer entender a los países de América del Sur la necesidad de tener paz y tranquilidad, porque con esa paz y esa tranquilidad, con mucha democracia haremos que nuestro continente deje de ser una región pobre o una región en desarrollo”.
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